Conferencia de José Almeida con motivo del XXXI día de la Comarca Tábara, Alba y Aliste
- Hospes eram et collegistitis me
- Europa se construyó a través del camino de Santiago
Estas dos reflexiones proporcionan todo el sentido a lo que representa esa peregrinación que muchos realizan en un momento de sus vidas.
Comenzando por el principio, vamos a ver de dónde surge todo este fenómeno social, que ha pervivido en el tiempo durante más de 12 siglos y con altibajos, siempre ha estado presente de una u otra forma en nuestra cultura y forma de entender la vida.
Santiago de Zebedeo, también conocido como Santiago el mayor, fue uno de los discípulos que escogió Jesús, para dar a conocer al mundo, el mensaje que quería hacer llegar a toda la humanidad.
El apóstol Santiago, fue uno de los más destacados entre aquel selecto grupo y según las escrituras, se le conocía como el hijo del trueno, por el ímpetu que impregnaba en todo lo que hacía.
Seguramente nació en Betsaida, una población de Galilea, y fue hijo de Zebedeo y de Salomé y hermano de Juan.
Desde el principio, formó parte del círculo de los selectos del maestro, permaneciendo a su lado en todos los momentos relevantes que recogen las escrituras y también, en algunas de las apariciones de Jesús, después de haber sido crucificado.
Junto con a Simón Pedro y Juan, fue uno de los máximos referentes de la primera comunidad cristiana que se fue formando después de la muerte de su maestro y según se asegura en el Pentecostés, hacia el año 33, partió hacia el Mediterráneo para propagar el mensaje que había aprendido de Jesús.
La tradición nos dice, que predicó por los confines del mundo conocido hasta aquellos momentos y fue en la Hispania romana, donde intensificó este mensaje, que no debió contar con muchos partidarios, porque el desánimo le hizo abandonar la labor apostólica que estaba realizando y en su regreso hacia Jerusalén, el 2 de enero del año 40 se le apareció la virgen María en Zaragoza.
Murió decapitado a manos de Herodes Agripa I, en el año 41 o 44 y es reconocido como el patrono de España en dura pugna con San Millán y Santa Teresa.
Las referencias del apóstol, se pierden durante siglos y fue en el año 813 a 820, cuando un eremita que se encontraba en los confines de Galicia, observó la formación de un cúmulo de luces o de estrellas y rebuscando en el lugar del que procedían, encontró los restos de tres personas que enseguida se atribuyeron al apóstol Santiago y a sus discípulos Atanasio y Teodoro.
El eremita Pelayo, comunicó este hallazgo al obispo de Iria Flavia, Teodomiro, y la noticia corrió como un reguero de pólvora, y enseguida el rey Alfonso II el Casto, peregrinó desde Oviedo, que era la capital de su reino, hasta el lugar del hallazgo, certificando que aquellos restos eran los del apóstol Santiago, fundando la primera Iglesia en el lugar que se descubrieron estas reliquias.
Este hecho fue el impulso necesario para que peregrinos procedentes de todos los reinos cristianos de Europa, se abalanzarán a mostrar sus respetos a uno de los discípulos del maestro y la peregrinación comenzó a tener un auge muy significativo y relevante.
Hasta entonces las peregrinaciones más importantes que los cristianos realizaban eran Jerusalén y Roma, se habían convertido en los lugares sagrados que todos los cristianos tenían que visitar, porque contenían la mayor parte de las reliquias que deseaban venerar.
Sin embargo, el camino de Santiago comenzó a adquirir una relevancia muy importante y con el paso del tiempo, consiguió desplazar a estos dos centros importantes del cristianismo y de la peregrinación que se hacía hasta entonces, permaneciendo con una vigencia importante después de 12 siglos.
Sin duda, el motivo por el que esta peregrinación ha pervivido con el paso del tiempo, ha sido por la hospitalidad que se ofrecía a los peregrinos en aquellos lugares por los que pasaban, porque los nobles y señores de cada reino, desde el principio, tuvieron muy claro que aquella avalancha de personas procedentes de otras culturas, generaría una riqueza importante tanto económica, cultural y social para los sitios por los que discurría.
Mucho se ha hablado y se ha debatido sobre la autenticidad de los restos que se veneran en Compostela. Hay una teoría seguida por muchas personas, que aseguran que los restos que en su día se encontraron en Compostela corresponden a Prisciliano, un hereje del siglo V, cuyo pecado consistía en predicar las verdaderas enseñanzas que el maestro transmitió y que, chocaban con las directrices de la Iglesia que había en esos momentos.
La peregrinación se convirtió en un motor importante del desarrollo de los incipientes reinos cristianos que estaban resurgiendo en esos momentos. Situémonos en la época en la que los restos del apóstol aparecen en Compostela. La península se encontraba prácticamente dominada por la invasión árabe y únicamente un reducto de cristianos que había en las montañas asturianas y las abruptas zonas del norte de la península, habían permanecido sin que la dominación musulmana hubiera hecho mella en las creencias de sus pobladores y seguramente, el trazado del Camino de Santiago que comenzó en tierras asturianas y posteriormente según se recuperaban territorios a los árabes, fue descendiendo hasta lo que conocemos como camino francés y que, representó una de las herramientas importantes en la reconquista, porque de no haber existido el camino y los miles de cristianos que lo transitaban, seguramente los árabes hubieran cruzado los Pirineos y se hubieran extendido por Europa con la misma facilidad que lo hicieron en la península.
A lo largo de la historia, el camino de Santiago ha sufrido muchos altibajos, porque en su época de esplendor llegó a contar con medio millón de peregrinos que lo recorrían cada año, para los que fue necesario habilitar espacios en los que poder pernoctar después de una dura jornada. Hospitales de peregrinos que han llegado hasta nuestros días, nos ofrecen una muestra de lo que se hacía para acoger a los peregrinos. El hospital del rey en Burgos, el parador de San Marcos en León o el parador de los Reyes Católicos en Santiago de Compostela, representan solo una muestra, de las instalaciones que se destinaban para los peregrinos.
Burgos llegó a contar con 33 hospitales de peregrinos, que en ocasiones resultaban insuficientes para acoger a todos los que llegaban, lo que nos proporciona una idea de la importancia que llegó a tener la peregrinación a Compostela.
Pasada la edad media, la peregrinación fue decayendo y durante muchos años, también se perdieron los restos que se veneraban en la catedral de Santiago. En el año 1589, Francis Drake, llegó a las costas de Galicia y ante el temor de que arrasará la catedral y las reliquias, los restos que allí se conservaban fueron escondidos, apareciendo tres siglos más tarde, en el año 1879. a 30 m. de profundidad.
Antes del año 1000, en su campaña hacia Compostela, Almanzor, que también pasó por estas tierras arrasando todo lo que se encontraba su paso, destruyó una buena parte de los templos cristianos que estaban en su camino y a llegar a Compostela, respetó las reliquias del Santo, pero se llevó las campanas de la catedral para fabricar con ellas candelabros en la mezquita de Córdoba.
A lo largo de estos 12 siglos, el Camino de Santiago ha experimentado muchos altibajos, llegando incluso a permanecer en un letargo que prácticamente parecía que había desaparecido, pero como asegura un célebre peregrino, mientras haya un solo peregrino, siempre va a existir el camino.
Los milagros que se van atribuyendo al apóstol, son numerosos, desde la traslación de sus restos en una barca de piedra a la aparición en la batalla de Clavijo, que nunca existió frenando el avance de los árabes.
Es una cuestión de fe creer en estas cosas, pero como suele decir el refrán, algo tiene el agua cuando la bendicen y cuando nos encontramos a muchos peregrinos, que recorren una y otra vez el Camino de Santiago, tiene que ser por algún motivo, que para aquellos que no son peregrinos, resulta muy difícil de comprender.
El auge de la peregrinación fue a partir del año 1122, cuando el Papa Calixto II, encargó una peregrinación especial a personas de su confianza y Aymeric Picaud, redactó el códice Calixtino, que está considerado la primera guía turística de la historia y también el Papa, estableció mediante una bula el año Santo compostelano, ratificado posteriormente por Alejandro III mediante la bula Regis Aeternis, que otorga indulgencias especiales a todos los peregrinos que recorren cualquiera de los caminos, cuando la festividad del apóstol coincide en domingo.
El Camino de Santiago, es mucho más de lo que podamos describir sobre aquellos valores que la peregrinación puede llegar a tener, si la miramos y la hacemos únicamente con la fe del que espera encontrarse ante el apóstol para venerar las reliquias de un hombre santo. El camino representa un viaje interior, que todo ser humano necesita hacer en algún momento de su vida. Seguramente porque mientras se va avanzando de forma pausada, disponemos de tiempo para meditar sobre esas cosas que nuestra vida diaria resulta muy difícil poder hacerlo.
Podemos repetir una jornada del Camino de Santiago una docena de veces y hacer una docena de valoraciones diferentes cada vez que lo recorramos, porque nunca va a resultar igual que el día anterior y será diferente al día siguiente, ya que el ánimo con el que afrontamos esa nueva jornada, las condiciones externas que tenemos a nuestro alrededor, el ánimo o las personas que nos vayamos encontrando serán siempre diferentes y eso, es lo que hace diferente a esa jornada y a todas las que podamos recorrer.
Como aseguraba Goethe, aunque creo que él nunca llegó a pronunciar esta cita famosa, Europa se construye a través del Camino de Santiago. Fue gracias al trazado del camino por donde fueron llegando todas las influencias europeas a la península. La cultura, el arte, la forma de vida, los oficios y la economía que iban dejando los peregrinos, representó ese impulso importante y necesario que transformó una sociedad que alcanzó su mayor auge, al final de la edad media, llegando a convertir a Castilla, en el centro económico y de poder más influyente de todo el universo.
Esos son los verdaderos valores que ofrece el camino a los peregrinos que lo recorren, ese intercambio cultural y la riqueza que va generando por los lugares por los que discurre, que convierten esta ruta de peregrinación en un patrimonio inmaterial que estamos obligados a mantener y a transmitir.
En los últimos años, el camino de Santiago llegó a experimentar uno de los momentos más bajos de su larga historia y durante la primera mitad del siglo XX, permanecía aletargado, llegando a contar cada año con apenas cuatro docenas de peregrinos que lo recorrían.
Sin embargo, cíclicamente el camino se va regenerando, siempre habrá alguien, que como el ave Fénix, lo haga resurgir de sus cenizas y providencialmente, en los años 50, un menudo y enérgico sacerdote que fue destinado a una de las aldeas más míseras de Galicia, al Cebreiro, consiguió recuperar la peregrinación que estaba en declive.
Don Elías Valiña que así se llamaba este sacerdote, no solo recuperó la peregrinación, sino que la llevó a unos niveles que solamente en la edad media se habían conocido. Él fue quien marcó el trazado del camino francés con muy pocos medios, pero con un entusiasmo enorme, fue el inventor de la flecha amarilla que siguen todos los peregrinos desde cualquier lugar del viejo continente y en el congreso de Jaca, estableció las pautas para que la peregrinación a Santiago adquiriera esa relevancia que había perdido.
Sin duda, este humilde sacerdote, ha sido a lo largo de la historia uno de los principales artífices en lo que ahora conocemos del Camino de Santiago, porque nos legó unas enseñanzas que muchos tratamos de imitar.
Tradicionalmente, el camino de referencia que seguían los peregrinos, era conocido como el camino francés, porque el mayor número de peregrinos que llegaban a Compostela procedían de Europa y a través de diferentes caminos, cruzaban los Pirineos por Roncesvalles y Somport y acabaron dando nombre al trazado que los francos, que representaban el principal porcentaje de peregrinos que llegaban a la ciudad del apóstol, mantenían viva la peregrinación.
Sin embargo, antiguamente el peregrino no comenzaba como ahora su peregrinación en el lugar donde comienza el camino que han elegido para recorrer, lo hacían saliendo desde la misma puerta de su casa. Por eso, son numerosos los caminos que atraviesan la península. En ocasiones, para explicar a los peregrinos porque existen diferentes caminos, pongo el ejemplo del cuerpo humano que cuenta con infinidad de pequeñas venas que van discurriendo desde las partes más alejadas del corazón y confluyen en venas más importantes, hasta que llegan a las arterias y esas arterias son las que llevan la sangre a nuestro corazón. También los peregrinos que comenzaban a dar los primeros pasos en la puerta de su casa, se desplazaban hacia caminos más concurridos hasta que llegaban a una de esas arterias de lo que conocemos como caminos históricos y tradicionales y a través de ellos, coincidían con peregrinos procedentes de diferentes lugares y juntos recorrían el trazado que les quedaba para llegar a Compostela.
Zamora, representa una encrucijada de caminos. Contamos en la provincia con cinco caminos históricos y tradicionales (vía de la Plata, camino de levante, camino del sureste, camino zamorano portugués y camino sanabrés), que discurre por el lugar en el que ahora nos encontramos.
Todos los peregrinos procedentes de levante y del sureste, confluían en nuestra provincia y una vez que llegaban a ella, optaban por continuar hasta Astorga para enlazar con los peregrinos que avanzaban por el camino francés o desviarse por Puebla de Sanabria o Bragança y a través de Orense, llegar a la ciudad del apóstol.
La provincia de Zamora, se encuentra atravesada por cinco caminos históricos o tradicionales, con un trazado de 500 km de recorrido. Seguramente es la provincia que más kilómetros cuenta de trazado jacobeo o por lo menos de las que más kilómetros de camino tiene. Nuestros caminos atraviesan un tercio de las poblaciones que hay en la provincia y los peregrinos, pueden llegar a convertirse en los mejores embajadores que podamos imaginar para estas tierras, por lo que debemos aprovechar esta oportunidad y dar a conocer al mundo entero, los valores que tenemos.
Centrándonos más en nuestro camino, que es el Sanabrés, para muchos peregrinos representa uno de los trazados más importantes y bonitos que pueden recorrer, porque se van encontrando con una diversidad de paisajes que lo convierten en uno de esos caminos únicos.
El camino Sanabrés comienza en Granja de Moreruela, los peregrinos que vienen recorriendo la vía de la Plata, en este punto, optan por continuar hasta Astorga para recorrer el camino francés o recorrer este camino, que cuenta con identidad propia y está considerado como uno de los caminos históricos que los peregrinos pueden recorrer.
Me gusta denominarlo el camino de los monasterios, porque su trazado, en lugar de, como sería lo más lógico, ir en línea recta, va zigzagueando desde que comienza en Granja de Moreruela hasta Mombuey.
Seguramente este trazado viene motivado porque los antiguos peregrinos, encontraban en los monasterios ese lugar, en el que recibían la hospitalidad que estaban buscando, y en Granja de Moreruela, en el antiguo monasterio cisterciense, se les ofrecía, lo mismo que se les proporcionaba acogida en el antiguo monasterio ubicado en Moreruela de Tábara y en el que hasta el paso de Almanzor, se encontraba en tierras de Tábara, el antiguo monasterio de El Salvador y posteriormente accedían al que se encontraba en Santa Marta de Tera.
Los hitos que los peregrinos se van encontrando en este camino, representan uno de los patrimonios jacobeos más importantes que podamos encontrar en cualquiera de los trazados que recorren los peregrinos en su peregrinación a Compostela y vamos a tratar de describir algunos de los más importantes.
En Granja de Moreruela, el monasterio de Santa María, se convirtió en uno de los más importantes que los monjes cistercienses construyeron en la península y allí los peregrinos, encontraban una relevante acogida en la que se les ofrecía la hospitalidad más importante que podían desear. En la actualidad, de este monasterio únicamente nos quedan sus ruinas, pero es sobresaliente la cabecera que lo preside, resaltando que debió ser un soberbio templo, que continúa siendo admirado por los peregrinos que pasan por aquel lugar.
En el monasterio de San Salvador de Tábara, no quedan referencias de la acogida que los monjes ofrecían a los peregrinos, pero debía ser en su momento importante por el esplendor que en su día llegó a tener y en la actualidad los peregrinos pueden contemplar el magnífico Centro de interpretación de los beatos, de donde salieron algunas de las obras de arte en miniatura más relevantes que la cultura nos ha transmitido.
Santa Marta de Tera, contaba con un monasterio del que únicamente nos queda el recuerdo y algunas obras que delatan la importancia que debe tener en su momento. La Iglesia que se construyó en el siglo XII es un magnífico ejemplo del arte románico más importante que nos ha sido legado. En este templo, se puede contemplar dos veces al año en los equinoccios de primavera y de otoño, como los maestros constructores supieron explicar al pueblo la llegada de estas dos épocas del año, consiguiendo que un haz de luz, iluminará por completo el capitel que se encuentra en el altar mayor.
También Santa Marta de Tera, conserva uno de los iconos de todos los caminos conocidos, la imagen pétrea de Santiago con hábito peregrino, considerada la más antigua que podemos admirar en la actualidad.
Desgraciadamente, esta obra de arte se encuentra en un peligro permanente por su exposición a las inclemencias meteorológicas que ya conocemos de sobra en esta tierra y la dejadez de los responsables de su custodia, que carecen de la voluntad de proteger un bien que nos ha sido legado por nuestros mayores, con el paso del tiempo, si no se toman medidas oportunas para su protección, acabará desapareciendo.
La siguiente jornada, los peregrinos llegaban a Rionegro del Puente, que en su momento fue uno de los centros jacobeos más importantes que había en toda la península, porque allí tenía su sede la cofradía de los Falifos que, desde su constitución, ha venido ofreciendo acogida a los peregrinos de forma permanente, considerándose la más antigua que viene haciéndolo ininterrumpidamente.
La cofradía de los Falifos, además de construir puentes para que los peregrinos no perecieran en su avance hacia Compostela, construyó en este camino más de dos docenas de hospitales, que acogían a los peregrinos y en la actualidad continúa haciéndolo.
Santuarios como el de la Carballeda, Nuestra Señora de Agavanzal, la Tuiza en las estribaciones del puerto de la Canda, seguramente también fueron lugares en los que los peregrinos encontraban una acogida que les permitía continuar la peregrinación que estaban realizando.
Y en este camino, ¿qué ha significado Tábara para los peregrinos? Tábara es una de las poblaciones más importantes del camino Sanabrés y a lo largo de la historia, tenemos numerosos vestigios de que los peregrinos en este lugar encontraban esa hospitalidad que estaban buscando.
Tan solo 100 años después del descubrimiento de los restos del apóstol, en Tábara, en su Scriptorium, se realizó en uno de los beatos, el Beato de Gerona, una doble página en la que recogía un apostolado completo y ya se hacía referencia a Santiago peregrino, como Iacobus Hispania, que seguramente es la imagen más antigua que se conserva del apóstol, al menos hasta la fecha no encontrado ninguna representación anterior que refleje al apóstol, como se hace en este códice.
En la Alta edad media, también los peregrinos tenían acogida en Tábara, algo que venía ocurriendo en los diferentes lugares del camino donde los nobles, establecían hospitales para acoger a los que se encontraban recorriendo cualquiera de los caminos de Santiago.
Testamento
Yten mando a las obras pías tres ducados como pareçiere a mi heredero, con los quales aparto a las dichas mandas pías de mis bienes y haçienda.
Otro sí mando que entre mis vasallos de Alixa y su tierra y Pobladura del Valle se repartan treinta y tres cargas de trigo entre las personas más pobres.
Yten mano que se den en limosna a los pobres de la villa de Távara y de su tierra sesenta y seis cargas de trigo a las personas más pobres.
Yten mando que se acabe el hospital que están començado en la dicha villa de Tábara, en el qual an de estar siempre dos camas por lo menos, que cada una dellas tenga colchón, sábanas y almohadas y mantas y algunas cosas necesarias al servicio del dicho hospital, como son platos y escudillas de madera y algunas vasijas de coçina, lo qual sea conforme a la voluntad y pereçer de mi heredero.
Otro sí mando a los frayles mínimos del monasterio de Sant Roque de la villa de Valladolid diez mill mrs en limosna, porque digan çien misas por los que están en pecado y rueguen a Dios por mi y por la marquesa, mi mujer, que sea en gloria.
Yten mando que el día que yo fallesçiere den en el lugar donde yo muriere a treinta y tres pobres, a cada uno, un capote y una camina y unos zapatos, en el qual número aya mujeres, aunque sea en la mitad del número poco más o menos, y en esto sea siempre preferido lo más neçesitado, y a las mujeres, en lugar de capotes les den sayas con mangas del dicho paño, y también les de camisas y zapatos como a los demás…
Yo el Marqués de Tábara
En la villa de Villafáfila a diez y siete días del mes de julio de mil e quinientos e cincuenta e nueve años, por ante mí, Miguel de Cararscosa, escribano por la Magestad Real y del número de la dicha villa y su tierra, el muy yllustre Sr don Bernardino Pimentel, Marqués de Tábara, hizo muestra y presentación desta escritura çerrada y sellada con el sello de sus yllustres armas, e dixo e confesó que lo en la dicha xriptura contenido y lo que por ella paresçiere, otorgava e otorgó por su testamento e por su cobdeçilio e por su última y postrera voluntad, e lo firmó de su nombre, estando presente por testigos: Alonso Sánchez e Rui Díaz de Ureña, e Alonso de Mercado, e Pedro Fernández, e Marcos de Montoya, e Frcº de Valderrábanos, e Santiago Pérez, criados de su señoría, estantes en la dicha villa, y a ruego de su señoría lo firmaron de sus nombres.
Yo el Marqués de Tábara1
1 RODRÍGUEZ RODRÍGUEZ, Elías. El testamento de don Bernardino Pimentel, primer Marqués de Tábara. Segundo Congreso de Historia de Zamora, págs. 491-511. Zamora, 2007. Ver también Brigecio nº 16, año 2016, págs. 55-66.
En el testamento de don Bernardino Pimentel, uno de los grandes de España y señor de Tábara, se recoge en las estipulaciones testamentarias que debe establecerse de forma permanente, dos camas equipadas en el hospital que se estaba construyendo en la localidad. Tengamos en cuenta que en aquellos tiempos, la denominación de hospital se daba a los lugares en los que se acogía a la gente y los peregrinos que llegaban y la palabra hospital, derivo con el tiempo de la hospitalidad que se ofrecía en estos lugares.
Más recientemente, uno de los hijos ilustres de esta población, Felipe Camino de la Rosa Galicia, más conocido como León Felipe, una de las figuras más importantes de nuestra literatura, al que algunos denominan como el poeta peregrino, ya que, como pocos, supo cantar a los peregrinos en su famoso poema, ser en la vida romero, y durante toda su vida, él se convirtió en un eterno peregrino.
Por tradición, Tábara se ha caracterizado por ser una de las de poblaciones en los diferentes caminos, que ofrecían hospitalidad a los que llegaban y en la provincia de Zamora, fue uno de los primeros pueblos en los que se estableció un albergue para acoger a los peregrinos que pasaban por la localidad. Antes de que Zamora o Puebla de Sanabria contaran con un albergue para peregrinos, Tábara disponía de un acogedor lugar en el que los peregrinos podíamos descansar y así ocurrió cuando en julio de 2005 el camino me trajo por primera vez hasta este pueblo.
Mantener un albergue para los peregrinos en estas pequeñas poblaciones, resulta algo muy difícil de hacer con las garantías necesarias y el reconocimiento de los que llegan. Así ha ocurrido con albergues como el del Cubo del Vino, Mombuey, Puebla Sanabria, Benavente, ….. En los que los peregrinos no encontraban unas instalaciones dignas y en lugar de agradecer lo que se les ofrecía, se dedicaban a denigrarlo a través de los diferentes medios que tenían a su alcance.
Algunos peregrinos hemos visto alteradas nuestras limitaciones para hacer grandes recorridos, pero deseamos seguir en contacto con la peregrinación y con los peregrinos, por eso, nos convertimos en hospitaleros, atendiendo aquellas instalaciones que de forma altruista acogen a los peregrinos.
Eso ocurrió en un momento de mi vida, cuando las lesiones me impedían seguir realizando nuevos caminos y decidí hacerme hospitalero. Fui prestando mi tiempo y mi trabajo siempre de forma altruista, en aquellos lugares que mantenían la hospitalidad ante todo y aquello que fui aprendiendo en estos albergues, me sirvió cuando llegué a Tábara, poder aplicarlo en el albergue del que me iba a hacer cargo.
Cuando el 20 de febrero del año 2014 asumo hacerme cargo de acoger a los peregrinos que llegaran al albergue municipal de Tábara, a través de los diferentes medios de comunicación, los comentarios que había sobre este albergue, no resultaban muy alentadores para la tarea que deseaba afrontar. Una serie de incidencias que habían ocurrido, lo ponían como uno de los albergues en los que no recomendaban pernoctar.
Sin embargo, tenía muy claro que era lo que quería hacer y mi compromiso desde el primer día, fue conseguir que a los cinco años a los que me había comprometido inicialmente permanecer en el albergue, el albergue municipal de Tábara se encontraría situado entre los cinco más considerados que hay entre Sevilla y Santiago.
En el año 2019, el anterior a que el camino se paralizara, la principal página de Internet que siguen los peregrinos que recorren la vía de la Plata y el camino Sanabrés, que se llama; la vía de la Plata, el camino, en su valoración que hacía de los diferentes albergues basándose en las votaciones de los peregrinos, situaban al albergue municipal de Tábara, como el que mejor recuerdo les había dejado y el que recomendaban que los peregrinos no debían pasar por alto.
El albergue municipal de Tábara se ha convertido en un referente para los peregrinos de diferentes países y así se puede ver a través de las diferentes guías que traen los peregrinos y los comentarios que se hacen a través de los diferentes foros de Internet. Esto resulta muy sencillo, es conseguir que los peregrinos se sientan como su casa y para ello, solo debemos ofrecer una hospitalidad como la que nos gustaría recibir cuando éramos peregrinos.
Al peregrino que llega al albergue municipal de Tábara, se le recibe con una sonrisa, que parece algo insignificante, pero cuando se llega a un lugar extraño, consigue abrir el corazón de la gente que no se conoce todavía. En los días calurosos se les ofrece un vaso de agua fría fresca y en los que hace más frío una bebida caliente y por la noche se les proporciona una sencilla y nutritiva cena y a la mañana siguiente algo caliente para que puedan reiniciar su camino con las energías necesarias. No se les pide por este servicio nada, a cambio, se les propone únicamente, que dejen lo que puedan aportar, para que los que llegan por detrás, dispongan lo mismo que ellos han tenido.
En el albergue municipal de Tábara, se crea un ambiente en el que la cordialidad preside cada momento y eso consigue que los peregrinos cuenten con un lugar que recordarán después de haber finalizado su peregrinación y lo recomendarán aquellos que vienen por detrás.
Es importante que pequeños pueblos como Tábara, Granja de Moreruela, Santa Marta de Tera, para peregrinos del otro lado del mundo, tengan más importancia que algunas grandes ciudades por las que su camino atraviesa, porque en estos lugares contaran con momentos especiales, que proporcionan sentido a la peregrinación que están recorriendo.
El trazado que siguen los peregrinos en estos pequeños pueblos tan degradados y decaídos, olvidados por los que tienen la responsabilidad de buscar su progreso, el camino proporciona esa vitalidad que necesitan para seguir latiendo. El peregrino que pasa por estas tierras, además de generar riqueza por el consumo que hace en los diferentes establecimientos de los que requiere su servicio, va a contar a través de las nuevas tecnologías lo que se va encontrando y eso, puede animar a muchos otros para visitar estas tierras como peregrinos o como turistas, lo cual siempre será beneficioso para estos lugares.
El camino representa un patrimonio inmaterial que debemos, ante todo, proteger y mantener. Así lo supieron ver los nobles medievales cuando establecieron los hospitales para acoger a los que van llegando y también lo han sabido ver algunos de nuestros representantes públicos, que a través de los albergues que establecen para acogerlos, son conscientes de la riqueza que pueden generar para estos pueblos, por lo que tenemos que mantener este patrimonio y hacerlo de la forma que siempre se ha hecho, ofreciendo esa hospitalidad que el albergue municipal de Tábara, está proporcionando a los peregrinos que llegan a este pueblo.
Conferencia de José Almeida
con motivo del XXXI día de la Comarca Tábara, Alba y Aliste
julio 2022