- En la víspera del día más esperado de las fiestas de Tábara, la energía festiva sigue en su punto más alto, con una comunidad volcada en la celebración y participando con entusiasmo en todas las actividades programadas. Desde la mañana hasta bien entrada la noche, los tabareses y visitantes disfrutaron de una jornada repleta de emociones, juegos, y, como es habitual, algunas sorpresas que han marcado esta edición de las festividades.
El día comenzó con la esperada Gymkana Interpeñas, donde los participantes demostraron su ingenio, destreza y espíritu competitivo en una serie de pruebas diseñadas para poner a prueba su capacidad de trabajo en equipo y su sentido del humor. Esta actividad congregó a peñistas de todas las edades, quienes compitieron con alegría, sabiendo que, aunque solo una peña se lleva el trofeo, lo importante es participar y mantener vivo el espíritu de las fiestas.
Para reponer fuerzas después de la intensa competición, alrededor de las siete y media de la tarde, unas 300 personas se reunieron en la Plaza Mayor para disfrutar de un delicioso chorizo a la sidra, preparado por la Asociación de Peñas Tabaresas (APT) junto con las peñas Punto y Aparte, Nunca es Tarde, Koma Etílico y Dekadenzia. Esta merienda popular, cita ineludible, fue el preludio de un animado Bingo que contó con la participación masiva de los asistentes. La expectación y las risas se mezclaron con el aroma del chorizo, en un ambiente de camaradería que es el sello distintivo de estas fiestas.
Mientras tanto, los más pequeños no se quedaron atrás y participaron con entusiasmo en el concurso de dibujo, una oportunidad para que los jóvenes artistas de la villa mostraran su talento y compitieran por el honor de que su obra ilustre la portada del programa de fiestas del próximo año. Este concurso, lleno de creatividad e ilusión, es una plataforma para que los niños se sientan parte activa de las celebraciones, y refuerza el sentido de pertenencia a la comunidad desde una edad temprana.
Para añadir aún más diversión a la tarde, se instalaron hinchables en la plaza para los más pequeños, quienes saltaron y jugaron sin parar, mientras la popular fiesta de la espuma refrescaba a todos los presentes, creando un espectáculo de risas y burbujas que transformó la plaza en un auténtico parque de juegos.
La noche no fue menos emocionante. La Macro-Disco DIAMOND puso a todos a bailar con una selección musical que hizo vibrar la plaza, mientras los ritmos electrónicos y las luces marcaban el inicio de la parte más animada de la jornada. Pero el momento más esperado llegó con la aparición del tradicional Toro de Fuego, que este año trajo consigo una doble novedad que dejó a todos boquiabiertos.
Por primera vez en la larga historia del Toro de Fuego en Tábara, no hubo uno, sino dos toros corriendo por la plaza, y lo más significativo, el primer toro fue corrido por mujeres. Emma Peña y Lucía Casas, con valentía y decisión, llevaron al primer toro, en un gesto simbólico de igualdad y apertura que fue recibido con aplausos y vítores por todos los presentes. A continuación, como manda la tradición, los chicos tomaron el relevo y corrieron el segundo toro, cerrando una noche que quedará en la memoria de todos por su carácter histórico.
Este gesto no solo marcó un hito en la historia de las fiestas, sino que también subrayó el compromiso de Tábara con la inclusión y la igualdad, demostrando que las tradiciones pueden evolucionar y adaptarse a los tiempos sin perder su esencia.
Las fiestas de Tábara, con su mezcla de tradición y modernidad, siguen siendo un reflejo del carácter de su gente: alegre, unido y siempre dispuesto a celebrar la vida en comunidad. Y aunque la víspera del día grande ya ha dejado momentos inolvidables, todos saben que lo mejor está por venir, porque en Tábara, la fiesta no se detiene.
¡Viva Tábara y viva sus fiestas!