SAF –10 de octubre de 2016.
Hace más de cuarenta años, un grupo de amigos quisieron homenajear las labores de recogida de la uva para mantener esa tradición y recordar así el arraigo de las labores vitivinícolas, uno de sus bienes más preciados.
Con el paso del tiempo esta tradición, afortunadamente, va en aumento y este año más de medio centenar de carros engalanados a la antigua usanza, donde no faltaron aperos y utensilios utilizados antaño, viandas de la zona o vestimenta de lo más original que hicieron que propios y extraños pudiéramos disfrutar de una mañana donde el pensamiento se trasportó a una época no muy lejana en el tiempo pero a años luz del proceso actual de estas labores.
Los carros repletos de serones llenos de uva, o los burros con sus alforjas daban idea de lo duro que antaño eran estas labores pero también el ambiente festivo que se respiraba en la recolección de la uva, quedaba presente ayer durante el desfile con la vestimenta y la participación de toda la familia, desde los más pequeños a los abuelos, todos estaban presentes en esta fiesta a lo largo de todo el desfile.
El pueblo pudo disfrutar con nostalgia de este viaje al pasado que, con aquellas vestimentas polainas, pañuelos, boinas y aquellas ropas de pana, trasportó a los asistentes al ayer que los mayores aun vivieron y a los más jóvenes evocándoles una época que ni por lo más remoto se pueden imaginar hoy, donde todo se realiza con potentes máquinas y sin apenas el esfuerzo humano.
Los grupos de vendimiadores, como antaño, hoy seguían ofreciendo la tradicional bota de vino, torreznos, dulces y otras viandas a su paso por el recorrido y al final, en la Plaza Mayor, continuaban ofreciendo estas exquisiteces a cuantos querían probarlas.
La música tradicional fue otro de los ingredientes esenciales en este recorrido donde no faltaron aquellas canciones típicas de la vendimia que alguno de los presente se atrevió a tararear. Los grupos que amenizaron la jornada llegaron de distintos pueblos de Zamora, El Alfoz, Zaratán (Valladolid), Toro y hasta de Reinosa en Cantabria.
El arraigo de la ciudad a uno de sus principales bienes, EL VINO, queda patente en esta llamada anual festiva y llena de añoranza que cada año cobra más fuerza y que pretende mantener viva la llama de esta tradición.
Distintos momentos del desfile – Fotos: SAF |