SAF – 22 de abril de 2019.
La climatología ha sido propicia y la procesión del Encuentro lució ayer esplendorosa en su recorrido habitual alrededor de la Plaza Mayor.
Como cada año, los niños emocionados y orgullosos, se peleaban por llevar a hombros el Niño de la Bola, una ancestral tradición tabaresa que cada año se repite con más devoción, siempre bajo la atenta mirada de Carmina que vela por satisfacer a todos los queques durante el recorrido que camina inverso al de la Dolorosa, hasta llegar a encontrarse a medio camino y tras las tres reverencias de la Virgen al Señor Resucitado y mientras los fieles cantan “Quita el manto negro, pon el de alegría…” dos señoras se encargaron de despojar a la Virgen de su habitual manto negro para que luzca unas vestiduras blancas y un manto azul claro en señal de alegría.
Tras la procesión hacia la iglesia, dio comienzo la Santa Misa del Domingo de Resurrección, una misa, que al igual que la de la noche anterior y toda la Semana Santa, estuvo genialmente organizada y a la altura de muy contadas iglesias de capital, unas cantoras que transmitían música celestial y un conjunto de actos a lo largo de toda la ceremonia que nos hicieron sentir una Semana Santa muy especial, muy emotiva e impregnada de una viveza juvenil, que solo podemos agradecer todos los tabareses.
| Galería de fotos. Fotos: SAF | ||
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