Un pueblo que no promueve la cultura, se encuentra irremediablemente condenado a privar a su gente de poder desarrollar los valores que cada uno tenemos en nuestro interior y dentro de la cultura, la cultura musical, representa uno de los valores que con el paso del tiempo pervive en la memoria.

Aseguran, que la cultura musical, representa el arte que se desprende de las musas, ese don inmaterial que nos permite saber crear y organizar sonidos y también silencios, respetando siempre los principios de la melodía y representa una manifestación artística, que consigue expresar de una forma a veces sublime los sentimientos y las emociones.

Pero, además la música cumple una función vital en el desarrollo cognitivo del ser humano, porque representa un lenguaje universal que por su conocimiento y los que tienen el don de su dominio de la interpretación, que nos traslada a percibir sentimientos, que sólo pueden concebirse en los más elevados sueños de quien es capaz de poder crearlos o imaginarlos.

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Para el ser humano, que difícilmente puede imaginarse sin esta representación artística y cultural, la música le ayuda a un mejor rendimiento a nivel cerebral, porque se ha demostrado que actúa en los dos hemisferios cerebrales consiguiendo una armonía equilibrada y agradable carente en otras manifestaciones artísticas.

Todos estos conceptos, han sido los que han llevado al Ayuntamiento de Tábara, a promover y patrocinar esta escuela de música que ha cumplido ya tres años, pero por problemas con la pandemia que estamos padeciendo, su evolución se ha visto mermada debido al aislamiento que hemos tenido que cumplir

Cuando el ayuntamiento de Tábara tuvo el proyecto que le presentó Carlos Ramos, de establecer en el municipio, una escuela que pudiera desarrollar los valores que los niños y vecinos de la comarca de Tábara pueden experimentar, se propuso a tres profesores, José Miguel Martín, Adrián Ramos y Víctor Argüello, cada uno especializado en una familia de instrumentos (metal, madera y piano) que serán quienes se encargarán de ir mostrando los secretos que cada instrumento encierra para conseguir la sonoridad que cada uno desea.

Se ofrecerán clases de: piano, trombón de varas y pistones, trompeta, trompa, tuba, fiscorno, flauta travesera, clarinete y saxo en sus tres modalidades barítono tenor y alto)

Hasta el momento han contado con alumnos que escogían la música como una actividad complementaria a su formación académica y en estos tres años han contado con docena y media de alumnos, entre cuatro y ocho años que han ido adentrándose en la cultura del arte musical.

Pero la música es algo que no tiene edades y aunque a veces la edad determina los gustos de cada uno, cada época de nuestra vida tiene su estilo y tipo de música, por lo que los profesores encargados de este proyecto, animan a todos los aficionados a esta hermosa modalidad artística, a inscribirse en este proyecto que enriquece la cultura en la localidad y desarrollar sus conocimientos y el deseo de aprender nuevas experiencias, para que cuenten con las mismas oportunidades que las que se ofrecen en las grandes poblaciones o en las capitales de provincia.

Incluso se ha pensado en las personas de mayor edad de la residencia, para realizar con ellos algo especial, ya que el conocimiento de la armonía, les permitirá desarrollar la psicomotricidad tan necesaria en esas edades.

Este proyecto se encuentra abierto a todas las personas que deseen inscribirse de Tábara y de los pueblos de los alrededores de toda la comarca para que dispongan de las mismas oportunidades que se tienen en Zamora, porque cuanto mayor sea el número de alumnos que se vayan formando en clases individualizadas en las que se irá adquiriendo conocimiento del lenguaje y del instrumento elegido, con el aprendizaje se podrá pensar en proyectos futuros, como pueden ser actuaciones en Navidad, Semana Santa y fin de curso y porque no, pensar también en actuaciones en momentos especiales, para difusión de esta forma de expresión cultural.

Animamos a todos los que quieran formar parte de este aprendizaje a realizar su prescripción en la biblioteca de Tábara, para asistir todas las tardes a las clases que se irán ofreciendo en el edificio del reloj entre las cuatro y las ocho de la tarde.

Nunca es tarde para adquirir nuevos conocimientos y seguro que en más de una ocasión, hemos lamentado carecer de los conocimientos musicales que nos ayudarían a comprender mucho mejor lo que escuchamos y sobre todo a poder compartir nuestros conocimientos con las personas más cercanas.

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