- UPL de Zamora ha manifestado su firme oposición al proyecto de instalación de una planta de biogás en El Cubo del Vino, así como a otros proyectos similares que podrían surgir en la provincia. Desde su perspectiva, esta iniciativa plantea serios riesgos que van desde la salud pública hasta el impacto ambiental, social y económico.
UPL señala que estas plantas generan gases potencialmente tóxicos desde el inicio de su operación, afectando no solo a los vecinos más cercanos, sino también a poblaciones más alejadas debido a la dispersión atmosférica. Además, a medio y largo plazo, existe la amenaza de contaminación de acuíferos, comprometiendo recursos hídricos esenciales.
Asimismo, UPL alerta sobre la verdadera intención oculta tras estos proyectos: utilizar estas infraestructuras para gestionar residuos urbanos provenientes de depuradoras, animales muertos, carne en mal estado y otros materiales de desecho que no encuentran destino adecuado. Según la formación, las comarcas zamoranas no generan suficiente materia orgánica para alimentar estas plantas, lo que hace evidente que se pretende convertir a la provincia en un vertedero de residuos externos, bajo el disfraz de la sostenibilidad energética. Contrario a presentarse como una solución sostenible, estas instalaciones pueden agravar problemas ya existentes. UPL denuncia que estas plantas fomentarán un “efecto llamada” que incentivará la expansión de macrogranjas en la provincia, exacerbando el problema de la gestión de residuos orgánicos e inorgánicos. Adicionalmente, se plantea la preocupación sobre el manejo de materiales no biodegradables, así como el riesgo de incendios o explosiones en las instalaciones, aumentando la vulnerabilidad ambiental de la zona.
Desde UPL critican la elección de provincias como Zamora para ubicar estas infraestructuras, considerando que la provincia es ya una productora y exportadora de energía, pero no recibe compensaciones económicas significativas por ello. Esta situación resulta especialmente injusta cuando estas plantas no se instalan en zonas urbanas o industriales más desarrolladas, consumidoras de energía. Considerando que sería algo bueno para la población, cuando comprobemos que al menos un planta de este tipo se instala en el límite urbano de Valladolid. Por otro lado, la formación censura la falta de transparencia en el proceso administrativo. Denuncian la reducción de los plazos para presentar alegaciones y una legislación que impide a los municipios denegar la licencia de instalación, dejando sin poder de decisión a las comunidades locales afectadas.
UPL concluye subrayando que los intereses económicos de los inversores y sus campañas de promoción no deben prevalecer sobre la protección del medio ambiente y el bienestar de los ciudadanos. Abogan por una acción política firme que priorice el interés común, preserve el entorno natural y evite que estas iniciativas se conviertan en una carga para la provincia.