SAF – 18 de enero de 2019.
Una de las cosas que más cuesta mantener en el mundo rural, son las tradiciones. La juventud, baluarte de la continuidad, apenas echa raíces en nuestros pueblos, y éstos se ven cada día más mermados.
A pesar de todo y con sumo esfuerzo, vamos consiguiendo que costumbres ancestrales en nuestro pueblo, como la representación de los Reyes Magos, San Mamé, Bendito Cristo , San Isidro, La Virgen del Carmen o la que celebramos ayer, San Antón, vayan teniendo continuidad y sigan marcando la vida de nuestro pueblo.
A veces basta el cambio de horario de una Misa, como fue el caso de ayer, para deslucir una fiesta y apagar una festividad que cada año, con mucho esfuerzo, pero iba en aumento.
Ayer en la comida en honor a San Antón apenas se reunieron 20 personas y por la tarde la misa no fue mayor en número y las ofrendas y, por tanto la subasta, apenas consiguió la media docena y un pequeño grupo de gente.
Un simple cambio de horario en la Misa de la mañana a la tarde, ha sido suficiente para mermar el entusiasmo en nuestra gente. Es cierto que a veces las circunstancias mandan, pero no es menos cierto que con un poco de buena voluntad se podría contribuir definitivamente para que cosas tan sencillas como nuestras tradiciones no se vean afectadas. Los dirigentes, tanto políticos como eclesiásticos deberían ser más transigentes y seguir manteniendo las pocas cosas que el pueblo tiene por costumbre y hacer un esfuerzo por mantenerlas para ayudar a esa continuidad tan complicada de mantener en el tiempo, al fin y al cabo apenas pedimos un par de cosas sencillas y fáciles de conseguir.
Galería de fotos. – Fotos:SAF y Soraya