En Tábara, la Sierra de la Culebra, sus pinares y abundantes jarales son el paraíso para los amantes de las setas. Senderuelas, Níscalos, Boletus edulis, Amanita cesárea, y alguna otra son los manjares que no te puedes perder en esta época.

Con la llegada de las lluvias de otoño aparecen en nuestros montes y bosques uno de los manjares más preciados de nuestra tierra, las setas, que cada día tienen más adeptos.

Para ir a recoger setas hay que tener en cuenta varios consejos, no destruir su entorno ni las propias setas, tener sumo cuidado con las intoxicaciones y cocinarlas adecuadamente para poder disfrutar de estos exquisitos manjares, también hay que tener en cuenta utilizar cestas de mimbre para permitir que las esporas puedan caer al suelo y así permitir seguir sembrando al caminar, nunca utilizar bolsas de plástico. Las setas deben ser cortadas, nunca arrancadas y no utilizar utensilios que dañen  el terreno, ya que esto destruiría el micelio.

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Antes de meter las setas en la cesta, limpiarlas y ponerlas con las láminas hacia abajo para que la tierra no se introduzca entre ellas.

Las setas que no se conozcan no hay que destruirlas.

Cada vez son más numerosos los aficionados que salen a la Sierra de la Culebra en busca de estos preciados manjares. Unos por el simple hecho de recogerlas y poder disfrutar del paisaje respirando aire puro, y otros por su placer gastronómico.

Disfruta de la naturaleza, pero cuida de ella y su entorno.

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