
Se cumple un año, desde que una alimaña en forma de ser humano, se cruzó con Leticia y de una forma violenta y cruel acabó con su vida.
Ha sido un gran vacío el que este desalmado ha provocado en su familia y en todos aquellos que la conocían y la apreciaban, 365 largos días en los que no ha pasado nada nuevo que pueda garantizar a jóvenes como Leticia, poder pasear tranquilamente por su pueblo sin el temor de sentir que pueden casi impunemente arrebatarles la vida, porque en este año, después de Leticia vino Laura, y más tarde otras jóvenes a las que la sociedad debería proteger y vemos que es incapaz de hacerlo.
Mientras tanto, en este año, ese desgraciado que puso fin a los sueños y las ilusiones de Leticia, se encuentra viviendo mejor que nunca y a costa de todos los que repudiamos su conducta que tenemos por ley, que asegurarle su manutención.
Y en esa reclusión que para esta bestia resultara casi idílica, me imagino que se estará riendo de todos nosotros, de aquellos a los que ha causado un daño irreparable y también de los que le han permitido y hasta hacen posible esa buena vida que se esté dando a nuestra costa.
Y también se reirá de los políticos que nos están gobernando y se encargan de hacer leyes que amparan a seres como él, sabiendo que en unos pocos años de nuevo se encontrará libre, porque según se dice en la sentencia que le han impuesto, ya ha cumplido con la sociedad el daño que le causó.
Y la justicia aplicará lo que los políticos han puesto en las leyes y le dejarán en libertad para que, quién sabe cuándo, vuelva a cometer un acto similar, porque al fin y al cabo, sale tan barato, que para algunos les puede llegar a merecer la pena.
En unos días volveremos de nuevo a empacharnos con lo que los señores políticos nos dicen en los mítines, nos hablarán de todo lo que van a hacer para cambiar las cosas que están mal, porque aunque ellos hayan sido los que las han puesto como se encuentran. Parece que ahora de repente, han encontrado la varita mágica que va a solucionar todos los problemas y tratarán de convencernos de sus bondades, sin darse cuenta que el pueblo no es tonto y le pueden pisar una vez, pero cuando le pisan el callo, se acaba rebelando y es entonces cuando los salva patrias dejan de serlo y entonces son apartados al lugar que les corresponde.
Porque en estos días de mensajes dirigidos, vamos a poder ir viendo como por los temas que resultan más delicados y comprometidos, van pasando de puntillas y no se mojan como deberían hacerlo, porque puede restarles un puñado de votos que pueden llegar a ser decisivos y no se puede descartar ninguno.
Aseguran desde los atriles que escuchan al pueblo y que representan al pueblo que les elige, pues el pueblo ha dado muestras de que está en contra de la política que se está llevando en algunos casos deleznables y repudiables como este y con su firma están avalando ese cambio en algunas leyes para que la justicia sea como su nombre indica justa.
Hay que asumir los problemas haciéndoles frente y no pasando por ellos de puntillas y es tan sencillo como ponerse por un momento en el lado de las víctimas, de todas las víctimas, las que nos arrebatan y las que se quedan para llorarlas, de lo contrario, todo lo que digan en estos días no será más que palabrería barata de charlatanes de feria, que al final acabará por despojarles de su legitimidad y responsabilidad, porque nos iremos dando cuenta que no sirven para esto y es mejor que esos puestos sean ocupados por personas que son capaces de asumir uno de los preceptos que nos hemos dado en nuestra constitución como es garantizar la integridad física de las personas, sobre todo de aquellas que se pueden sentir más desprotegidas ante indeseables como ese que se está riendo ahora mismo de todos nosotros.
Que este vacío que ha dejado Leticia, no se vaya agrandando porque en el próximo año haya otras jóvenes que tengan el mismo destino y si esto ocurre, que ocurrirá si no se toman las medidas necesarias, que estas muertes caigan sobre la conciencia de quienes tuvieron que evitarlo y no fueron capaces de evitarlo.