- Esta tarde, en un emotivo acto celebrado en el salón de actos de la Plaza del Reloj, Tábara ha dado un nuevo paso en la recuperación de sus tradiciones con la presentación de dos gigantes que representan a los primeros marqueses de la Villa, Don Bernardino Pimentel y Doña Constanza de Osorio. Aprovechando la festividad de la Virgen del Carmen, el evento reunió a vecinos, autoridades locales y representantes de asociaciones culturales que trabajan para mantener vivas las costumbres del pueblo.
La concejala de Cultura, Francisca Gutiérrez, abrió el acto con un discurso que destacó la importancia de preservar el patrimonio cultural de Tábara: “Es un honor y un privilegio para este Ayuntamiento haber adquirido estos gigantes y contar con personas que se involucran en rescatar nuestras tradiciones”, afirmó, agradeciendo el esfuerzo colectivo de quienes han trabajado por mantener viva la memoria cultural de la villa.
El protagonismo de la tarde fue compartido con dos figuras clave en esta iniciativa de recuperación: Carlos Fresno Gago, presidente de la Asociación Cultural La Folguera y Unai García Bartolomé, presidente de la Asociación de Peñas Tabaresas. En sus intervenciones, ambos repasaron la historia de los gigantes y cabezudos en Tábara, destacando cómo estas figuras formaron parte de las fiestas locales desde la década de 1920 hasta su desaparición a finales del siglo pasado.
Carlos Fresno Gago, ofreció un emotivo recorrido personal por los recuerdos que guarda de su infancia, cuando los gigantes del Ayuntamiento animaban las festividades locales. “A los más pequeños al principio nos daba miedo, pero poco a poco aspirabas a cargar con uno de aquellos armatostes”, recordó con nostalgia. Fresno también destacó el trabajo de César Casas en la restauración de los cabezudos y el esfuerzo colectivo que ha permitido la adquisición de los nuevos gigantes, una iniciativa largamente esperada.
Por su parte, Unai García Bartolomé, detalló cómo, desde su infancia, soñaba con revivir la tradición de los gigantes en Tábara. «Mi abuela siempre decía, qué pena que en Tábara ya no haya gigantes como los que había antaño», comentó García, relatando cómo en los últimos tres años ha trabajado intensamente para hacer realidad este proyecto. Finalmente, bajo su liderazgo, la Asociación de Peñas ha logrado presentar los nuevos gigantes, que a partir de ahora formarán parte de las festividades locales.
El acto concluyó con una mención especial a las asociaciones de gigantes y cabezudos de la provincia y la comunidad, que acompañaron el evento, así como con la entrega de figuras conmemorativas de la Torre de Tábara, elaboradas por la Fundación Personas, como muestra de agradecimiento a todos los que participaron en la recuperación de esta querida tradición.
Tábara recupera así una parte importante de su identidad cultural, con la esperanza de que los gigantes Don Bernardino Pimentel y Doña Constanza de Osorio continúen desfilando por sus calles, manteniendo viva la memoria de generaciones pasadas y transmitiendo a las futuras el valor de preservar lo propio.
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