almeida – 23 de septiembre de 2016.

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                Las cien plazas del Salón de Actos de la Biblioteca Pública del Estado, fueron insuficientes para acoger a quienes asistieron a la III Jornada de “Las huellas de nuestro Camino”

organizadas por la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago y fue preciso que se habilitaran 20 sillas más para que nadie se quedara de pie.

                José Almeida, presidente de la AZACS, fue el encargado de hacer la presentación del ponente, D. José Manuel Ramos Gordón, una persona que conoce como pocos la historia de los Beatos de Tábara, porque desde que llegó a la localidad se interesó por el arte que hace once siglos se concibió en el Scriptorium Tabarense.

                También D. José Manuel se vio arropado por muchos de sus antiguos feligreses que encabezados por su alcalde D. José Ramos San Primitivo, escucharon con atención y con cierto orgullo, lo que su pueblo legó al mundo del Arte.

                D. José Manuel, enfocó su conferencia en tres partes apoyado por algunas de las más hermosas imágenes que los códices muestran en algunas de sus páginas.

                Comenzó explicando lo que fueron los Beatos y como en tierras Cántabras, entre las montañas, en el monasterio de Santo Toribio, un monje fue recopilando las diferentes interpretaciones que se hacían sobre la llegada del Apocalipsis que se pensaba que acontecería en el año 800 y fruto de este trabajo nació un códice que tuvo gran importancia en la época en que fue concebido.

                Todos los monasterios que se preciaban de contar con una buena biblioteca querían tener una copia de este códice y de esa forma los copistas fueron reproduciendo el modelo original con las aportaciones de cada artista que trabajaba en el nuevo libro, iba introduciendo.

                De esa forma en el Monasterio de San Salvador, uno de los más importantes que había en la diócesis, surgieron algunos artistas que iluminaron como no se había hecho antes con estas miniaturas del Arte medieval.

                Fue sobre todo Magius quien dejó su talento en las obras que le fueron asignadas y a su muerte, Emeterius siguió la labor que había dejado incompleta su maestro.

                El Scriptorium de Tábara, fue el lugar en el que se concibieron tres de los más de veinte códices que se conservan en la actualidad (Beato Morgan, Beato de Gerona y Beato de Tábara), pero también fueron la base para otros importantes códices como el de las Huelgas, el de Cardeña, Turín,  etc..

                El ponente se fue acompañando con algunas de las reproducciones de las láminas más conocidas de cada una de las obras y minuciosamente fue describiendo lo que el artista había querido reflejar en ellas cuando fueron concebidas y sobre todo la calidad que el minio había conseguido reproducir en cada uno de los pergaminos.

                En la tercera parte de su exposición nos habló del profesor Williams y lo que este erudito del arte medieval había representado para el conocimiento que en la actualidad tenemos de lo que se creó en el Scriptorium Tabarense.

                Fue una sencilla pero brillante exposición de alguien que conoce como pocas personas la obra de los Beatos, porque desde que don José Manuel llegó a Tábara como párroco de la localidad, se interesó por la historia que guardaban los muros de la torre “alta et lapidea” y como esos ratones de biblioteca fue hurgando en la historia y cada descubrimiento que hacía lo iba compartiendo con quienes, como él, estaban interesados en sacar a la luz lo que los siglos se habían encargado de ir ocultando.

                Inicialmente estaba previsto que la exposición tuviera una duración de media hora, pero, para alguien que desea compartir tantas cosas, es un tiempo relativamente corto y hubo que dedicar el doble del tiempo previsto para poder contar todo lo que se quería decir y aun así, seguro que se quedaron algunas cosas en el tintero.

                Se abrió un turno de preguntas en el que los asistentes trataron de profundizar un poco más en la exposición que se había hecho y una de las preguntas inevitables que surgen siempre que se habla de los Beatos es sobre la autoría del Beato Morgan o de San Miguel, con la controversia que se llegó a crear, porque durante tiempo se ha dado esta autoría al Monasterio de San Miguel de Escalada.

                Entre los asistentes se encontraba don José Ferrero al que don José Manuel cedió la palabra y fue exponiendo su teoría con los datos que había podido investigar, que descartaban que este Beato fuera del Monasterio al que se atribuía su autoría y aseguraba que el San Miguel al que se citaba en  algunas fuentes tenía que ser el monasterio de San Miguel de Moreruela, aunque durante alguna época, este Beato al igual que los que se consiguieron salvar de las hordas de Almanzor, aunque se habían concebido en Tábara, durante algún tiempo estuvieron custodiados y protegidos en el Monasterio de San Miguel de Escalada.

                Todos los que asistieron a la conferencia que don José Manuel Ramos nos ofreció sobre el Beato de Tábara salieron muy satisfechos de lo que habían escuchado y felicitaron al ponente.

                También los organizadores de estas Jornadas, la Asociación Zamorana de los Caminos de Santiago, agradeció a don José Manuel Ramos su colaboración desinteresada para dar a conocer uno de los importantes hitos del Camino Sanabrés que los peregrinos van encontrando a su paso mientras recorren las tierras zamoranas en su camino hacia la meta de su peregrinación en Compostela.

                

 

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Distintos momentos de la conferencia – Fotos: SAF

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