- El quinto día de las fiestas en Tábara se vivió con una mezcla de color, creatividad y diversión, especialmente pensado para los más pequeños. La jornada comenzó con una animada sesión de pinta caras, donde los niños se dejaron llevar por la imaginación, transformándose en personajes llenos de color y fantasía. Pero la diversión no se detuvo ahí; los pequeños también tuvieron la oportunidad de ponerse en la piel de chefs al estilo Master Chef, disfrutando de una actividad que combinó creatividad y gastronomía en una experiencia inolvidable.
Ya entrada la noche, la Disco Sanro tomó el relevo para dar inicio a una de las citas más esperadas de las fiestas: la Fiesta de Disfraces. La música comenzó a sonar y, poco a poco, los más variados y originales disfraces hicieron su aparición en escena, llenando de color y diversidad el Auditorio Leticia Rosino.
El desfile de disfraces fue un auténtico espectáculo, con representaciones que abarcaron desde personajes clásicos hasta alusiones a la actualidad. Entre los participantes, destacó un grupo que, con gran originalidad, rindió homenaje a los juegos Olímpicos de París, demostrando que la actualidad también tiene su lugar en la fiesta. Además, personajes de cuentos como El Flautista de Hamelín, imponentes romanos y un sinfín de creativas representaciones llenaron la noche de magia y diversión.
Cada disfraz fue una historia en sí misma, encarnada decorosamente por los distintos participantes que, con esfuerzo y humor, hicieron de la noche un evento memorable. La Disco Sanro se encargó de mantener la energía alta, con música que animó a todos a disfrutar de la fiesta hasta bien entrada la madrugada.
Las fiestas de Tábara continúan siendo un éxito rotundo, ofreciendo actividades que involucran a toda la comunidad y que invitan a participar en un ambiente de celebración y unión. ¡Y todavía queda mucho por disfrutar en estos días de fiesta!