“La Agenda 2021-2030 de “Desarrollo Sostenible” de la ONU es la hoja de ruta, el plan de acción para inventariar y controlar toda la tierra, toda el agua, todos los minerales, todas las plantas, todos los animales, todas las formas de producción, toda la construcción, toda la energía, toda la educación, toda la información y todos los seres humanos en el mundo. Inventariar y controlar”. Rosa Koire en Open Mind Conference.
Estamos frente a la pérdida de soberanía personal y nacional a través de una corporatocracia.
Nuestros políticos son fieles servidores del globalismo que nos lleva a un estado totalitario.
De la misma manera colaboran las ONGs, sindicatos, Confederaciones Hidrográficas, ….
Todo ello lo están llevando a cabo a través de planes de uso del suelo, porque esta es la manera de controlar a la población, controlando el suelo. Vamos a relacionar todo ello con lo que nos viene a las zonas despobladas, mega proyectos eólicos, mineros y fotovoltaicos. ¿Qué se esconde tras ellos? ¿Qué tiene que ver el agua?. Esta Agenda se materializa en 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Foro de Davos: “No tendrás nada, pero serás feliz”.
Es piramidal, de arriba hacia abajo, globalmente. Pero aparenta ser local. Pretende tener su origen en la ciudadanía. Necesita el apoyo de los “accionistas”, de administraciones, asociaciones. Así
pues, crean comunidad, usan ONGs, a la sociedad civil, a organizaciones no-gubernamentales, etc.
La ingeniería social hace el resto, dice Rosa Koire.
En Zamora y en toda la España despoblada, estamos asistiendo atónitos al “gran progreso” que nos traen desde Europa y con Fondos Next Generation. La proliferación de grandes parques eólicos, fotovoltaicos, incluso en terrenos de especial protección medioambiental, de cultivo y de pastos.
Los contratos que están ofreciendo a los propietarios de los terrenos son contratos DE DERECHO DE SUPERFICIE. No es un contrato de arrendamiento rústico. Esos terrenos pasarán a ser catalogados como industriales, con el correspondiente IBI muy superior al anterior y que correrá a cargo del propietario. Dicha posesión por parte de la empresa, será inscrita en el Registro de la Propiedad para así obtener los permisos, avales bancarios y ser transmisible a terceros. La finca quedará gravada por 30 o 40 años ampliables a 99. Ni sus herederos ni posibles compradores podrán quitar esa carga. Estos contratos leoninos, con cláusulas abusivas, exclusivas y nulas, dejan muchas veces al verdadero propietario en indefensión jurídica. Perderá las ayudas de la PAC, pagará un IBI industrial, un IRPF por rendimiento de capital inmobiliario, un Impuesto sobre el Patrimonio, declaración trimestral de IVA al 21% y si tenía una pensión con complemento a mínimos, estos no serán percibidos si superan la cantidad establecida.
El propietario queda expuesto a una posible expropiación forzosa por “interés general o utilidad pública”, a litigar con Fondos de Inversión en Cortes Internacionales, a seguir pagando impuestos si la empresa quiebra o a que sus herederos renuncien a las fincas por las cargas contractuales. Por otra parte, el promotor que pasará a ser “superficiario” al adquirir la propiedad de la superficie, solo tendrá ventajas. Incluso podrá resolver el contrato sin indemnización en el caso de que el proyecto no sea viable o rentable o no obtenga los permisos necesarios. Ya se encargarán en muchos casos de demandar al Estado Español ante el CIADI, organismo de arbitraje internacional dependiente del Banco Mundial. Siempre sacarán tajada. Protegen sus inversiones y fuerzan a los Gobiernos hacia una energía “más limpia”. El Tratado de la Carta de la Energía (TCE) crea un sistema de justicia paralelo disponible solamente para los más ricos y poderosos.
Todo este colonialismo que estamos viviendo responde a una agenda de despoblación programada por las élites para quedarse con nuestras tierras y sus recursos. Nuestra provincia de Zamora es especialmente rica, pero nos hacen sentirnos pobres. Hoy nos vamos a centrar en el recurso más valorizado, EL AGUA.
La abogada experta en Derecho de Aguas, Pilar Esquinas, es contraria a la privatización del agua.
Desde el Gobierno se está centralizando en el Banco de Agua y su mercado concesional, al tiempo que eliminan de un plumazo los derechos históricos. El agua, tan necesaria para la vida, la están tratando como una mercancía. El Gobierno da la concesión a una empresa privada y esta hace negocio con las cuotas de asignación de quienes necesitan esa agua. Necesitan a los ecologistas para que declaren o no el impacto ambiental. Desde el 2004 se hizo la primera venta de agua y empezaron a utilizar el término “SEQUÍA”. No es “SEQUÍA”, es “SAQUEO”, dice Esquinas.
Los agricultores se están enfrentando al reto de la manipulación climática, la crisis energética, de insumos y la supuesta escasez de agua dentro de un mercado especulativo. Tienen que saber que las deudas de agua, al tratarse de un bien público de interés general, se resuelven con el embargo de las fincas que pasan directamente a subasta pública sin pasar por un juzgado.
Toda una estrategia de mecanismos perversos para en pocos años hacerse con el suelo.
Sí controlan el bien más preciado, necesario para la vida y para cualquier actividad industrial,
someterán a la población a su antojo. ¡Esto no lo podemos permitir!
Los Ecologistas en Acción pretenden destruir las presas por inútiles. Un informe elaborado por esta organización así lo refleja, ya que dicen que han dejado de tener utilidad y han de ser demolidos y los califica de “grandes fracasos hidráulicos” y que producen un gran impacto medioambiental. Todo ello favorecerá la expansión de renovables, sobre todo de fotovoltaicas, que es donde presuntamente están las grandes mordidas. España cuenta con un total de 1.225 presas, que precisamente hicieron nuestros abuelos con el dinero de todos y para dar luz a los hogares. El agua turbinada, además de generar electricidad, era aprovechada para saneamiento y para agricultura.
El vaciado del embalse de Ricobayo del verano de 2021 contra los intereses de la población local,
supuso una vergüenza nacional. Ahora Iberdrola trata de lavar su imagen con sponsor.
Viriatos Zamora