• Vecinos afectados por los incendios de la Sierra de la Culebra indignados con la respuesta de Clara San Damián, ante la reclamación de sus daños causados por el fuego, que en respuesta les indican que asuman los costes de la retirada y limpieza de la madera quemada de sus propiedades, sin ningún tipo de indemnización.

Estos días, todos los afectados por los dos incendios ocurridos este verano en la Comarca, están recibiendo cartas de la Delegación Territorial de la junta de la Comunidad en Zamora, Clara San Damián, obligándoles a la corta y retirada de todo lo que ha sido afectado por los dos devastadores incendios.

Hace tan solo dos meses, en la manifestación que se produjo en Tábara, como respuesta de protesta por la actuación de aquellos que tenían la competencia en prevenir y solucionar estos incendios y por la dejadez y la falta de diligencia para atajarlos, uno de los afectados, Valeriano, hermano del pastor Vitoriano, que perdió la vida en uno de los incendios, lamentaba que su solicitud para la limpieza de unas parcelas de su propiedad, después de cuatro años de presentar la solicitud, seguía sin recibir respuesta. Igual que Valeriano, se encontraba Manolo, que también había visto desestimada su solicitud para limpiar el combustible que se estaba acumulando en sus parcelas, o Juan o Evaristo y muchos otros, a los que les había ocurrido lo mismo y no habían recibido respuesta a su demanda, porque ellos eran conscientes de que la acumulación de rastrojos y leña seca que había en sus parcelas, representaba el combustible idóneo para lo que más tarde ocurrió.

Ahora la junta, obliga a todos los propietarios a la corta y retirada de la madera que ha sido quemada y para ello, ya no es necesaria esa autorización que antes resultaba imprescindible, seguramente, porque son conscientes de que si aplican el procedimiento habitual, la respuesta autorizando este trabajo puede llegar a eternizarse, como ha venido siendo habitual y, pasará mucho tiempo antes de la retirada de los restos afectados por el fuego y no se podría cumplir el plazo que obligan para este cometido.

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Recomiendan en esta carta, efectuar la corta y limpieza en las parcelas en las que haya frondosidad, donde se encuentran robles, encinas y castaños, lo que muchos agricultores fueron pidiendo en su día y no les fue concedido.

En este comunicado, se insta a los propietarios para que con sus propios medios y haciéndose cargo del coste que va a representar esta tarea, la hagan sin demora, estableciéndose unos plazos que para los trámites, que cuando lo demandaban los afectados nunca se ha contemplado, como se ha comprobado en las solicitudes de acondicionamiento presentadas muchas veces por los afectados.

Una vez más, comenzamos la casa por el tejado, lo más lógico y de sentido común para los afectados, hubiera sido que una vez requeridos para que determinen los daños que han sufrido y establecer las pérdidas que se han producido en cada parcela que se ha quemado, se cuantifique el importe que va a percibir cada propietario por la pérdida ocasionada y se establezca el importe con el que se va a resarcir a cada propietario, como se está haciendo con otros sectores que se han visto afectados por el incendio y se les comunique el plazo en el que van a percibir estos importes por los bienes perdidos y una vez que cada propietario sea resarcido de la pérdida que ha sufrido, se establezcan las medidas para regenerar cada parcela que se establecen en el comunicado.

No se puede solucionar un problema teniendo que soportar siempre los mismos el coste que representa, porque en este caso, son los propietarios de cada parcela abrasada por el fuego los que han perdido todo lo que tenían y no ha sido precisamente por su mala gestión y lo que estos esperan de sus representantes, es que sean ellos los que solucionen el problema que se ha creado por una cuestionable actuación y si además de perderlo todo, se les conmina a que con sus medios y sin saber lo que van a recibir por la perdida ocasionada, se les exige solucionar el problema, haciéndose cargo de retirar los restos del desastre producido, la mayoría de los afectados, no lo entiende y se muestra en contra de esta solución que se les está imponiendo.

Cuando se establecen diferentes varas de medir, para solucionar los problemas que se van produciendo, algo no está funcionando bien. Incluso para muchos, llega a representar una actuación injusta y no comprenden como la administración, que debería hacerse cargo de solucionar este problema, una vez más, se inhibe de su responsabilidad, haciendo que la asuman los que han sido perjudicados y agraviados porque lo que ahora les demandan, era lo que ellos querían hacer y en su momento, a muchos no le permitieron realizarlo.

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