Después de unos años en los que algunos factores externos, han conseguido que la peregrinación haya decaído hasta un porcentaje que no se ha conocido anteriormente, podemos afirmar que el año 2023, ha representado el de la recuperación y el de la esperanza de nuestros caminos.

Dos años de un obligado confinamiento, llevaron al camino a la paralización completa y cuando todo parecía que nuevamente regresaba a la normalidad, el año que se abrió de nuevo, ocurrieron algunos acontecimientos que no permitían presagiar nada bueno.

Primero fue la falta de confianza de muchos peregrinos en pernoctar en los albergues, después, una intensa ola de calor que durante la primavera del 2022 obligó a muchos peregrinos a abandonar y como remate, los incendios que asolaron a la Sierra de la Culebra, consiguieron que la esperada recuperación del camino, no se produjera, descendiendo un 20% los peregrinos que habitualmente cruzaban la provincia de Zamora.

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las estadísticas de los peregrinos que en 2023 han llegado nuestros albergues, se sitúan en porcentajes bastante similares a los que teníamos en la prepandemia, la peregrinación, comienza a estabilizarse y esperamos que, en próximos años, las reservas que algunos tenían para recorrer el camino, se hayan diluido y comencemos a experimentar ese flujo de peregrinos tan necesario, para revitalizar los pequeños pueblos por los que discurren cualquiera de nuestros caminos.

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