• Convocados por la Asociación en defensa de la tierra de Tábara, los principales dirigentes de las organizaciones agrarias de la provincia se han reunido en Tábara, para visibilizar el problema de los agricultores y ganaderos están teniendo con la fauna salvaje, por la inacción de quienes tenían que articular medidas, para solucionar el problema que se está originando.

Los tres dirigentes sindicales agrarios, han sido coincidentes en las medidas que deben adoptarse para solucionar el grave problema que agricultores y ganaderos están teniendo, incrementados en los últimos meses, a causa de los incendios del año pasado que han desplazado a un número muy significativo de animales salvajes que antes poblaban los bosques y ante la falta de alimento, buscan en los terrenos de cultivo, algo con lo que saciar las necesidades diarias que tienen.

Es importante resaltar, que la gente que vive en esta tierra, solamente desea vivir de lo que la tierra produce y no estar a expensas de ver cómo la fauna salvaje está arrasando los incipientes cultivos que debería servir como base de la economía de los pequeños agricultores y alimento para los ganaderos.

Estamos pagando un peaje muy alto por mantener esta fauna y es necesario, abordar el descaste de algunas especies, que una vez que han perdido su hábitat natural donde poder alimentarse, tratan de encontrar ese alimento tan necesario en los cultivos, que los agricultores no van a poder cosechar para seguir manteniendo su economía y la alimentación de su ganado.

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Se están interponiendo denuncias de todas las incidencias que se están detectando, aunque se echan de menos, esos trámites de oficio que deberían formalizar los técnicos, que conocen perfectamente la situación que se está creando.

Al final, nos acabarán echando de esta tierra, eliminando la forma de vida que la gente tiene para poder subsistir, lo cual va a convertir a estas comarcas en un terreno abonado para esas empresas que están queriendo instalar energías alternativas de las cuales ya hay 20 proyectos, que repercutirán de una forma muy negativa en la producción agraria y al final, convertiremos esta tierra en la ley de la selva.

Tábara se ha convertido en un punto neurálgico central, de los daños que la fauna salvaje está ocasionando y no se puede seguir así, porque los animales no son nuestros, pero nosotros somos quienes padecemos las consecuencias y los perjuicios que ocasionan, que inciden directamente en los que dependemos de la tierra, para nuestra forma de vida y de subsistencia.

A nuestros dirigentes, se le está yendo de las manos la situación que los incendios provocaron, y no supieron tomar medidas en su momento y ahora tampoco, porque se están viendo mandadas de 160 ciervos, que arrasan con cualquier cultivo que en estos momentos está creciendo y es urgente tomar medidas para solucionar el grave problema que se está creando.

Tratan de echarnos de esta tierra impidiendo que podamos mantener nuestra forma de vida de esa forma, en ocasiones bajo coacciones, para convertir esta tierra, en un terreno abonado para esas empresas, que la mayoría son de fuera de este país, y que no encuentran trabas administrativas para poder instalar lo que ellos pretenden para sus intereses.

Desgraciadamente, nos tienen abandonados y lo que en su día se consiguió al sur del Duero, está pendiente al norte de la provincia. Es necesario asumir los daños que se están ocasionando por las políticas que no contribuyen a mantener la economía de una buena parte de la población. Es urgente un serio control poblacional de la fauna salvaje, con descastes selectivos para evitar la invasión que estamos sufriendo en estos momentos.

Además de los daños que ocasionan en cultivos, no hay que olvidar que diariamente tenemos 27 accidentes provocados en la comunidad por la fauna salvaje y tres accidentes diarios en la provincia de Zamora.

Cada vez es mayor el abandono de esta comarca, donde la fauna acabará por echarnos de nuestras tierras, porque la fauna salvaje se está alimentando creando la destrucción del 90 o 95% de los cultivos y al final, es un campo abonado para la instalación que se pretende llevar a cabo, con esas placas fotovoltaicas, que además de cambiar nuestra forma de vida, también van a transformar el rico patrimonio que tenemos en la actualidad, representado por nuestro paisaje.

De nada sirven las promesas, que al final se quedan como palabras vacías de contenido y es el agricultor y el ganadero el que debe afrontar el importante perjuicio que se está ocasionando, porque aunque los seguros cubren el 80% de lo asegurado, es el otro 20% tiene que asumirlo el afectado, cuando debería ser la junta, la que se hiciera cargo de esa diferencia y además las primas de los seguros se van incrementando cada año, en función de las reclamaciones que se hagan, por lo que no es la solución para el grave problema que estamos teniendo.

Además, se tiene constancia de que algunos graves sucesos acaecidos por los lobos en algunas incursiones, han tardado dos y tres años en que los afectados vieran resarcidos los perjuicios que se les han creado.

Por eso, es necesario y urgente, tomar medidas para conseguir evitar que nos expulsen definitivamente de la tierra que representa nuestra forma de vida y de subsistencia y no vamos a permitir que quien tiene la competencia de solucionar estos problemas, haga oídos sordos a nuestras justas reclamaciones y para ello, las organizaciones agrarias ya están planteándose que si los representantes públicos, no solucionan los problemas que tiene el campo, igual ha llegado el momento, de que los agricultores y ganaderos, den un paso a la vida pública, para tratar de defender sus derechos porque otros son incapaces de hacerlo.

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