• El sábado día 24, se celebró en el salón de actos de la Torre del Reloj de Tabara, la presentación del libro, el Camino de Santiago con otra mirada de Ismael Martínez Liébana.

El acto, organizado por el Ayuntamiento de Tábara, estuvo presentado por la concejala de Cultura, Paquita Gutiérrez, quien alabó la trayectoria de este Tabares de sentimiento y de adopción, que se ha convertido en un relevante catedrático del que Tábara, se siente orgulloso y es bienvenido a un acto relevante como es la presentación de su última obra publicada.

Ismael Martínez Liébana, es un peregrino invidente y cada vez que ha recorrido el camino de Santiago, es capaz de conseguir percibir unas sensaciones muy especiales, que muy pocos peregrinos son capaces de poder captar.

Para Ismael, el camino no reside en lo que su sentido de la vista consigue apreciar, sin embargo, ha conseguido desarrollar otros sentidos que le hacen captar cada una de las esencias que el camino ofrece a los peregrinos, porque a través del olfato, llega a captar esa variedad de aromas, que para la gran mayoría pasan desapercibidos y a través del oído, es capaz de escuchar todo lo que el camino va contando a aquellos que lo recorren. Pero además, ha desarrollado un sentido especial, que a través de las mejillas va sintiendo esas sensaciones que únicamente aquellos elegidos pueden llegar a percibir.

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Ismael, nació hace 65 años en Fuentes de Ropel, un pequeño pueblo de la comarca benaventana de Zamora, pero siendo muy pequeño, llegó a Tábara, de donde guarda de forma muy intensa, aquellos recuerdos de su niñez, esos que nos van formando como personas y se convierten en el poso necesario para lo que seremos en nuestra vida.

En los años 60 del siglo XX, una epidemia de meningitis, se instaló en la comarca de Tábara afectando a algunos niños y entre ellos a Ismael, que tuvo la desgracia de perder la visión.

Pero Ismael, trató de superar aquella adversidad y después de numerosas intervenciones quirúrgicas, ingresó en un colegio especial de la ONCE, donde se fue formando académicamente con unas calificaciones que destacaban sobre la media.

En 1977 ingresa en la Universidad Complutense de Madrid, donde cursa primero la licenciatura de Filosofía y ciencias de la educación, realizando a continuación su tesis doctoral y resulta acreedor al galardón con sendos premios extraordinarios.

En la actualidad, es titular de la cátedra de filosofía en la especialidad de metafísica y el camino de la vida, le ha llevado a convertirse en peregrino y disfrutar de todo lo que el camino aporta a quienes lo recorren.

Todas estas experiencias que fue recogiendo en sus andanzas como peregrino, las ha agrupado en el libro El camino de Santiago con otra mirada y quiso que su primera presentación pública, fueran el pueblo del que guarda tan buenos recuerdos, porque muchas de las imágenes que conserva su mente, están ligadas a Tábara.

Después de casi seis décadas alejado de aquellos con los que compartió juegos cuando era niño, el reencuentro con personas que no veía desde la niñez, resultó muy emotivo y los abrazos que fue compartiendo con cada uno de ellos, se mezclaban con esa emoción que se desborda, después de una separación tan prolongada.

Ismael nos habló de su niñez, de los recuerdos que conserva en su mente y de las vivencias que tuvo cuando era pequeño y lo hacía con la emoción de quien añora esos días, que siempre recordaba cuando deseaba sentirse feliz.

Estuvo acompañado por Alfredo Muñoz, que se ha convertido en su guía cuando va al camino y además se ha convertido en ese amigo inseparable, con el que se comparten muchas aventuras y algunas cosas más.

Alfredo nos estuvo hablando de lo gratificante que resulta compartir esos momentos de ocio con alguien como Ismael, porque cada vez que lo hace siempre aprende cosas nuevas.

El contenido de la obra que presentaba, corrió a cargo del alumno más aventajado que en estos momentos tiene Ismael, Pablo García Ariño, un joven sobresaliente en sus estudios y la persona idónea para poder desgranar todas las vivencias que se contenían en la obra que se presentaba.

Pablo fue haciendo un recorrido por los diferentes capítulos que conforman el libro y las sensaciones que Ismael había tenido en cada una de ellas, haciendo especial hincapié en el capítulo que el autor ha dedicado al albergue municipal de los beatos de Tábara, la acogida a los peregrinos en su pueblo de adopción y además, como Ismael aseguraba, uno de esos albergues que tienen alma, porque la hospitalidad que en él se ofrece, resulta muy diferente a la que se ha encontrado en sus andanzas como peregrino, porque en su pueblo, ha encontrado esa acogida tan especial, que los peregrinos especiales van buscando en su peregrinación.

Como no podía ser de otra forma, un peregrino siempre echa de menos la senda que otros han seguido, por eso Ismael, al día siguiente de la presentación, quiso recorrer una parte del camino sanabrés saliendo desde su pueblo de adopción, fue recorriendo los 13 km que le separan de la siguiente población, Villanueva de las Peras.

Ha resultado un acto muy especial y emotivo para todos, para Ismael por presentar su obra en el pueblo que tanto significa para él en donde ha podido  encontrarse con viejos amigos, compañeros de juegos y algún maestro que tanto significó en su formación posterior.

También los vecinos de Tábara, aquellos que coincidieron con Ismael hace 60 años, no quisieron perder la oportunidad de poder abrazar a alguien que no veían desde hacía mucho tiempo y para todos, este acto, ha resultado tan especial como se pretendía.

Tábara, siempre guardará en su recuerdo esos hijos de este pueblo, que de una u otra forma, se han convertido en un ejemplo para aquellos que siempre les van a tener como un referente en esta vida.

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