- Ayer por la noche, Tábara volvió a brillar con la representación de su Belén Viviente, que en su cuarta edición logró consolidarse como uno de los eventos más destacados de las “Navidades con Ilusión”. A pesar de las gélidas temperaturas propias de la época, el calor de la tradición y la emoción lograron reunir a cientos de vecinos y visitantes en la emblemática calle Vistahermosa, donde esta representación única volvió a dejar huella en los corazones de todos los asistentes.
Con una ambientación exquisita y más de 70 figurantes repartidos en 28 recreaciones de oficios antiguos, el Belén Viviente destacó por su fiel recreación de la Judea de hace más de dos mil años. Ian, un recién nacido, junto a sus padres Bea y Dani, encarnaron el Misterio, aportando un realismo conmovedor que emocionó a todos los presentes. Cada detalle, desde los trajes meticulosamente confeccionados hasta los decorados de cada puesto, transportó a los visitantes a un tiempo y lugar donde lo cotidiano se convertía en arte y tradición.
Oficios que Reviven la Historia
La representación incluyó oficios históricos como el de boticarios, alfareros, carpinteros, herreros, tejedoras y cesteros, que cautivaron por la autenticidad de sus técnicas y herramientas. Además, la matanza tradicional, con el proceso de elaboración de chorizos y longanizas, recordó a los asistentes un saber hacer casi olvidado, mientras que en el horno se cocían deliciosas pastas y bollos que pudieron degustar los asistentes.
El castañero, fue otro de los protagonistas, mientras que la cantina, con sus aguardientes y chocolate caliente, se convirtió en uno de los espacios más concurridos. Tampoco faltó la creatividad en los talleres de manualidades para niños, ni el encanto de las niñas que ofrecían lecturas de manos, añadiendo un toque especial y mágico a la velada.
Un Encuentro con los Reyes Magos
El evento también ofreció a los más pequeños la oportunidad de interactuar con Sus Majestades los Reyes Magos, quienes repartieron cucuruchos de chuches, dejando una estampa de ilusión y felicidad en sus rostros. Además, los animales, como corderos, terneras y un caballo, hicieron las delicias de los niños, completando la experiencia de un Belén que combina tradición y pedagogía.
Un Legado Cultural que Crece
El Belén Viviente de Tábara no solo es un evento festivo, sino una iniciativa que fortalece el legado cultural del pueblo. Con cada edición, este proyecto crece, atrayendo a más visitantes y demostrando que la unión y el compromiso de sus organizadores son claves para preservar las tradiciones. Dulces navideños, chocolate caliente y la cercanía de los figurantes hicieron de la experiencia algo inolvidable, una cita que ya se ha ganado un lugar especial en el corazón de todos los tabareses y pueblos de alrededor.
Hoy, 29 de diciembre, aún hay una oportunidad para disfrutar de esta representación única. Desde aquí animamos a quienes aún no lo han hecho a visitar Tábara y dejarse maravillar por la magia de un Belén que, más allá de su impresionante puesta en escena, simboliza el espíritu navideño en su forma más pura.
¡Enhorabuena a los organizadores y a todos los participantes por hacer posible esta obra maestra de tradición y emoción!