Esta madrugada del sábado al domingo, tenemos que efectuar el cambio al horario de invierno, hay que retrasar los relojes una hora, por lo que a las 3 debemos retrasar los relojes una hora y poner las dos. Una hora más para los que trabajan esta noche y una hora más para los que disfrutan de un a sábado de fiesta. 

En la rutina diaria, los cuerpos llegan a notar este cambio y necesitarán varios días para adaptarse. Supuestamente el ahorro energético es significativo aunque en el seno de la Unión Europea se debate desde hace tiempo sobre la utilidad real de esta medida, por lo que podría tener los días contados.

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