- En una muestra de unidad y rechazo frente a la violencia machista, hoy a las 12:00 horas, se ha llevado a cabo una concentración silenciosa en la Plaza de la Constitución de Zamora, organizada por la Subdelegación del Gobierno, en respuesta al reciente asesinato ocurrido ayer en Valladolid.
El acto, convocado siguiendo el protocolo establecido en estos casos, ha contado con la participación de una amplia representación del conjunto de las administraciones públicas, agentes sociales, organizaciones políticas y la ciudadanía zamorana.
Presidida por la secretaria general y subdelegada accidental, Carmen Lucila Fernández, la concentración ha sido un momento de profundo respeto y reflexión, marcado por la presencia de numerosas personas que se han unido para expresar su condena rotunda a la violencia de género y su solidaridad con las víctimas.
En la declaración institucional, realizada por Marisa Manso, jefa de la Unidad de Violencia sobre la Mujer, se ha subrayado la urgencia de acabar con la violencia machista, un mal que sigue cobrándose vidas en todo el país. «Ojalá esta sea la última concentración y la última vez que pongamos la pancarta contra la violencia machista«, ha expresado Manso, resumiendo el sentir de todos los presentes.
Entre los asistentes se encontraban representantes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado (FCSE) en la provincia, la Subdelegación de Defensa, diversas organizaciones políticas y religiosas, y numerosos ciudadanos que, con su presencia, han querido manifestar su compromiso en la lucha contra esta lacra social.
La Plaza de la Constitución ha sido escenario de un silencio que lo decía todo, un silencio que resonaba como un grito de basta ya, de no más violencia, de no más mujeres asesinadas. Este acto, cargado de simbolismo y solemnidad, ha demostrado una vez más que Zamora, al igual que el resto de España, no tolera la violencia de género y está decidida a luchar contra ella hasta erradicarla por completo.
Este trágico suceso, que una vez más tiñe de luto a nuestro país, refuerza la necesidad de mantener la unidad y el esfuerzo conjunto para erradicar la violencia machista. Los zamoranos han demostrado hoy, con su presencia y su silencio, que cada vida cuenta y que no cesarán en su empeño por construir una sociedad más justa y segura para todos.