Nostalgia de una tabaresa de pro, Esther Cid.
Gracias por estar siempre ahí en los momentos buenos y menos buenos, pero con esa pluma exquisita que nos hace vibrar a todos los que te conocemos.

No por inevitable y sabido, la sensación es distinta. Todos tenemos un no sé qué extraño en el estómago que nos resulta difícil digerir.  Algo parecido al dolor, pero sin lágrimas; como una profunda desilusión que te anima a seguir adelante; la tristeza de saber que no será́ como siempre, tornada en alegría por estar con los tuyos.  La circunstancia manda y la salud es lo primero. En esto estamos de acuerdo.

Debemos ser conscientes de la inmensa fortuna que tenemos al poder estar en nuestro pueblo. Disfrutar de familia y amigos; deleitarnos en las terrazas de los esforzados hosteleros; comprar en nuestros comercios; pasear por todo el término respirando a pleno pulmón… Aire libre, agua limpia, huertas que dan sus frutos, árboles que nos acogen con su sombra refrescante… Cosas sencillas, sí, pero que durante meses hemos añorado hasta el llanto.

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No importa estar obligados  a ocultar la boca tras una mascarilla, serán nuestros ojos los que sonrían, reflejando y comunicando sutilezas que la voz no alcanza. Y la cercanía entre nosotros no se medirá́ en metros, el afecto no entiende de distancias.

Será imposible ver la iglesia llena hasta el coro, la situación así́ lo exige. Pero eso no impedirá́ que los que no puedan asistir a la Eucaristía en honor a nuestra Patrona, se sientan igual de reconfortados. Ella estará́ en los corazones de todos sus hijos dándoles el calor y el amor que nos otorga a diario. La Virgen de la Asunción extenderá́ su manto protector  fundiendo el etéreo entramado de su tejido con el precioso cielo del camino jacobeo. Bajo su azul brillante la sentiremos con la misma intensidad, con la misma viveza, con la misma cercanía, que los que asistan presencialmente al templo.

Todos. Pequeños y mayores, adolescentes y abuelos, penas y jubilados… Todos, esperamos el 15 de agosto con la ilusión de quien sabe que será́ un día grande. Y este año será́ enorme… ¿Cómo no va a serlo si contamos con lo más importante? ¿A cuántos nos ha salvado las vacaciones eso que se dice a menudo de “tener pueblo”?

¡Exacto!

Tenemos pueblo, somos pueblo, somos Tabara.

¡Cuidémonos!

¡Felices Fiestas!

Esther Cid Romero.

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