SAF – 13 feb 2014.

En el Parque Natural de Sanabria, situado al norte de Zamora, formado por un conjunto de sierras que se formaron durante la orogenia hercínica y donde la cota más alta es Peña Trevinca con 2127
metros, encontramos varias rutas que el caminante puede hacer para disfrutar de la naturaleza en su estado más puro.
Una de las rutas más bonitas y conocidas del Parque Natural, es la que transcurre en medio de paisajes maravillosos de media y alta montaña, donde podemos visitar una de las principales y más hermosas lagunas de origen glaciar del parque natural, la laguna de Sotillo, a 1600 m de altitud y , a medio camino, la emblemática y majestuosa doble cascada de Sotillo, con una caída de más de 30 metros de altura.
Recorre una distancia de 14,8 km., que el caminante puede hacer en aproximadamente 5 horas. Aunque necesita una buena preparación física y el desnivel es de aprox. 715 metros.
Sin embargo para los menos preparados, el recorrido puede hacerse solo hasta la cascada, para lo que solo necesitará 1 hora y 15 minutos y con escasas dificultades, que además está perfectamente señalizado.
Para llegar al pueblo de sotillo se accede desde El Puente y una vez aquí, podemos aparcar el coche en la pequeña plaza sin mayor problema y ya accedemos a pie hacia el área recreativa que hay junto al arroyo de las Truchas, dejando a nuestra espalda la Iglesia Parroquial, y una vez cruzado el arroyo por el puente ya encontramos el cartel de inicio de la ruta.
Seguimos la dirección «Cascada de Sotillo», por un sendero que atraviesa un bosque de robles idílico y para disfrutar, con algún que otro regato y unas vistas espectaculares entre montañas.
Un poco antes de llegar a la cascada, pasaremos junto a un cruce por el que continuaremos después, si queremos acceder a la laguna, pero nuestro objetivo primero debe ser llegar a la cascada, por lo que debemos seguir por el sendero que desciende hasta un mirador. Desde este cruce ya oiremos el ruido del agua porque la cascada está próxima y además este tramo hasta el mirador es el más espectacular. Una vez en el Mirador podremos disfrutar de una bonita vista de la cascada que, sobre todo en primavera, es de una belleza espectacular por su localización ya que se encuentra en un entono apartado donde reina el silencio, solo roto por el ruido del agua en su descenso, y la naturaleza virgen. En los meses de lluvias el agua forma una bonita cortina sobre las rocas. En este pequeño mirador de madera podemos admirar la cascada y sacarnos las fotos de rigor para el recuerdo.
Si nos sentimos con fuerzas y queremos ascender hasta la laguna, debemos retroceder por el sendero hasta el cruce que dejamos antes y seguimos en dirección «Laguna». El sendero asciende y se va adentrando entre robles, avellanos, castaños y acebos. El arroyo Pingón lo atravesamos por un puentecillo y en esta ascensión vamos dejando atrás el bosque para dirigirnos hacia la laguna entre escobas y pastizales. Antes de llegar a la laguna veremos un desvío a mano derecha, luego de regreso lo tomaremos para acceder al pueblo de nuevo, ahora continuamos unos 350 metros hasta la laguna de Sotillo, pasando primero por su dique. Podemos continuar bordeando la laguna hasta unos resaltes rocosos que nos proporcionan una buena vista general de esta laguna de origen glaciar a 1600 m de altitud y, si siguiéramos por este sendero, rodearíamos la laguna, y descenderíamos en dirección a Ribadelago.
Como el coche lo habremos dejado en Sotillo, lo más prudente es regresar sobre nuestros pasos hasta el cruce que había a 350 metros del dique de la laguna. Ahora seguimos por la izquierda, bajando por prados por los que el sendero deja de ser evidente, por lo que hemos de prestar atención a las señales y pisadas que vemos, y poco a poco, la senda se irá transformando en una pista muy cómoda para caminar que desciende lentamente y muy descansada, ofreciendo unas vistas preciosas a cierta distancia de las cascadas de Sotillo, al otro lado del valle. Seguiremos encontrando varios cruces que iremos dejando atrás sin apartarnos de la pista principal, que terminará dejándonos de regreso en Sotillo.