Santiago Andrés Fresno – 7 ene 2014.

Corrían tiempos medievales y los templos europeos asistían al nacimiento de un nuevo teatro que relegaba a un segundo plano al teatro clásico grecorromano, que había imperado hasta la fecha.

Este nuevo teatro surgía en forma de drama litúrgico en el seno de la Iglesia Católica, que pretendía extender su influencia. El propio dramatismo presente  en la liturgia católica medieval inspiraba y se reflejaba en estas nuevas piezas teatrales, escenificadas al amparo de los templos.

Desde sus comienzos, la temática religiosa, especialmente protagonizada por el Nacimiento del Mesías, será la que reine en estas obras, que se desarrollan bajo las bóvedas de unos templos románicos o iglesias más humildes de los pueblos de nuestra geografía.

El texto original del Auto de los Reyes Magos data de mediados del siglo XII y contiene visos teatrales que, en época medieval, debieron servir para ser representados en las iglesias, junto con la propia homilía.

Esta pieza teatral, de autor desconocido y escrita en lengua romance castellano, se considera el primer ejemplo de teatro castellano y es muy representativa del teatro medieval y una de las más antiguas reliquias teatrales españolas, que goza de gran tradición y popularidad en diversos enclaves de la geografía castellana, especialmente en Tábara entre otras localidades.

El origen de esta pieza teatral se remonta al siglo XII, época en la que la Europa medieval veía florecer un teatro basado en el dramatismo litúrgico. De ella se conservan solamente 147 versos de un autor desconocido.

De manera sencilla e ingenua, el Auto de los Reyes Magos relata el Misterio de la Epifanía, mostrando la sorpresa de los Reyes Magos ante el descubrimiento de la Estrella y su entrevista en Jerusalén con Herodes.

El Auto de los Reyes Magos es la obra clave del teatro religioso europeo de raíz medieval.

En la Región de Castilla y León constituye una de las piezas del Medievo que más se ha popularizado, escenificándose anualmente al llegar la Navidad.

En Tábara desde tiempos ancestrales se viene representando este Auto, si bien, probablemente en la época de la guerra civil, se ve interrumpida y solo tímidamente en contadas ocasiones, se vuelve a representar.

Recuerdo aquellos inviernos al calor de la lumbre, cuando mi abuelo Cesáreo me contaba cómo los reyes magos venían en persona a Tábara, eran muy apuestos y traían hermoso caballos y un séquito importante de pajes que se reunían en la Plaza Mayor y luego entraban el Iglesia y adoraban al Niño   …

Estos relatos quedaron bien grabados en mi mente y en el año 1963, (hace nada menos que 50 años), recién llegado yo de los frailes, empecé a darle vueltas al asunto y comencé a informarme de cómo era aquella representación que me contaba mi abuelo y que nunca logré vivir.

Los a

ncianos de la época todos recordaban perfectamente el evento y al igual que mi abuelo, al contarme lo que recordaban, parecía talmente que lo estaban reviviendo de nuevo. Solo conseguí algunas estrofas que ellos aun memorizaban, pero no el texto completo que ni siquiera D. Timoteo poseía.

Manos a la obra, con los trozos que ellos recordaban decidí reescribir el Auto, no fue muy complicado, pues al fin y al cabo todo estaba  en las escrituras. Una vez tenido el texto, no fue muy difícil encontrar a otros locos que, como yo, estaban interesados en revivir este suceso: Aurelio García del Río, Luis Moris y Tito Santos, como los reyes Melchor, Gaspar y Baltasar respectivamente. , Manolo Viñuela, Agustín Alonso, Isacito García y  Andrés Lucero hicieron de pajes, Santiago Andrés representó a Herodesy Luis Romero hizo de paje de Herodes.

D. Domingo, a la sazón maestro y Jefe de Juventudes, fue una pieza clave en todo este entramado sin cuyo apoyo no habría sido posible la representación.

Llegado el momento de la puesta en escena de la obra, nadie quería aprenderse el largo papel de Herodes, así que me tocó encarnarlo a mí, y así restauramos el Auto de los Reyes Magos de nuevo en Tábara, que, gracias a Dios, desde entonces no ha fallado, fiel a su cita, cada Navidad.

En el año 2007 apareció el manuscrito original que se representaba antes del año1964, y desde entonces se ha ampliado una escena del manuscrito antiguo, al comienzo del Auto se hace una representación en el patio del castillo de Herodes recreando el momento en el que el Ministro de Herodes le cuenta a éste la llegada a la ciudad de los tres Reyes Magos, tres personajes misteriosos que preguntan por el Rey de los Judíos,  y así hemos llegado a cumplir, nada menos que 50 años, con la representación de esta Navidad.

A pesar del mal tiempo, este año la representación ha tenido lugar, como siempre, en la Plaza Mayor, donde Herodes recibe la noticia de tres importantes extranjeros que vienen desde tierras lejanas en busca de un recién nacido para rendirle pleitesía. Herodes intenta engañarles pidiéndole que, una vez lo hayan localizado, regresen para indicarle dónde se encuentra y así también él podrá acercarse a rendirle honores de Rey. Sin embargo en la siguiente escena, ya en el interior de la iglesia, un Ángel se les aparece y les indica que no regresen a ver a herodes, ya que éste intenta matar al recién nacido. El auto termina de regreso en la Plaza Mayor dónde Herodes se siente engañado y monta en cólera.

Podría ser algo más profesional y recrear una puesta en escena más formal, pero de todos modos hemos de estar agradecidos de que la tradición no se rompa y esta representación dure otros 50 años más.

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