almeida – 2 de julio de 2015.
La actividad cultural que había en Tábara hace más de mil años, dio lugar a algunas de las más hermosas creaciones que los monjes de su monasterio legaron a la posteridad iluminando algunos códices que se han conservado hasta nuestros días
y próximamente un Centro de Interpretación en la denominada Torre tabarense, nos recordará estos hermosos momentos que la historia escribió en este pueblo.
Todo comenzó dos siglos antes, cuando en las apartadas montañas del norte, en un monasterio que creara Santo Toribio en el siglo VIII, uno de los monjes de dicho monasterio, para enseñar a su alumno Eterio, fue haciendo anotaciones en el libro del Apocalipsis de San Juan y entre los años 776 y 786, años de gran inestabilidad en los que las profanaciones de reliquias, el avance del Islam y la situación en la que la propia Iglesia se encontraba, vaticinaban ese fin del mundo que se había predicho para el año 800 y a través de estos comentarios, se trataba de descifrar los símbolos y las predicciones que se suponía que este libro contenía.
Estas anotaciones y comentarios gozaron de enorme popularidad y muchos monasterios quisieron tener en su biblioteca esa obra y encargaron copias de las que actualmente se conservan 27 en todo el mundo y 24 contienen miniaturas de gran belleza plástica, aunque el original, el Beato de Liébana ha desaparecido y solo a través de las copias se tiene conocimiento del mismo.
Este libro fue sustituyendo a los evangelios como uno de los textos fundamentales que los hombres de Dios deben seguir y pronto se convirtió en el libro más copiado después de la Biblia.
Beato murió en el monasterio de Valcavado (Palencia) en el año 798 y su trabajo y su obra fue reconocida por el mundo cristiano llegando a otorgarle una fama de santidad que en la actualidad se vincula con su nombre a los que van a ser santos de la iglesia.
Todos los beatos que se conocen se pueden enclavar en tres periodos de la historia del arte. Los Prerrománicos, son los que se realizaron en los siglos X y XI, los de estilo románico pleno, elaborados en los siglos XII y XIII y los protogóticos.
En cuanto al estilo, también se pueden establecer tres importantes grupos o Familias:
Familia I que son aquellos códices realizados como una variante del primer arquetipo y que se caracterizan por tener todas sus escenas incluidas en columnas en cada texto y en este grupo podemos incluir:
• Beato Emilianense (930?)
• Beato del Escorial (955)
• Beato de San Millán (990)
• Beato de Saint Sever (1060)
• Beato del Buró de Osma (1086)
• Beato Corsini (primera mitad siglo XII)
• Beato de Lorvao (1189)
• Beato de León (segunda mitad siglo XII)
Familia II a.- son aquellas obras derivadas de Maius con escenas grandes, algunas a doble página con influencias de estilo mozárabe en las se pueden ver amplios arcos de herradura con fondos de bandas brillantemente coloreadas y en este grupo se pueden ubicar los siguientes beatos:
• Beato Morgan o de San Miguel (945)
• Beato de Valcabado (970)
• Beato de la Seo de Urgel (975)
• Beato de Fernando I y Sancha (1047)
• Beato de Berlín (inicios siglos XII)
• Beato de Silos (1109)
• Beato de Navarra (finales siglos XII)
Una tercera Familia IIb.- son aquellos elaborados de una forma similar a los anteriores, pero en los que se aprecia la adicción de otras influencias principalmente carolingias y andalusíes y entre estos se pueden establecer:
• Beato de Tábara (970)
• Beato de Gerona (975)
• Beato de Turín (principios del siglo XII9
• Beato de Manchester (siglo XII)
• Beato de San Pedro de Cardeña (1185)
• Beato de San Andrés de Arroyo (principios del siglo XIII)
• Beato de las Huelgas (1220)
Sin ninguna duda, la importancia que tienen los beatos en Tábara es no solo significativa, también es muy relevante porque aunque el primero de los beatos (Beato Morgan) se atribuye su autoría al cercano monasterio de San Miguel de Moreruela, fue Magio su autor y más tarde, este miniaturista comenzó el Beato de Tábara que no puedo ver concluido por encontrar la muerte mientras estaba creándolo y fue su discípulo Emeterius quien lo concluyó junto al escriba Senior. Más tarde estos dos artistas junto a la monja Ende, fueron los creadores del Beato de Gerona.
Pero ya en el Beato que lleva el nombre de la población tabarense, se aprecian algunas particularidades de estos beatos como es la iluminación que muestran las obras creadas por Magio en las que se va más allá del texto de los primeros autores con una abundante decoración en la que los motivos geométricos de vegetales y animales determina la influencia que se dio a las obras en las que el sentido del color prima sobre la composición de los códices.
También se puede observar en el Beato de Tábara como se establecen algunas normas que transgreden lo realizado hasta entonces como es la representación de la torre del monasterio en el que se muestra el scriptorium añejo y los dos monjes en su labor creativa, los representados son Senior y Emeterius que se encuentran en plena fase de trabajo.
Igualmente el Monasterio tabarense fue una excepción porque no solo se realizaban en el los códices que nos han legado, también los monjes fabricaban todo lo necesario para que los artistas pudieran aplicar su arte y había especialistas en la fabricación de los pergaminos, quienes conocían los secretos para las mezclas y conseguir las mejores tintas, los encargados de elaborar los más precisos pinceles, los tinteros generalmente de cuernos de animales en los que se depositaban las tintas y los pigmentos, las plumas con las que se realizaban todos los trabajos de escritura que generalmente procedían de ganso o de cisne y todo aquello relacionado con este importante trabajo que debió hacerse en el Monasterio de San Salvador antes que Almanzor en su campaña hacia tierras gallegas arrasara con los centros cristianos que se iba encontrando a su paso y quién sabe si en esta destrucción se perdieron muchas obras irreemplazables similares a las tres que actualmente se conservan.
Lo expuesto anteriormente, es suficiente para que cuando se haya pensado en la creación de un centro de interpretación de los Beatos, Tábara haya sido el lugar que parece más propio hacerlo y la Iglesia de Santa María, levantada sobre el antiguo emplazamiento que un día tuvo el Monasterio de San Salvador, es el lugar más representativo para que pueda comprenderse la importancia de los Beatos en la historia.
Este templo que fue consagrado en 1.137 por Roberto, obispo de Astorga, desde hace años dejo de ser empleado para el culto y llegó a caer en un abandono ostensible hasta que fue recuperándose parte del mismo que conserva algunas trazas de la construcción original como el cuerpo inferior de la torre y parte de los muros laterales algunos con influencia de la época mozárabe.
El proyecto del Centro de Interpretación “Beato de Tábara” que se presentará próximamente para que quienes lo visiten puedan comprender mejor la importancia de estos artistas de la edad media a través de diferentes paneles en los que se ira mostrando:
• El Monasterio de San Salvador de Tábara
• Marco histórico de los Beatos
• ¿Qué son los Beatos?
• El códice iluminado
• El Scriptorium de Tábara
• El Beato de Tábara
• Los otros Beatos
Habrá un espacio audiovisual mediante el cual, a través de proyecciones permanentes, los visitantes puedan adentrarse en la historia y conocer estas obras de arte que nos fueron legadas.
Se podrán ver recreaciones en 3D en las que el visitante se puede ir imaginando parte de la vida del antiguo monasterio con escenas animadas.
Los paneles gráficos con contenidos interpretativos irán mostrando en detalle con una amplia información cada una de las páginas más representativas de estas obras y de los momentos históricos en las que fueron concebidas así como cualquier información tendente a conocer un poco mejor esta forma de manifestación artística que no ha sido suficientemente difundida ni se encuentra al alcance del conocimiento de todos.
La culminación de esta exposición hubiera sido poder contemplar las tres obras creadas en este Scriptorium tabarense, pero cada uno de los beatos que se confeccionaron aquí, se encuentra muy lejos del lugar donde fue gestado.
El primero de ellos, El Beato de San Miguel o Beato Morgan, se encuentra en la actualidad en la Pierpont Morgan Library de Nueva York. El Beato de Tábara se encuentra en el Archivo histórico nacional de Madrid y el Beato de Gerona en el Museo de la Catedral de Gerona, pero, los visitantes podrán contemplar los facsímiles de estas tres obras de los beatos iluminados de Tábara que forman parte de la contribución más valiosa de España a la historia de la ilustración del libro medieval.