almeida . 7 de enero de 2018.
Antes que los Reyes Magos y su séquito abandonen Tábara, se escenifica en tres actos el encuentro que estos tuvieron con el rey Heredes cuando se dirigían a Belén para adorar al recién nacido.
El edificio que acoge al ayuntamiento se convierte en improvisado palacio de Herodes, quien al tener conocimiento por medio de los sabios de su reino, de que la profecía de la llegada de un nuevo rey de los judíos es anunciada por una brillante estrella que de repente se aparece en los cielos, el malvado rey temiendo perder su trono, ordena a su guardia que localicen a los magos y les lleven a su presencia.
Éstos confirman la profecía y el rey trata de embaucarles para que cuando lo localicen, regresen a donde él se encuentra para ir también a adorarle y rendirle sus respetos.
El segundo acto de esta representación tiene lugar en el interior de la iglesia hacia donde los magos acceden anunciados por el ángel, que les conduce a donde se encuentra el recién nacido y ellos se postran ante él, mientras le ofrecen los presentes que llevan consigo, el oro, el incienso y la mirra.
Tiene lugar en ese momento una eucaristía en la que el sacerdote, habla de la importancia que esa adoración tiene para los creyentes y lo que simboliza cada una de las palabras que se recogen en el libro de los libros sobre ese momento en el que se reconoce al recién nacido como el Mesías Salvador.
Los fieles siguen con atención todo lo que acontece en la misa y cuando ésta finaliza, se forma una gran fila en la que todos los asistentes se dirigen hacia el altar mayor, para también rendir los respetos al recién nacido besando uno de sus pies.
Antes de abandonar el templo, el ángel desde el púlpito, les advierte a los magos de las intenciones del malvado rey y les aconseja que no regresen por donde han venido y que vuelvan a sus tierras dando un rodeo, evitando el contacto con Herodes.
El último acto de la representación se hace en la plaza donde podemos ver nuevamente al rey en su palacio que reclama la presencia de los Magos, pero su guardia por más que les busca no consigue dar con ellos y Herodes se siente engañado y ordena una de las más terribles matanzas que se han conocido en la historia, de sus labios salen las palabras que sentencian a todos los recién nacidos en su reino, para que de esa forma sus días de tiránico reinado no tengan la más mínima sombra en su continuidad.
Es una tradición que se viene representando desde hace años en Tábara y en la que los que la realizan, ponen todo el entusiasmo para que los asistentes a pesar del frío que en ocasiones suele hacer, aguanten estoicamente toda la representación hasta el final.
Como colofón, los niños, son los que más esperan el desenlace final para acercarse a las inmediaciones del balcón desde donde se reparten todos los caramelos que habían quedado de la cabalgata.
Felicitar a cada uno de los participantes en este acto que da por finalizadas las fiestas navideñas y de nuevo el pueblo vuelve a la tranquilidad y a la normalidad de los días del invierno en los que las calles se vuelven a encontrar un poco más deshabitadas, sobre todo cuando, como esta mañana, el frío que hacía era más intenso de lo que hasta ahora estábamos acostumbrados, pero lo habitual en estas fechas.
Distintos momentos de la representación del Auto de Los Reyes Magos – Fotos: SAF |