
Para el artista, el verdadero espectáculo del arte en la mayoría de las ocasiones, se encuentra en la naturaleza, por eso cuando consigue captarlo y sobre todo, plasmarlo, se siente especialmente satisfecho del trabajo que ha realizado.
José Vilas, es una persona vinculada sentimentalmente con nuestro pueblo, en el que ha pasado mucho tiempo cada vez que disponía de unos días libres y le gustaba disfrutar de ese contacto con la naturaleza. Vive en Madrid habitualmente y en la capital fue donde comenzó a desarrollar su talento como graffitero, le gustaba que las paredes desnudas, llevaran parte de lo que iba rondando por su cabeza y más tarde fruto de su ingenio, fue buscando lugares mayores haciéndose muralista y del graffiti, pasó a espacios más densos llevando su pintura a la perfección que él buscaba.
El ayuntamiento de Tábara conociendo las habilidades de José, buscó la forma de cubrir la parte trasera del auditorio Leticia Rosino, una gran pared que rompía la armonía que hay en la naturaleza que se puede disfrutar a continuación de este edificio y contactó con el artista, para que ideara un proyecto que llenara ese espacio vacío, que ocupa 200 m² de superficie.
José, enseguida lo tuvo claro, tenía que integrar en aquel espacio aquellos elementos que forman parte de la naturaleza que se desborda en la superficie de este pueblo; el agua, la piedra y sobre todo la desbordante naturaleza, tenían que estar presentados en el mural que se proponía realizar.
Una vez concebida la idea y con el visto bueno del ayuntamiento se dispuso a dar una conexión a los elementos que iba a plasmar en su obra integrándolos de una forma armoniosa.
Fueron tres semanas de intenso trabajo en las que la pintura fue cogiendo forma, hasta que el arte consiguió cubrir aquella pared desnuda que los vecinos de Tábara contemplaban cada día y que rompía la armonía del entorno, integrándose de una forma que José tenía en su cabeza, resultando una obra digna de un pueblo que ya hace más de 1000 años, sobrecogió al arte medieval, con esa iluminación que los miniaturistas del viejo monasterio también consiguieron impregnar en esos códices.
En Tábara, no podía faltar esa referencia a su ilustre poeta y unos versos de León Felipe están presentes en esta obra
No andes errante
y busca
tu camino
…………………………
Ya vendrá un viento
que te lleve
a tu destino
Estos dos fragmentos de los versos del poeta de la tierra, también forman parte de esta obra que permanecerá con los años.
Ahora José, espera que su trabajo sea reconocido por los vecinos de Tábara y ya está pensando en nuevos proyectos en los que dejar una parte de su talento. Como peregrino que ha encontrado el sentido que quiere dar a su vida, mientras recorría algunos de los caminos, ha dejado en algunos albergues su talento para que los que van peregrinando a Santiago puedan disfrutarlo y espera que en este rincón de Zamora, también su arte y su talento pueda ser contemplado y los Tabareses nos sentiremos orgullosos de que sea nuestro pueblo donde puedan disfrutarlo.