La matanza del cerdo está al borde de la extinción en la provincia zamorana, aunque se resiste a desaparecer. Pero con el sacrificio domiciliario del marrano también han dejado de elaborarse platos típicos relacionados con aquellas jornadas en las que se reunían familiares y vecinos y que se convertían en verdaderas fiestas gastronómicas.

 En Aliste, por ejemplo, prácticamente han dejado de elaborarse lo torrojones, un alimento elaborado a base de trozos o «chichos» de manteca de cerdo y pan «migao».

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