• El Centro de Estudios Benaventanos (CEB) «Ledo del Pozo» ha anunciado una valiosa incorporación al patrimonio histórico de Benavente: el albalá original de la merced de Enrique III, documento clave en la creación del Condado de Benavente en 1398. Este y otros tres documentos históricos serán entregados al Archivo Municipal en un acto solemne el próximo 23 de noviembre, a las 12:30 horas, en el Parador de Turismo.

La donación, realizada por Paloma Yraola Sánchez de la Bodega como legado de su familia materna, se convierte en un acto de generosidad histórica. Estos documentos han sido cuidadosamente conservados durante generaciones en su familia, descendiente directa del primer marqués de Casariego, Fernando Fernández-Casariego (1792-1874). Su madre, María Josefa Sánchez de la Bodega y Tordesillas (1911-1983), fue nieta de Enrique Tordesillas O’Donnell, II conde de Patilla, y de Sofía Fernández-Casariego, quienes adquirieron en el siglo XIX numerosas propiedades de la casa de Osuna, antigua titular del Condado de Benavente.

El profesor Rafael González Rodríguez, experto en el pasado medieval de Benavente y ex presidente del CEB, fue clave en la localización, identificación y gestión de la donación. Su detallado estudio sobre el albalá, que será presentado junto con un facsímil del documento, resalta la importancia histórica de esta pieza, cuyo paradero se desconocía desde los embargos y ventas que afectaron a la casa de Osuna a finales del siglo XVIII.

El albalá, otorgado por Enrique III en Tordesillas el 17 de mayo de 1398, marcó el inicio del Condado de Benavente al ser donada la villa y su castillo a Juan Alfonso Pimentel. Este título evolucionó en 1473 al rango de ducado bajo Enrique IV, consolidando el linaje de los Pimentel como una de las familias más influyentes del reino hasta el siglo XIX.

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El acto de entrega contará con la presencia de miembros de la familia donante, autoridades locales y representantes del CEB. Esta donación no solo enriquece el Archivo Municipal, sino que simboliza la recuperación de una pieza esencial para completar la narrativa histórica de Benavente, junto con otros documentos emblemáticos como el fuero de 1167.

La iniciativa de Paloma Yraola Sánchez de la Bodega, en colaboración con el CEB y Rafael González Rodríguez, representa un gesto de profundo compromiso con el patrimonio cultural. El regreso del albalá de 1398 es un homenaje a la memoria de Benavente y una puerta abierta para futuras investigaciones históricas.

El próximo 23 de noviembre, Benavente celebrará no solo la recuperación de un documento, sino el reencuentro con su propia historia.

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