Eugenio Rosado Garrido – 30 de mayo de 2016.
En trabajo publicado en “Tu Voz, Tábara, Alba y Aliste” el 17 de mayo de 2016, se abordaba la historia de los Monjes Jerónimos y Dominicos en la Villa de Tábara.
Pero en la Tierra de Tábara y sus aledañas de Alba-Carbajales y Aliste-Alcañices también estuvieron asentados otros monjes: los Templarios; sobre ellos se hace la siguiente reseña:
La Tierra de Tábara ha pasado por diversos periodos históricos, uno de ellos es el de los Templarios, que se extiende desde alrededor del 1130 al 1312.
En 1065 muere el Rey Castellano-Leonés Fernando I y en su testamento dispone que las tierras de todos los monasterios sean repartidas entre sus hijas Urraca de Zamora y Elvira o Geloria de Toro, que son hermanas del Rey de León y Castilla Alfonso VI. Los bienes del patrimonio regio (realengos) que son atribuidos a las infantas que se mantengan en celibato constituyen el llamado Infantazgo.
Dª Elvira paso a ser la dueña, entre otras, de las posesiones de los Monasterios de Tábara, Moreruela y ¿San Martín?; la misma, en su testamento realizado en Tábara el 11-11-1099, dispone que sus posesiones en la Tierra de Tábara pasen a su resobrina la Infanta Dª Sancha Raimúndez, que era nieta del Rey de León y Castilla Alfonso VI y hermana del Rey de León y Castilla Alfonso VII, por ello fue Señora del Infantazgo de Tábara.
La Infanta Dª Sancha Raimúndez, que murió el 28-2-1159, dono a la Orden Militar del Temple (Templarios), alrededor del 1130, todos sus dominios pertenecientes a los Monasterios de Tábara, Moreruela y ¿San Martín?, según consta en la Crónica de los Veinte Reyes.
Las órdenes religioso-militares fueron creadas para defender a los peregrinos que iban a Tierra Santa y luchar contra los musulmanes. La Orden del Temple se inicio en 1118-1120 en Jerusalén como “Pobres Caballeros de Cristo”, siendo Rey de esta ciudad Balduino II, cuando un grupo de franceses con Hugo de Payens al frente, que seguían la regla de San Agustín, decidieron proteger a los peregrinos; en 1126 miembros de dicho grupo se desplazan a Francia para solicitar al Abad Bernardo de Claraval (benedictino cisterciense o bernardo o monje blanco) que hiciese una nueva regla para su Orden; para ello se apoyo en la de San Benito de Nursia. La Orden fue aprobada por la Iglesia Católica en 1129 y rápidamente creció, alcanzando mucho poder. Sus miembros estaban sometidos a los votos de pobreza, castidad, obediencia y empleo de las armas para cumplir sus fines (eran por lo tanto guerreros o militares); el distintivo para los caballeros era un manto blanco que llevaba una cruz patada de color rojo, colocada sobre el hombro izquierdo.
Caballero Templario (de Mahide.eu)
![]() |
![]() |
|
Cruz Patada Roja (de wordpress) |
Sello Templario (de Wikipedia) |
A petición del Rey Francés Felipe IV, el Papa Clemente V disolvió la Orden de los Templarios en 1312, siendo Jaques de Molay su Gran Maestre.
En la Península Ibérica se establecen por vez primera el 19-3-1128 en el castillo de Soure (Coimbra –Portugal-). En León y Castilla van instalándose a partir de 1130, si bien su presencia empieza a ser notable a partir de 1140, cuando el Rey Alfonso VII les hace donaciones.
La base organizativa de los templarios (a sus miembros se les denominaba freires) era la Encomienda o Bailía de vida monacal, desde la cual se regían las tierras, propiedades y vasallos que componían su asiento territorial; al frente de ella estaba un freire Comendador , que dependía de un Maestre Provincial y este del Gran Maestre de Tierra Santa. Las encomiendas eran verdaderas unidades de producción.
En la provincia de Zamora existían las siguientes encomiendas: Benavente, Villárdiga, Villalpando, Pajares de la Lampreana, Toro, Zamora, Alcañices, Carbajales-Alba de Aliste, y Tábara; las tres últimas eran conocidas como la bailía de Aliste.
De la Encomienda de Tábara poco se sabe. Se asentó sobre los bienes que poseían los Monasterios de Tábara, Moreruela y ¿San Martín? y que les dono la Infanta Dª Sancha Raimúndez, como una comunidad de carácter agrícola-ganadero. No tuvieron ni iglesia, ni castillo vinculados y aunque a su llegada pudieron residir en lo que quedare del Monasterio de San Salvador de Tábara (que estaría ya en reconstrucción), parece ser que vivieron en una granja ubicada en el paraje de La Magdalena, situado entre Tábara y Faramontanos.
Castillo de Alba (de valverdedelucerna)
Las relaciones de los Templarios con los otros poderes no eran muy buenas, y es que se habían convertido, en toda Europa, por su capacidad económica y militar en un poder que amenazaba al que tenían la iglesia y la monarquía. Las relaciones de los templarios con los reyes de la época pasaron por distintas situaciones y con la iglesia regular las relaciones eran de enfrentamiento.
En 1208 el Papa Inocencio III atendió una queja del Obispo de Astorga contra los freiles de la Encomienda de Alcañices, comisionando a eclesiásticos palentinos para que la vieran in situ.
El Rey Alfonso IX tuvo que quitarles el castillo de Alcañices, si bien se lo devolvió el 29-4-1211 según documento realizado en Villafranca.
Honorio III, en 1220, tuvo que dirigir una carta a los Obispos de Zamora y León para que dirimiesen las diferencias entre los Templarios de Alcañices y el Obispado de Astorga. Resueltas las mismas, la Encomienda de Alcañices tomo gran importancia.
El 27-9-1220 el Rey Alfonso IX entrega el castillo de Alba de Aliste a los templarios, siendo la fortaleza de la Encomienda de Carbajales-Alba, la cual se reforzó, en detraimiento de la Encomienda de Tábara que perdió poder.
El Rey Alfonso X el Sabio el 5-7-1255 concede a la Encomienda de Alcañices el impuesto de la “martiniega real”, a cambio de lo que la orden poseía en Betanzos; era maestre provincial frey Martín Núñez.
El 17-12-1285 el Rey Sancho IV concede el impuesto de “moneda forera” a los templarios de Tábara y Aliste.
En 1291 se pierden las últimas posesiones latinas en Tierra Santa; como consecuencia de ello la Orden Templaría entra en decadencia.
Acusados de idolatría, sodomía, adoradores del demonio y otras cuestiones, sobre todo por el Rey Francés Felipe IV, el Papa Clemente V el 22-11-1307 ordenaba a todos los reyes que procedieran a detener a los templarios y a confiscar sus bienes hasta que dispusiera lo que procediese. El 30-12-1308 reitero al Rey Fernando IV de Castilla que apresase y se apoderase de los castillos y bienes de los templarios hasta que se ordenara que hacer con ellos.
Nuevamente, el 25-10-1309, Clemente V insta a Fernando IV a que cumpla lo ordenado el 30-12-1308. Para ello los arzobispos de Santiago y Toledo, el 3/15-4-1310, convocan a todos los Templarios de Galicia, León, Castilla y Portugal para que acudan a Medina del Campo el 27-4-1310, o a Orense a declarar; en ambas ciudades se iniciaran los correspondientes procesos investigatorios. La notificación de la cita se hace al Maestre Provincial Rodrigo Yáñez, que se encontraba en Alcañices, el 21-4-1310 y como el Maestre manifiesta no tener jurisdicción sobre las Encomiendas de Carbajales-Alba de Aliste y de Tábara, a su Comendador (Gómez Pérez, que estaba en el Castillo de Alba) se le notifica la cita para Medina del Campo el 22-4-1310.
Para analizar y dirimir sobre lo investigado en los procesos de Medina del Campo y de Orense, se convoco para el 21-10-1310 un concilio en Salamanca, al que asistieron varios obispos. El resultado final es que declararon totalmente libres de todos los cargos que se les imputaban a los templarios de los reinos de Castilla, León y Portugal, pero reservando al Papa la determinación final sobre lo acordado en el concilio.
En 1310 se encontraba refugiado en el Castillo de Alba, frey Gómez Pérez, que por entonces era Comendador de Carbajales-Alba y Tábara, las cuales tenían otros diez freires (miembros).
No obstante lo anterior, el Papa Clemente V el 23-3-1312 disolvió y suprimió la Orden de los Templarios, aunque no fue condenada; indico que todos sus bienes, con carácter general, fueran entregados a los Caballeros Hospitalarios de la Orden de San Juan de Jerusalén o de Malta . Pero los distintos Reyes Castellanos (Fernando IV, la Reina Regente María de Molina, Alfonso XI, Pedro I, Enrique II) no cumplieron lo anterior y los bienes de los templarios los dispusieron a su arbitrio; las reclamaciones de la Orden Hospitalaria de San Juan terminaron en 1369.
Los bienes de los Templarios de Alcañices, Carbajales-Alba de Aliste y Tábara pasaron a depender directamente del Rey, teniendo la consideración de realengos. Los mismos fueron concediéndose a nobles en agradecimiento de los servicios prestados.
En un principio el Castillo de Alba de Aliste paso a la Orden de San Juan, pero después fue poseído por distintos nobles, hasta que en 1434 es donado, junto con toda la Tierra de Alba, por el Rey Juan II a D. Alvaro de Luna; pero este cede todo en 1445 a D. Enrique Enríquez de Mendoza, al que en 1449, el Rey Enrique IV le concede el título de Conde de Alba de Aliste.
Alcañices y Tábara fueron donados al noble burgalés Gómez Pérez de Valderrábano el 8-9-1371; el cual, siendo ya IV Señor de Valderrábano, paso a ser el I Señor de Tábara y Alcañices respectivamente.
Para la Tierra Vieja de Tábara comenzó el periodo denominado: “Señorío Jurisdiccional y Territorial”, que se extendió hasta 1541 al crearse el Marquesado de Tábara por el Rey Carlos I.
CARTEL DEL ANUNCIO DE CONFERENCIA EN TABARA SOBRE: “LA ORDEN DE LOS TEMPLARIOS EN TIERRAS DE ALISTE, TABARA Y ALBA”, EL 10 DE AGOSTO DE 2006, POR EL ARCHIVERO E HISTORIADOR D. JOSE CARLOS DE LERA.
![]() |
![]() |
|
![]() |
![]() |