Tu Voz Digital estrena SECCIÓN. «De Nuestra Tierra». tuvozdigital.com, en su afán por potenciar la región, está preparanado esta sección para dar a conocer y potenciar todos esos productos que manufactura nuestra gente y, a veces, son los grandes desconocidos.  

Si hay algo que define y caracteriza a las gentes de esta tierra, es esa tendencia a valorar siempre las cosas y personas que nos vienen de fuera, llegando en muchas ocasiones a minusvalorar las cosas que han sido nuestras durante toda la vida y que sin darnos cuenta llegaron a formar parte de esos recuerdos que difícilmente se llegan a olvidar.

Solo cuando te encuentras alejado de tus raíces durante mucho tiempo, llegas a pensar y a soñar con esos sabores, aromas y fragancias que se encuentran íntimamente ligados a la niñez y que han representado una parte importante en tu evolución y desarrollo.

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Cuando regresé a mis orígenes, después de casi una vida lejos de la tierra donde nacieron los primeros recuerdos, volví de nuevo a sentir aquellos sabores, esos aromas que se habían establecido dentro de la memoria y seguramente en un lugar muy profundo de ella y volvieron a resurgir frescos, como si cada poco tiempo se hubieran estado removiendo para que esparcieran su fragancia por toda la mente.

También me fui dando cuenta de lo poco que valorábamos nuestras cosas que siempre quedaban relegadas a favor de todo lo que nos llegaba de fuera, auque para ser sinceros, tuve la suerte de irme rodeando de personas que también sentían como yo, sabían que la calidad de vida se suele rodear de muchas pequeñas cosas y una de ellas, eran esos sabores de todo lo que la tierra producía o sabias manos, que sabían la forma de elaborar de esos productos naturales transformándolos con maestría hasta conseguir unos resultados brillantes y únicos.

Creo que fue recuperando aquellos sabores de la infancia, cuando me propuse poner mi granito de arena para que tuvieran ese reconocimiento que se merecen, al menos era algo que sentía como esa personal deuda pendiente que un día tienes que tratar de saldar.

Visitando esos pequeños pueblos de las comarcas perdidas y olvidadas de esta provincia que silenciosamente se va quedando vacía, pude ir viendo el arte culinario que todavía se conseguía mantener, después de una decadencia motivada por las prisas con las que había que hacer todo y he podido ver que se vuelve a esa pausa necesaria que necesitan las cosas, para llegar a ese punto en el que a veces se funde la magia con la genialidad y ofrece unos resultados que llegan a ser únicos.

Parar en un pequeño bar de un pequeño pueblo, bueno, muchas veces el único bar de un pueblo que se va quedando vacío y dejarte sorprender por lo que te sirven, llega a ser una de esas sensaciones especiales en las que siempre te agrada que te vayan sorprendiendo.

La materia prima que cuenta esta provincia de Zamora, ofrece unas diferencias muy características dependiendo de la zona en la que nos encontremos, pero el hábitat natural en el que se van creando es el que consigue esos resultados en los productos finales que llegan a ser muy característicos de la zona en la que se han producido.

Desde este periódico y a través de la revista “El Camino Sanabrés”, mensualmente compartiremos con los lectores, la riqueza que se produce en esta tierra rica en; (quesos, vinos, setas, legumbres, carnes, embutidos, miel,…), nos encontramos en un paraíso de los sabores donde resulta muy fácil poder estimular cada día los sentidos.

Vamos a comenzar esta serie de artículos con un producto que cada vez está teniendo más relevancia en la provincia de Zamora donde la tradición de los quesos de oveja y de cabra, ha sido siempre muy destacada porque todos los pueblos contaban con uno o varios pastores que se dedicaban a pastorear sus ovejas buscando los mejores y mas tiernos brotes de hierba para que produjeran la mejor leche con la que hacer el mejor queso, unas veces en la propia casa y otras en lugares específicos para su elaboración.

Para este primer articulo, vamos a hablar de un queso muy peculiar, porque desde el mismo instante que lo pruebas, su sabor consigue embriagarte por ese algo especial que lo diferencia y lo caracteriza. Eso fue lo que me ocurrió la primera vez que me dieron a probar el queso del “Pago los Vivales” y seguramente también fue lo que me animó a comenzar con esta serie de escritos que realzarán lo nuestro, porque tenemos que sentir ese valor que tenemos y cada uno en la medida de nuestras posibilidades, dar a conocer ese rico patrimonio con el que contamos.

No resulta difícil ser embajador de nuestros valores, solo es cuestión de echarle imaginación. Personalmente así lo hice en la boda de mí ahijado en el que como padrino, tendría que hacerme cargo de los puros con los que habitualmente se agasajaba a los invitados y de acuerdo con los novios, sustituimos los puros por una degustación del “Pago los Vivales” que todos los invitados a la boda, pudieron degustar y darse cuenta de algunos de los valores que tenemos en esta tierra.

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