almeida – 03 de julio de 2017.
Para los alumnos del CRA de Tábara, escuchar historias sobre lobos no es algo que les suene a nuevo, la mayoría han crecido escuchando a sus mayores historias sobre este animal que tiene en estas tierras ese hábitat en el que cuenta con el espacio ideal para vivir,
pero escuchar por medio de un especialista las costumbres y la forma de entender y convivir con este animal de leyenda, ha conseguido despertar el interés de la mayoría en las palabras con las que Ángel Iglesias les hablaba de este fiero depredador tan común en la Sierra de la Culebra que se encuentra en las cercanías de Tábara.
Ángel Iglesias es un amante de la naturaleza y de los animales que en ella podemos encontrar como lo atestiguan algunas de las publicaciones que ha realizado entre las que destacamos:
- Rastros y huellas de carnívoros
- Guía de los carnívoros de Castilla y León
- Documental sobre las montañas del lobo
- Película “Entre lobos”
- Lobos Ibéricos, publicación en dos tomos:
- I Anatomía, ecología y conservación.
- II Indicios de presencia.
Como se puede ver por la temática de sus publicaciones, es el lobo el depredador que mayor interés despierta en este estudioso de la vida natral.
Ángel Iglesias a través de sus palabras y de proyecciones, fue explicando a los niños la forma en la que se debe estudiar a este animal, proteger el hábitat en el que viven para evitar su extinción y sobre todo familiarizarse con la presencia en las cercanías a pesar de las historias y leyendas que sobre él se han escrito que forman parte casi de la imaginación de algunas mentes soñadoras.
Nos encontramos en las estribaciones de la Sierra de la Culebra que discurre desde la comarca de Tábara hasta las altas montañas sanabresas y es un espacio con abundante vegetación en la que abundan plantas y árboles en los que el lobo se mueve cómodamente en libertad. Brezales, jaras, pinares, encinares y robledales son algunas de las especies que más abundan en esta zona.
Ello propicia que haya una importante variedad de fauna y los estudiosos de la misma, han conseguido catalogar seis especies de peces, catorce de anfibios, catorce de reptiles, veintinueve de mamíferos y más de cien especies de aves nidificantes, un rico patrimonio natural que además de disfrutarlo es conveniente protegerlo para generaciones venideras.
Sobre los mamíferos que nos encontramos en la sierra de la Culebra, los principales son el lobo, el ciervo, el corzo y el jabalí que se reproducen de una forma importante al tratarse de especies que se encuentran protegidas. Además hay otras especies quizá menos numerosas como el zorro, el gato montés, la nutria, el tejón y la garduña que también es frecuente verlos por nuestros bosques.
Pero sin duda para Ángel, de todos los animales que pueblan nuestros montes, siente una especial predilección como muchas otras personas por el lobo, que forma parte de esas leyendas que siempre los mayores han contado a la lumbre de una chimenea en los días de otoño o de invierno, que era cuando las cumbres nevadas de algunos montes les hacían acercarse un poco más hasta los lugares habitados y el encuentro con el hombre producía algunas situaciones que generalmente eran magnificadas formando parte de esas leyendas populares.
Ángel fue hablando a los niños que escuchaban con atención algunas de las características de este hermoso animal como es su morfología y su biología; la dinámica que mantienen las poblaciones de lobos conocidas como manadas, porque es un animal que se agrupa en pequeñas comunidades; cómo hacen para establecer el marcaje de sus territorios para que otros animales de su especie o de otras especies sepan que se encuentran en un terreno dominado; cómo es la comunicación entre los animales de esta especie que a través de los aullidos van transmitiendo información, esos aullidos que en las noches de invierno conseguían atemorizar a la población; la forma en la que se alimentan con un sistema en el que cuando encuentran una presa, su instinto hace que la capturen para proveerse de alimento para cuando éste escasee; las técnicas que utilizan para cazar con una perfecta sincronización entre los elementos de la manada que van acorralando a la presa hasta llevarla donde resulta más fácil acabar con ella; el hábitat en el que desenvuelven y se van desarrollando y reproduciendo que es ese terreno escabroso y boscoso en el que nos encontramos y como se reproducen y las funciones que cada uno de los miembros tienen en la manada.
Son las costumbres de este animal que lo hacen especial y muy diferente a los demás y siempre ha vivido aislado y en los últimos tiempos quizá un poco más porque era consciente que todo depredador tiene alguien que también pueda exterminarlo y en el caso del lobo, el mayor enemigo que puede encontrarse lo tiene muy cerca, es el ser humano el que sistemáticamente ha buscado desde tiempos ancestrales su extinción.
Es necesario comprender a este animal, ver los hábitos que tiene y al tratarse de un animal muy huidizo no resulta fácil para los investigadores localizarlo. Por eso su estudio requiere mucha paciencia y sobre todo mucha observación, resultan muy importantes los indicios que se van encontrando en su hábitat para poder analizarlos.
Lo primero es buscar una información indirecta a través de pistas y señales que puedan indicarnos que en la zona puede haber la existencia de una especie.
Es de suma importancia un estudio etológico del animal para analizar de una forma global el comportamiento que presentan los animales a estudiar.
Posteriormente hay que realizar un trabajo científico en el que es de suma importancia, la recogida de todas las muestras biológicas que se puedan encontrar.
Finalmente hay que realizar un estudio bacteriológico de la especie para determinar los posibles problemas que podamos encontrar en los animales estudiados.
Luego hay que estudiar minuciosamente cada uno de los indicios que vayamos encontrando. Lo primero es buscar al lobo y ver o definir cuál es la zona en la que tiene establecido su hábitat y las costumbres que va realizando como puede ser la caza, los lugares que utiliza para beber, etc.
Para ello es muy importante la información bibliográfica que podamos encontrar sobre lo que estamos analizando y también el contacto con quienes trabajan en la zona como puede ser el Seprona, los naturalistas, los centros de interpretación y otros investigadores de la misma o de otras especies con los que se puede intercambiar información.
Es importante como dice el refrán, ponerse en la piel del lobo y desde el primer momento se debe mantener un respeto importante por la especie que estamos estudiando.
Para los indicios que se siguen en el hábitat del lobo ibérico, lo primero es encontrar las huellas del animal y siguiéndolas, ver los tipos de desplazamiento que suelen emplear.
Para conocer los hábitos alimenticios es conveniente buscar los excrementos que van dejando así como vómitos y restos de orina que al analizarlos nos van a proporcionar mucha información muy importante.
También es importante observar los encames que utilizan cuando se encuentran a campo abierto y las madrigueras en las que pasan más tiempo y donde suelen tener a las crías.
Resulta esclarecedora la observación de los restos de presas que se encuentran en las cercanías de los dominios del lobo, así como las marcas que quedan en algunos huesos.
Todo tiene su importancia, porque donde menos loesperemos nos vamos a encontrar algún indicio que nos permita hacernos una visión global del comportamiento y las costumbres del animal; restos de pelos, rascaduras o arañazos que el animal suele realizar, tierra removida por escarbaduras con las pezuñas, los caminos que utiliza con más asiduidad o restos óseos que se encuentren en sus dominios, todo tiene su importancia.
Pero lo más importante es mantener un escrupuloso respeto hacia la especie que estamos estudiando sin que nada interfiera en éstas y las altere por nuestro capricho o interés.
Los niños y niñas escuchaban atentamente cada palabra que este estudioso del lobo ibérico les iba exponiendo y algunos seguro que comprendieron un poco más a este animal y sobre todo les causó algo más de interés, afecto y seguro que empatía, del que antes sentían.
Con plastilina, en unos moldes que Ángel traía consigo, fueron poniendo las huellas características que los lobos van dejando y se las llevaron a sus casas. Era la primera acción encaminada a crear un interés y quien sabe, si de esta o de otras exposiciones como esta, nace ese amor por algunos animales que corren peligro de extinción y acaban siendo unos naturalistas que con el tiempo puedan llegar a hacer lo mismo que Ángel y Juan Luis y dedicar su esfuerzo y conocimiento a la mejora de estas especies.
Más de uno seguro que captó las palabras con las que Ángel terminó su exposición y las hicieron suyas:
- El presente, depende de nosotros.
- El futuro, depende de vosotros
Y el futuro de este hermoso animal, uno de los más huidizos que podemos encontrar, se encuentra en manos de su depredador natural y principal: el ser humano.
Disitinos momentos de las charlas – Fotos: SAF |