SAF – 26 de abril de 2018.
Como cada 25 de abril, Granja acudió ayer a la pradera en la ribera del río Esla, a la ermita de la Virgen de los montes.
Bajo un sol espléndido de un día primaveral y a pesar de coincidir en día laboral, los romeros de Granja acudieron, un año más, a su cita con la Virgen de los Montes para honrarla junto al Niño de la Bola.
D. Francisco Ortega Vicente, oriundo de Riego del Camino, joven sacerdote que ejerce su pastoral en Morales de Toro, fue el encargado de celebrar la eucaristía.
Tras el acto los romeros fueron repartiéndose a lo largo de la pradera junto al Esla para degustar las ricas viandas a la sombra de los abundantes robles y encinas. La limonada, bebida tradicional de esta fiesta no faltaba por doquier.
El momento más esperado por todos los romeros fue la procesión, momento en que los niños de Granja portan a su Niño de la Bola en andas al encuentro con la Madre que a su vez es portada por la mujeres y en el momento cumbre de la procesión se producen las “reverencias” de Madre e Hijo, momento muy emotivo que desencadenó un fuerte aplauso de los asistentes al finalizar.
La jornada estuvo amenizada por la dulzaina y el tamboril que en todo momento pusieron la nota sonora a esta entrañable fiesta de la ribera del Esla.
El tradicional levantamiento del pendón por los forzudos del pueblo, puso la nota curiosa a esta fiesta, sobre todo para los allegados de poblaciones limítrofes que rompen en aplausos cada vez que uno de estos forzudos jóvenes consigue poner el pendón completamente vertical, acto para el que se necesita, no solo fuerza, sino también una buena dosis de maña.
Distintos momentos de la romería – Fotos: SAF |