SAF – 30 de mayo de 2016.
Hasta la climatología dio un respiro para que la procesión pudiera salir y lucir con todo su esplendor. A pesar de estar toda la mañana,
prácticamente sin parar de llover, a la hora de la procesión lució el sol para que el acto pudiera llevarse a cabo e incluso los siete niños nacidos en este período pudieron ser presentados el Señor repartidos en dos altares galardonados con sumo gusto para la ocasión.
Por otro lado, los papás de los niños que hicieron este año la Primera Comunión, a pesar del mal tiempo consiguieron recoger el romero y lavanda del campo para adornar el recorrido de la procesión, dando un toque muy especial a esta procesión con ese aroma tan peculiar de las plantas.
Haciendo un poco de historia, recordemos cómo surgió esta fiesta, una de las más importantes en la Iglesia Católica. En muchos lugares es una fiesta de especial relevancia. En España existe el dicho popular: Tres jueves hay en el año que relucen más que el sol: Jueves Santo, Corpus Christi y el día de la Ascensión, lo que da idea del arraigo de esta fiesta.
La fiesta surgió en la Edad Media, cuando en 1208 la religiosa Juliana de Cornillon promueve la idea de celebrar una festividad en honor al cuerpo y la sangre de Cristo presente en la Eucaristía. Así, se celebra por primera vez en 1246 en la Diócesis de Lieja (Bélgica).
En el año 1263, mientras un sacerdote celebraba la misa en la iglesia de la localidad de Bolsena (Italia), al romper la hostia consagrada brotó sangre, según la tradición. La Ciencia ha tratado de explicar este suceso atribuyéndolo a la probable presencia en el pan del pigmento rojo prodigiosina segregado por la bacteria Serratia marcescens. Este hecho, muy difundido y celebrado, dio un impulso definitivo al establecimiento como fiesta litúrgica del Corpus Christi. Fue instituida el 8 de septiembre de 1264 por el papa Urbano IV, mediante la bula Transiturus hoc mundo. A Santo Tomás de Aquino se le encarga preparar los textos para el Oficio y Misa propia del día, que incluye himnos y secuencias, como Pange Lingua (y su parte final Tantum Ergo), Lauda Sion, Panis angelicus, Adoro te devote o Verbum Supernum Prodiens.
En el Concilio de Vienne de 1311, Clemente V dará las normas para regular el cortejo procesional en el interior de los templos e incluso indicará el lugar que deberán ocupar las autoridades que quisieran añadirse al desfile.
En el año 1316, Juan XXII introduce la Octava con exposición del Santísimo Sacramento. Pero el gran espaldarazo vendrá dado por el papa Nicolás V, cuando en la festividad del Corpus Christi del año 1447, sale procesionalmente con la Hostia Santa por las calles de Roma.
Las celebraciones del Corpus suelen incluir una procesión en la que el mismo Cuerpo de Cristo se exhibe en una custodia. (Fuente: Wikipedia)
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Momento en la Misa – Foto: Javier Andrés Miranda | Momento en la Misa – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Momento en la Misa – Foto: Javier Andrés Miranda | Momento en la Misa – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | |
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Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda | Durante la procesión – Foto: Javier Andrés Miranda |