Esther Cid Romero – 06 de mayo de 2018.
Pasear por la tarde cuando la luz es más dorada. Tras una jornada de trabajo y antes de que acabe el día, salir a respirar aire puro. Ponerme cómoda y recorrer los caminos mil veces pisados.
Pasear despacio. Que mis ojos también descansen mirando el lejano horizonte, aprehendiendo el sinuoso perfil de la sierra, recordando cada peña, cada hondonada, cada curva de la senda.
Pasear tranquila. Sin destino aparente, que sean mis pasos los que decidan; sin prisa pero con ritmo firme; sin perderme, porque tengo claro quién soy y por dónde voy; sin mirar el reloj, porque sé de sobra lo que me lleva la ruta elegida hoy.
Pasear despreocupada. Inspirando con fuerza el aroma a jaras y romero. Notando como el efluvio de las flores de siempre arranca de mi mente los quebraderos diarios y los eleva alto, muy alto, convirtiéndolos en nubes de algodón que el viento se lleva lejos. Y así volver a casa ligera como una hoja, sin la carga que tanto me pesaba al salir.
Pasear libre. Como hacen las mariposas de brillantes colores en sus viajes etéreos; como los ágiles saltamontes que se anticipan a mis pisadas; como los alegres pájaros a los que en ocasiones imito en su cantar, tarareando alguna melodía que me ronde la cabeza.
Pasear sin miedo. Saludando amablemente a quien me encuentre en el trayecto, y ¿Por qué no?, detenerme unos minutos a charlar. Que me cuente qué está plantando en la huerta; si este año se sembrará algo en la tierra de enfrente. Que me pronostique el tiempo de mañana, como sólo saben hacer los que se dedican a estas labores. O simplemente que me lancen la eterna pregunta: Oye maja, ¿Tú de quién eres?
Pasear para volver. Llegar a casa y contar las mil maravillas que he visto. Quizá parezca que siempre es lo mismo, pero en el campo todo cambia cada día.
¿Es tanto pedir?
Y como dicen que la vida es el camino que todos debemos recorrer, yo quiero vivir tal y como paseo: despacio, tranquila, despreocupada, libre y sin miedo.
Pasear igual que hacía Leticia
D.E.P
En beso enorme a toda la familia y amigos
Esther Cid Romero. 5 de mayo 2018