almeida – 13 de diciembre de 2017.
Ildefonsa Salgado Santos, nació en Coreses, aunque sus primeros pasos y los primeros recuerdos que hay en su memoria, se encuentran de la capital zamorana, donde llegó antes de cumplir el año de edad.
Ilde, como todos la conocemos, se formó en la ciudad bañada por el Duero y se graduó en Magisterio, actividad a la que quería dedicar lo mejor de ella, formando esas mentes en barbecho en las que poder inculcar los valores que se van adquiriendo en la formación de cada persona.
Fue el destino el que la llevó hasta Tábara, cuando tuvo que realizar una sustitución en la escuela de la localidad y allí conoció a Emiliano, que con el paso del tiempo se convertiría en su marido y en el padre de sus hijos.
Finalizada la sustitución, Ilde regresó a Zamora, pero los vínculos con Tábara, habían prendido dentro de ella y se mantendrían ya, durante el resto de su vida.
Amante de estas tierras que la vieron nacer y de las tradiciones y costumbres que en ellas se mantenían durante mucho tiempo, quiso también implicarse en la forma de vivir y en desarrollo de las gentes de su tierra y se preparó para sacar la oposición que la iba a permitir trabajar en el Ministerio de Agricultura y dentro del mismo en el Servicio de Extensión Agraria, donde dedicó una buena parte de su vida, ya que ejerció esta actividad a lo largo de 32 años.
Fueron tiempos difíciles pero a la vez apasionantes porque no resulta fácil cambiar los hábitos y las costumbres de quienes creen saberlo ya todo, porque lo han mamado desde pequeños y más difícil todavía, que estos cambios vengan propuestos por una mujer en labores que siempre han desarrollado los hombres.
Pero poco a poco, con mucha paciencia y sobre todo con una buena dosis de convencimiento y persuasión se fueron promoviendo las ayudas a los agricultores. Primero para que los establos de los animales fueran separados de las viviendas en las que personas y animales convivían a muy poca distancia con los problemas de salubridad que ello conllevaba. Más tarde su dedicación fue la de implantar nuevas formas y métodos de alimentación para los animales y finalmente, en una sociedad muy tradicional y sobre todo, muy individualista, tratando de implantar las fórmulas de cooperativismo que tan buenos resultados estaban dando en otros lugares.
Esa labor fue haciendo que Ilde conociera en profundidad las comarcas de la provincia; Alcañices, Zamora, Puebla de Sanabria, Tábara,… fueron algunos de los destinos en los que esta luchadora dejó lo mejor de ella, para que sus paisanos se beneficiaran de los conocimientos que había ido adquiriendo.
El trabajo que Ilde estaba desarrollando y sobre todo los resultados que se estaban obteniendo en los temas que abordaba, fueron los que en la década de los ochenta hicieron que la propusieran para encabezar una candidatura al Ayuntamiento de Tábara, pero en un programa para defender los intereses de los tuyos, hay cosas con las que tienes que estar completamente de acuerdo y para Ilde, no se contemplaba todo lo que deseaba por lo que declinó la invitación.
Su labor en el Grupo Procentenario de León Felipe no pasó desapercibida y fue entonces cuando el Partido Popular la convence para que en las elecciones de 1984 encabece la lista al Ayuntamiento de Tábara y resulta elegida como Alcaldesa, repitiendo en la siguiente legislatura, función que desempeño durante ocho años. Posteriormente y como concejala permanecería en el Ayuntamiento una legislatura más.
La política cercana, la que haces para los tuyos, es la que para muchos es la más gratificante, aunque también es la que en ocasiones más desgasta, porque muchas veces tienes que tomar medidas que no son del gusto de todos y quienes se sienten afectados directamente, te los encuentras a diario por la calle porque son tus vecinos.
Fue en esa época cuando se hicieron algunas cosas importantes como: la Concentración Parcelaria y el Aula de la Naturaleza de la Folguera creando campamentos para los jóvenes, pero también hubo voces en contra y hasta alguna amenaza por dedicar únicamente 3 hectáreas a este proyecto que algunos censuraban que se suprimieran del pasto que había para el ganado.
Durante la primera legislatura que estuvo como alcaldesa de Tábara, fue el Ayuntamiento que en menos tiempo realizó más plenos y las reuniones se prolongaban cada jornada para solucionar algunos imprevistos transcendentes de problemas que afectaban a su pueblo.
Pero también quedan los logros que se tuvieron en esa época de constante trabajo, como la ampliación de la pavimentación de algunas calles, así como del saneamiento y abastecimiento de agua que tanto se necesitaban en el pueblo , la construcción de nichos en el cementerio, reconstrucción de la Iglesia parroquial, la instalación del alumbrado público y las farolas que disfrutan los vecinos de Tábara…..
Son mejoras que hoy en día las vemos como normales, pero aquellos eran otros tiempos en los que era habitual que las tuberías de conducción del agua sufrieran reventones y dejaban sin abastecimiento al pueblo. Hasta cinco reventones se produjeron un día de Santiago que colmaron el vaso de la paciencia de esta mujer, que se plantó en la Diputación y hasta que el problema no se solucionó no cesó de mover los hilos para que se arreglara.
Mientras ejercía como alcaldesa, el pueblo que vio nacer al gran poeta León Felipe fue tomando conciencia de la importancia de esta figura en la literatura de su generación y se fue creando una Asociación que reconociera su memoria y con motivo del Centenario de su nacimiento, tuvo el reconocimiento que se le debía.
Fue uno de los actos más relevantes que se realizaron en Tábara. Bajo la presidencia en la Comunidad de Demetrio Madrid, la de Luis Cid en la Diputación y con la labor del equipo dirigido por Ilde, estos actos representaron una unión como antes no se había conocido, porque representantes de todas las fuerzas políticas se reunieron en Tábara para homenajear a su hijo ilustre.
Todos los medios de comunicación se hicieron eco de aquel homenaje y no solo los telediarios recogieron el acto, algunas televisiones dedicaron espacios desacostumbrados a la cultura y hasta el periódico cubano Grama, dedicó un amplio reportaje a la celebración del centenario de la figura del poeta.
En la segunda legislatura como alcaldesa de Tábara, fue propuesta por su partido para ocupar un escaño en las Cortes Regionales de Fuensaldaña y compaginó estas dos actividades durante unos años.
Pero Ilde, estaba llamada a representar a los zamoranos fuera de la comunidad y en el año 1996, siendo aún concejala, se la propone para ser candidata al Senado, labor que, como Senadora, desarrolló hasta el año 2000 buscando para la provincia que representaba, los beneficios que podían ayudar al desarrollo de su gente.
Pero el desarrollo del mundo rural que Ilde tan bien conocía y le preocupaba, fue lo que la llevó a ser uno de los miembros activos de la creación de los grupos de desarrollo local en las que estuvo durante años en representación de la Asociación León Felipe y más tarde, accedió a la presidencia de ADATA (Asociación para el Desarrollo de Aliste, Tábara y Alba), donde ha estado más de una docena de años tratando que el mundo rural fuera saliendo de su letargo a través de las ayudas para el desarrollo que se iban obteniendo de las administraciones públicas y de los fondos europeos.
Ilde es una de esas mujeres pioneras que ha ido rompiendo moldes y ha sido un referente para aquellas que veían en ella, ese referente para llevar a cabo sus ideales, que cuando se ponen al servicio de los demás, dejan siempre ese poso tan necesario y son el espejo en el que muchas veces nos gusta mirarnos.
Esa intuición femenina y el trabajo bien realizado son las herramientas que a algunas personas como Ilde, le bastan para cambiarlo todo y hacer un poco mejor la sociedad en la que les ha tocado vivir.
Pero sobre todo, como aseguraba uno de sus colaboradores más directos, Ilde ante todo es una mujer honrada y trabajadora y que a pesar de la responsabilidad con la que ha desarrollado las diferentes facetas de su actividad profesional, es amiga de todo el mundo y quienes la conocen y están cerca de ella se precian de poder contar con su amistad.
Gracias Ilde por todo lo que nos has dejado y por lo que todavía te queda por hacer, porque hay conocimientos y experiencias que se enriquecen cuando se comparten con los demás como tú vienes haciendo cada día.