Isaías Santos Gullón  – 9 de marzo de 2019

 

Publicado en la página once CORREO DE TÁBARA en El Correo de Zamora de 3/1/1974.

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Los pasados días 26 y 27 se ha celebrado con toda solemnidad, según anunciamos ya en nuestra última página, las tradicionales y típicas fiestas de “El Tafarrón” en honor de S. Esteban mártir.

La originalidad de esta fiesta en muchos detalles resulta realmente llamativa, por lo cual hemos creído interesante recoger algunos datos para nuestros lectores.

Ya el día 25, en la víspera, se presentan en el baile “El Tafarrón” y “La Madame” vestidos con sus trajes propios, acompañados de los dos alcaldes. Aquí anuncian la fiesta del día siguiente y se divierten grandemente para luego descansar el resto de la noche.

A la mañana el despertar es alegre y festivo. Los alcaldes seguidos del “Tafarrón” y la “Madame” van casa por casa felicitando a todas la familias sin hacer excepciones; ese día no hay enemigos y las envidias, rencillas y odios se olvidan: reina la alegría del Niño Dios nacido y el resplandor creador del martirio de S. Esteban.

¡Ah! no hemos advertido que los mayordomos de la fiesta cada año son propiamente cuatro: dos alcaldes, el “Tafarrón” y la “Madame”. Junto a éstos hay que tener en cuenta a los cuatro entrantes, que serán mayordomos al año próximo; y a los cuatro saliente, los del año anterior.

Después de felicitar a todos los vecinos, el acto central es la misa junto con la procesión del santo; aquí el “Tafarrón” y la “Madame” van bailando delante de S. Esteban; el “Tafarrón” lleva la cara cubierta con la máscara. No hemos hablado sobre el vestido: La “Madame” lleva un gorro con un tul por delante y una casaca de tela con una M (de Madame) atrás, y con castañuelas; el “Tafarrón” lleva un vestido de paja, propio de la nieve; una máscara con orejas de liebre; bigote y barbas de chivo, el cazo y la pelota. El vestido se hace cada uno o dos años con juncos de Galicia.

Acabados los actos de la iglesia, se van a casa de la función a bendecir la mesa: el señor cura, los alcaldes… La función se hace en casa del mayordomo mayor en edad. Hay que decir que los mayordomos son jóvenes normalmente de la misma quinta, y que todos los hijos del pueblo tienen derecho a hacer la fiesta cuando les corresponda.

Para la comida se juntan las cuatro familias, e incluso para la cena y para el día siguiente segundo de la fiesta. Antes a la comida del día S. Esteban estaban invitados todos los mozos del pueblo; se mataban ovejas, machorras, o carneros… Al resto del pueblo se les invitaba con castañas cocidas.

Después de la comida se reúnen los mayordomos con el alcalde del pueblo para hacer las votaciones de los mayordomos entrantes para el próximo año; esta votación se hace entre quienes hayan solicitado.

El resto del día transcurre con normalidad, con diversión y demás. Conviene hacer notar antes de seguir, el detalle de la actuación del “Tafarrón”: con su cazo engancha a las personas (mozos, hombres…) y con la pelota los golpea, recibiendo en recompensa propinas. Todo esto responde al hecho del martirio de S. Esteban que muere golpeado y apedreado por sus paisanos, según el libro de los Hechos, y él en recompensa les da el perdón y la gracia del cielo.

Al día siguiente, segundo de la fiesta y tercero de Navidad, por la mañana se tiene el acto del sorteo de los cargos entre los cuatro mayordomos entrantes: dos alcaldes, uno “Tafarrón” y otro “Madame”. Se tiene también como acto central la santa misa. Y la fiesta se completa, hoy día, con la actuación de una orquesta o los “músicos” en general; en tiempos, aún no muy remotos, era labor de los mejores tamborileros de la zona.

Sin duda que nuestros abuelos tendrían muchas cosas que contarnos en torno a estas fiestas tan sabrosas; ya les daremos opción a ello en otra ocasión.

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