- Hoy, domingo 15 de septiembre, Tábara se ha vestido de gala para rendir homenaje a su querida Virgen del Carmen, en una jornada cargada de devoción, fe y tradición. Desde el primer repique de campanas, a las 11:00 h, a cargo de la Asociación de Campaneros de Zamora, el aire se llenó de una emoción palpable que marcó el inicio de un día inolvidable para los tabareses.
La multitudinaria concentración de fieles reflejó la profunda devoción que, desde 1948, une a los cofrades y simpatizantes en torno a la Virgen del Carmen. El espíritu de la Cofradía, que se creó hace más de 70 años, ha perdurado inquebrantable gracias a la dedicación de generaciones de tabareses que han hecho de esta festividad la más esperada del año. En Tábara, la religión y la tradición popular se entrelazan de tal manera que no es posible distinguir dónde termina la fe y dónde comienza la celebración popular.
El Sentir de un Pueblo en la Procesión
A las 12:30 h, la junta directiva de la Cofradía, junto al grupo Tarasca del Duero de Zamora y la Danza del Paloteo de Tábara, se reunió para recoger a la mayordoma, Ildefonsa Salgado Santos, y al párroco, en un gesto profundamente arraigado en la cultura local. Todos juntos caminaron hacia la iglesia parroquial, admirando varios lazos de la Danza de Paloteo de Tábara que siempre pone una nota de colorido a esta tradición, y a continuación se celebró la Santa Misa en honor a la Virgen del Carmen, acompañada por el coro “A Nuestro Aire” de Coreses. La misa fue un momento de recogimiento y fervor, en el que los asistentes expresaron su gratitud y devoción a la Virgen del Carmelo.
Bajo un cielo despejado, la imagen de la Virgen del Carmen salió en procesión, majestuosa y adornada con ramos de flores, como es tradición. Las calles se llenaron de emoción mientras el Grupo de Danza del Paloteo de Tábara seguía acompañando a la procesión con sus lazos, dotando de solemnidad y alegría a este emotivo recorrido. Era un momento donde el pasado y el presente se fundían en una única manifestación de fe, manteniendo vivo el legado de aquellos que en 1948 fundaron la Cofradía.
Un Legado de Fe que Perdurará
La historia de esta Cofradía está marcada por la gratitud. Todo comenzó cuando D. Manuel Casas, conocido como «Roblico», fue sometido a una delicada operación. Ante la incertidumbre, su esposa, Dª. Emilia Fresno Moráis, prometió donar una imagen de la Virgen del Carmen a la Iglesia Parroquial si la intervención tenía éxito. Meses después, ya recuperado D. Manuel, Dª. Emilia cumplió su promesa, donando la imagen que hoy preside la festividad. Pero el agradecimiento no terminó allí; D. Manuel, junto a su tío y cuñado, fundó la Cofradía para honrar a la Virgen, perpetuando su devoción en el pueblo.
Desde su fundación, la Cofradía de la Virgen del Carmen ha ido creciendo, y hoy cuenta con más de 800 cofrades, un reflejo del cariño especial que los vecinos sienten por la advocación del Carmelo. Este fervor ha hecho que, año tras año, la festividad sea el evento más esperado, atrayendo a tabareses desde los lugares más remotos para reencontrarse con su tierra y su fe.
Una Fiesta para Todos
La celebración no concluyó con la procesión. A las tres de la tarde, más de 120 cofrades se reunieron en el Auditorio Leticia Rosino para compartir una comida de hermandad, otro de los momentos claves de la jornada. La camaradería y el buen ambiente fueron protagonistas en este acto, que permitió a los asistentes disfrutar de un encuentro fraternal.
Ya por la tarde, la Plaza del Reloj se llenó de música, alegría y juegos. El tradicional ágape, ofrecido por la Mayordoma, fue un festín para todos los presentes, mientras los más pequeños disfrutaban de hinchables y recorridos en el tren turístico que cruzó el pueblo durante todo el día.
La Virgen del Carmen, con su manto de flores y la devoción de todo un pueblo, ha sido, una vez más, el corazón de una fiesta que une a generaciones. Porque en Tábara, la fe no solo es una creencia, es memoria, tradición y, sobre todo, un lazo que une a sus gentes más allá del tiempo.
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