almeida – 20 de junio de 2016.
Generalmente, siempre agradecemos las dádivas que en ocasiones se tienen con nosotros, porque vemos en lo que nos ofrecen un acto de generosidad de quienes tratan con sus regalos de agradarnos y sobre todo cuando somos niños, estas acciones las valoramos de una manera muy especial.
Pero cuando aprendemos que la verdadera importancia se encuentra en compartir lo que tenemos, nos sentimos especialmente reconfortados, porque no solo damos a los que tienen menos que nosotros, también recibimos esa gratitud que es muy difícil de poder llegar a valorar porque no tiene precio.
Seguramente, muchos de los niños y niñas del CRA de Tábara, han experimentado este fin de semana algo parecido y se han sentido importantes cuando han podido compartir con los más desfavorecidos lo que ellos tenían, lo que habían conseguido para este fin.
Habían realizado un DVD siendo ellos los protagonistas y por medio de ese Mega Play Back, habían conseguido recaudar 407 €, una cantidad significativa sobre todo para compartirla con los que en este mundo no tienen la suerte de tener a diario lo que para ellos es algo normal.
Decidieron que esa cantidad importante de dinero tenían que destinarla para los que eran más desfavorecidos y el viernes tuvieron la oportunidad de compartirla entregándosela a Javier Bodega, representante de Bomberos en Acción de Zamora que se desplazó hasta el Colegio de Tábara para hacerse cargo de la donación que se le entregaba.
Javier agradeció la aportación, que es una muestra de la solidaridad que se está teniendo en las provincias de Valladolid, Salamanca y Zamora para que la ONGD que representa pueda seguir trabajando a favor de los más desfavorecidos que en estos momentos no solo padecen la miseria de la falta de recursos esenciales para vivir, sino también padecen las contiendas que atraviesan sus países de origen y vagan tratando de encontrar un lugar en el que les acojan y puedan vivir con dignidad.
Javier contó a los pequeños de Tábara cómo, gracias a donaciones como la que se le estaba haciendo en esos momentos, ellos, los representantes de los bomberos podían seguir trabajando para evitar en lo posible la muerte de muchos desheredados que huyen en busca de un futuro que al menos les ofrezca algo de esperanza para ellos y para sus hijos.
Gracias a aportaciones anónimas y otras como la que recibía, han podido, a través de una expedición castellano leonesa, proveerse de una lancha y 40 tiendas de campaña en la que ofrecer los primeros auxilios y un rayo de esperanza a los que en su desesperación atravesaban el mediterráneo para buscar refugio en tierras del viejo continente.
La ultima expedición en la que ha estado Javier, fue en Lesbos y contaba a los pequeños la desesperación que suponía no poder hacer más de lo que estaban realizando, saber que podían llegar cientos de refugiados y cuando solo unas docenas alcanzaban las playas y las costas se imaginaban lo peor, esa tragedia que sigue asolando a la humanidad, una lacra que todavía nuestra sociedad tan evolucionada no ha sido capaz de poder atajar y ya las noticias que nos llegan a través de los medios de comunicación ni siquiera consiguen abochornarnos, porque desgraciadamente no vamos acostumbrando a ellas.
Los niños escuchaban con atención y con el corazón un poco encogido lo que Javier les estaba contando. Eran historias que ya habían oído, seguramente en la televisión pero ahora las veían tan reales que las estaban comenzando a sentir de otra manera.
También escucharon la historia de Osman, un niño afgano con parálisis cerebral que gracias a estas ayudas ha podido ser trasladado hasta el hospital de la Fe donde recibirá un tratamiento adecuado para la grave enfermedad que padece y que en su país no solo no tendría ningún tipo de tratamiento, sino que el pequeño se vería relegado a una miseria que no se le desea a nadie.
Son esas historias que no nos gusta escuchar pero que están ocurriendo a diario y por eso los niños al ver que su aportación va a servir para poder paliar alguna de ellas, sentían y daban más importancia a lo que habían realizado y ya comenzaban a pensar en nuevas iniciativas para el próximo curso, porque ahora sabían lo que era compartir y esa solidaridad que estaban mostrando podía paliar en parte la miseria de miles de personas a las que Javier trataba de ayudar. Él ponía su esfuerzo y dedicación y los medios que ahora recibía, irían destinados a mejorar en lo posible la loable labor que estaba realizando.
Se están haciendo algunas gestiones para que Osman y su familia puedan estar en Tábara y seguro que para entonces ya los pequeños han ideado una serie de acciones que permitan recaudar más medios para compartirlos con los más desfavorecidos.
Ha sido importante la lección que los niños han aprendido este fin de semana, porque el aprendizaje, además de en los libros y en la escuela se adquiere en las lecciones que nos va dando diariamente la vida y generalmente este aprendizaje es el que va forjando nuestro carácter y no se olvida jamás.
Solo queda felicitar a los niños y a los profes que han participado en esta iniciativa y animarles a que sigan desarrollando acciones de este tipo y a los demás, que apoyemos en lo posible estas iniciativas para que quienes las realizan se sientan animados y puedan seguir teniendo la importancia que realmente llegan a tener.