
Aseguraba uno de los participantes en las Jornadas de Emprendimiento celebradas este fin de semana en Miranda de Douro y Bermillo de Sayago, que después de muchos años reclamando lo mismo y llamando a las mismas puertas; nos toca hacer a nosotros el trabajo y no estaba desacertado Jaime Montanillo, vicepresidente de la Asociación de Empresarios de Sayago, uno de los organizadores de las jornadas junto a la Cámara Municipal de Miranda do Douro.
Representantes institucionales de Zamora y Miranda do Douro y de las asociaciones empresariales han asistido a este encuentro, en el que se ha puesto sobre la mesa que todos los diagnósticos sobre la situación que padecen las comarcas de esta zona de la Raya, están ya hechos, sabemos de sobra el problema que padecemos y ahora es el momento de comenzar a poner soluciones, que son las únicas que pueden llegar a revertir la precaria situación que estas comarcas están sufriendo.

Es preciso que todos vayamos en la misma dirección, que tiremos del carro juntos, porque de lo contrario, si se van poniendo palos en las ruedas, es muy difícil que podamos salir del pozo en el que nos encontramos, aunque algunos de los participantes, especialmente los emprendedores que están desarrollando su trabajo en la comarca sayaguesa, son positivos y siguen viendo la luz al final del túnel, aunque para ello haya que sortear más dificultades de las que pueden exigirse en estos momentos.
Se encontraban en la sala algunos de los que cuentan con la facultad de poner los medios para que la situación pueda revertir: Clara San Damian, delegada de la Junta en Zamora; José Francisco Requejo, Presidente de la Diputación zamorana; Ángel Blanco, Subdelegado del Gobierno en Zamora; Jesús María Prada, Diputado de Turismo y Cultura de la Diputación; responsables de Caja Rural de Zamora con su presidente, Cámara de Comercio, Patronal y varios alcaldes de poblaciones cercanas. Creo que todos ellos son conscientes de la realidad en la que nos encontramos y muchos, tienen la facultad y la responsabilidad de revertir esta situación, porque de lo contrario como también aseguraba uno de los ponentes, dentro de diez años nos volveremos a reunir y trataremos los mismos problemas, con la particularidad de que seremos la mitad.
Unos beneficios y exenciones fiscales, una buena conectividad, ayudas para construir desde arriba abajo como se está haciendo al otro lado de la raya, seguramente no solucionará n por completo el problema, pero ayudarán a que no siga decayendo y a que mejore, porque permitirá que se vaya fijando población y todos puedan competir sin las desventajas tan importantes que cuentan los que desean desarrollar su labor en el mundo rural.
Se ha dado la espalda al mundo rural y según se iba degradando se le dejaba abandonado a su suerte, porque cuantitativamente no eran significativos, hasta que se ha visualizado que esta dejadez está representando un problema, cuando menos de conciencia que algunos deberían poner todo su esfuerzo antes que llegue a ser irreversible.

La media docena de emprendedores que han querido mantener su trabajo y su esfuerzo en el medio rural, es digna de alabanza, porque unos no han querido abandonar sus raíces, otros han regresado con el paso del tiempo y algunos han visto los valores que esta tierra puede aportar a sus proyectos de futuro y han apostado por ellos.
Por eso hay que aplaudir estas iniciativas y sobre todo apoyarlas, implicarse en facilitar los medios para que cualquier proyecto sea tratado con el mimo que se merece, en lugar de poner trabas y tardar años en dar una contestación, como está ocurriendo en algunos casos, lo que frena cualquier iniciativa que se pretenda llevar a cabo.
Hay que ser positivo, esta tierra tiene valores y los que nos representan deben saber verlos y apoyarlos, porque de lo contrario los acabaremos perdiendo y si no creemos en lo nuestro, es muy difícil que podamos salir adelante porque el desánimo hace que muchos buenos proyectos acaben en eso, en proyectos.
Es un ejemplo que jóvenes valores apuesten por mantener lo suyo y su ejemplo debe servir para que cualquier buen proyecto que vaya a favor de solucionar los problemas que arrastra esta tierra no se lleguen a perder.
Una de las propuestas que espero que algunos de los responsables que se encontraban en la sala haya tomado nota, porque es una forma de comenzar a caminar, es la ventanilla única. Que un emprendedor con un proyecto tenga una respuesta y una solución en una o dos semanas y seguro que el proyecto sale adelante. Ahora los trámites son demasiado farragosos y hay que pasar por muchas ventanillas o gestionar todo telemáticamente cuando la realidad es que hay muchos sitios en los que el acceso a la conectividad es nula.
Es de desear que estas jornadas hayan servido al menos para que comencemos a remar todos en la misma dirección, de lo contrario, embarrancaremos muy pronto.