En un emotivo retorno al pasado, la localidad de San Cebrián de Castro se prepara para abrir las puertas de una antigua escuela que alguna vez estuvo en silencio. En un esfuerzo por revivir el espíritu intergeneracional y reactivar espacios que quedaron vacíos con el tiempo, un taller de escritura se inicia este miércoles, marcando un hito en la historia de esta comunidad zamorana.

Las escuelas rurales, con su singularidad y carácter, han sido siempre refugios de aprendizaje compartido, donde las diferencias de edad se desdibujan y el conocimiento fluye en todas direcciones. En estas aulas, los mayores guían a los más jóvenes y, a su vez, estos últimos aportan una fresca perspectiva que revitaliza la mirada de quienes han acumulado años de sabiduría. Sin embargo, el declive demográfico y la migración hacia centros urbanos han dejado a muchas de estas escuelas en el olvido.

El eco de la campana escolar vuelve a resonar en San Cebrián de Castro, ya que un proyecto innovador liderado por Cristina García Casado, exalumna del colegio, toma vida. Bajo el nombre «Palabras y tiento», estos talleres de escritura buscan reunir a diversas generaciones en una experiencia enriquecedora que trasciende las páginas. García Casado, imbuida por el espíritu de las escuelas rurales, distribuirá cuadernos tradicionales, con la esperanza de contrarrestar la prevalencia de las pantallas en la vida moderna.

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Un matiz peculiar agrega aún más significado a esta iniciativa. Parte de la antigua escuela de San Cebrián de Castro, ahora un velatorio municipal, será el escenario donde la magia de las palabras renacerá. Durante tres jornadas consecutivas, desde el miércoles hasta el viernes, participantes de edades variadas, desde diez años hasta más de setenta, se unirán en un encuentro de creatividad y expresión.

García Casado explica con entusiasmo: «El objetivo es ir por pueblos llenando las escuelas vacías», enfatizando la importancia de revitalizar estos espacios emblemáticos como puntos de reunión y aprendizaje comunitario. El taller no está limitado a escritores experimentados; más bien, se presenta como una oportunidad para descubrir el placer de la escritura y la expresión personal.

Además de su propósito creativo, esta iniciativa busca arrojar luz sobre las escuelas rurales, que han sido la columna vertebral de muchas poblaciones, pero que han luchado para sobrevivir en un mundo en constante cambio. Los participantes que asistieron al taller en San Cebrián de Castro se encontraron con imágenes evocadoras en las paredes, recopiladas por la Asociación Cultural Castrotorafe, que capturaron momentos y épocas de la escuela, rindiendo homenaje a las generaciones que alguna vez la ocuparon.

La historia de la educación rural es una narrativa que se repite en innumerables rincones de España y más allá. Escuelas que una vez fueron viveros de conocimiento, que vieron despegar a sus alumnos hacia un mundo más amplio, ahora tienen la oportunidad de renacer. Los talleres de escritura de García Casado aspiran a devolverles su vitalidad perdida, a infundirles nuevamente ese espíritu de descubrimiento y aprendizaje que siempre estuvo arraigado en sus muros.

En un mundo donde la conexión con el pasado es esencial para construir un futuro sólido, el resurgimiento de la escritura en las antiguas escuelas rurales puede ser el comienzo de un capítulo inspirador. En San Cebrián de Castro, la pluma se convierte en la herramienta para repoblar de vida y creatividad estos recintos olvidados, devolviendo la magia de la educación intergeneracional a la localidad y más allá.

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