• Cada sábado, la Plataforma por una Sanidad Pública Digna de la Zona Básica de Salud de Tábara se reúne para reivindicar mejoras en un sistema sanitario que sienten cada vez más debilitado. Hoy, antes de comenzar, el grupo quiso enviar su fuerza y apoyo a su compañero Paco, un miembro fundamental de la plataforma que se encuentra en proceso de recuperación. “¡Paco, estamos deseando que vuelvas a nuestras filas! ¡Mucho ánimo para ti y toda tu familia!”, exclamaron con emoción antes de centrarse en el tema del día.

El panorama en la sanidad zamorana es cada vez más sombrío. Según un reciente artículo publicado el 26 de agosto por el Diario Enfoque, los médicos de urgencias del Hospital Virgen de la Concha de Zamora se encuentran al límite de sus capacidades, enfrentándose a una situación insostenible: hasta siete guardias mensuales, jornadas que superan las 230 horas, y la suspensión de vacaciones.

La causa de esta crisis es una reducción alarmante en el personal médico del hospital. En el último año, el servicio de urgencias ha perdido diez facultativos, y las contrataciones para cubrir estas vacantes han sido infructuosas debido a la falta de profesionales disponibles. Esta escasez de personal se agrava durante el verano, cuando la demanda de servicios médicos aumenta debido al regreso de emigrados y la afluencia de turistas a la provincia.

Con una plantilla tan mermada, los médicos en activo se ven obligados a asumir más guardias y horas de trabajo, lo que pone en peligro tanto su bienestar como la calidad de la atención que pueden ofrecer. Además, la falta de personal en el Hospital de Benavente ha llevado a que los médicos del Virgen de la Concha tengan que cubrir también las urgencias de este centro, incrementando aún más la carga sobre sus ya sobrecargados hombros.

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Esta situación crítica no solo afecta a los médicos, sino también a los pacientes, quienes se ven enfrentados a largas esperas y un sistema que no puede garantizar la atención adecuada. El hospital atiende una media de 498,3 urgencias por cada mil habitantes, la cifra más alta en comparación con otros hospitales de Castilla y León, como los de Ávila, El Bierzo, Palencia, Segovia y Soria. En 2023, se registraron 76.189 casos atendidos en las urgencias de Zamora, una cifra que destaca por ser la más alta entre los hospitales de tamaño similar.

Frente a este panorama, el mensaje desde el servicio de urgencias es claro: se pide a los ciudadanos que utilicen los recursos de manera “responsable”, acudiendo a su médico de cabecera o a las urgencias de los centros de salud para situaciones que no requieran la atención especializada del hospital.

La Plataforma por una Sanidad Pública Digna no ha tardado en reaccionar a esta crisis. “¿Cómo no se va a ir la gente a la sanidad privada en estas condiciones?”, se preguntan con indignación. Señalan a la Junta de Castilla y León como la principal responsable de este deterioro, acusándola de favorecer los intereses privados a costa de desmantelar la sanidad pública.

La gravedad de la situación llevó a la plataforma a planear un corte de carretera como medida de protesta para el 31 de agosto, pero la Subdelegación del Gobierno denegó el permiso debido al alto tráfico previsto para ese día. A pesar de este contratiempo, los miembros de la plataforma se mantienen firmes en su lucha y no descartan nuevas movilizaciones en el futuro.

Para concluir, el grupo agradeció a todos los asistentes y a los medios de comunicación que les han acompañado en sus movilizaciones. “Sin los primeros, no sería posible seguir, y sin los segundos, nuestras protestas no tendrían visibilidad. Lo que no se ve ni se oye, no existe”, recordaron con determinación antes de despedirse hasta el próximo sábado.

La situación en Zamora es un reflejo de un problema más amplio que afecta a todo el sistema sanitario, y la presión sigue aumentando sobre aquellos que, a pesar de todo, continúan dedicando sus vidas a cuidar de los demás.

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