almeida 5 de abril de 2017.
El Beato de Tábara y el Archivo Histórico Nacional: Patrimonio y Memoria del Mundo
Algunos de los responsables; técnicos y directivos del AHN, expusieron la forma en la que hacen su trabajo y cómo custodian y conservan después de clasificar todos los documentos que les van siendo asignados.
Carmen Sierra Bárcena, desde su responsabilidad en la dirección del AHN, manifestó su satisfacción por haber celebrado el 150 aniversario de la creación del archivo y sobre todo porque el colofón a los actos que se han ido desarrollándose, sea en Tábara y con unas jornadas sobre un tema que está de actualidad y hacerlo con la joya que tienen en custodia, el Beato que Magius y Emeterius supieron crear con gran talento.
El AHN dispone de un legado muy importante que lo forman cuarenta y cuatro kilómetros de documentos que se conservan en todos los soportes excepto en papiro y cada uno de ellos requiere un cuidado muy especial.
En ocasiones llegan al AHN algunos archivos de donaciones particulares que los técnicos se encargan de examinar y clasificar y hay veces que se encuentran con algunas sorpresas como fue una aportación que se recibió en el año 2.003 en la que se dice que Inglaterra abandonará la Unión Europea, algo impensable hace tan solo una docena de años.
Son muchos los documentos que se guardan, pero sin lugar a dudas, la joya para la mayoría la representa el Beato de Tábara, por eso no fue difícil elegir una imagen que conmemorara el 150 aniversario del Archivo, aunque también cuentan con otras obras de singular belleza y todas se cuidan con el mismo mimo y esmero.
Luís Miguel de la Cruz es el responsable de la sección de Clero en el archivo y fue el encargado de hablarnos de todo lo que se dispone sobre este tema en el AHN.
La mayoría de las donaciones proceden de la desamortización y para él representa un deber casi de obediencia monástica que no solo sean custodiados sino que se protejan como legado que debemos hacer a las generaciones venideras.
También es de la opinión que el más hermoso ejemplar que se conserva en el Archivo, es el Beato de Tábara y como la mayoría de los que estamos a su cuidado, se siente orgulloso de custodiar una obra tan importante.
El archivo nace como idea en el año 1850, para proteger los dispersos documentos que forman parte de nuestra historia, pero es en el año 1866 cuando con la aportación de fondos procedentes de la desamortización de los monasterios va tomando forma.
Se dictan dos reales órdenes para recoger todos los fondos de carácter histórico que procedentes de monasterios se han ido depositando en las delegaciones de hacienda y también para recoger aquellos que se encuentran dispersos por los archivos provinciales.
En el caso de Zamora, los fondos que cuenta el AHN procedentes de esta provincia no son muy numerosos comparándolos con otras provincias vecinas. Los principales provienen de los monasterios de Camarzana, San Salvador de Tábara, Moreruela y Santa Marta, pero se trata de monasterios que no son muy grandes y por consiguiente conservaron muy poca documentación.
A lo largo del siglo XVIII, se tiene constancia que el rey Felipe V realiza un viaje recorriendo todos los archivos que había en su reino, encargando hacer una copia de los documentos más importantes.
El monasterio de Cardeña contó con un beato escrito en letra visigótica por lo que se supone que debió contar con un Scriptorium de cierta relevancia.
En cuanto a los fondos que se conservan en el AHN procedentes de la provincia de Zamora, los principales centros monásticos y eclesiásticos que en su momento realizaron alguna aportación son los siguientes:
De San Martín de Castañeda cuyos primeros monjes procedían de San Cebrian de Mazote y a partir de 1.150 pasó a depender de Caracedo. Se regían por la regla de San Benito y más tarde acabó implantándose la regla cisterciense.
De Santa María de Moreruela el documento más antiguo que se conserva es uno que está datado en el año 1.042 y a partir de esa fecha proceden todos los demás.
En el caso de Tabára hay muy poca documentación y la que existe es proveniente del Convento de Santa Maria de Jesús que fundó don Bernardino de Pimentel y seguía la regla de los Jerónimos y más tarde pasó a depender de los Dominicos.
En Benavente la mayoría de los fondos proceden de Santa Colomba una mártir cordobesa, aunque hay posibles fondos más antiguos y también se conservan del Convento de Santa Clara que se fundó en el año 1278.
De Toro, se conservan fondos de los conventos dominicos, capuchinos y franciscanos y también hay bastantes documentos de la orden de Santa Sofía.
En cuanto a Zamora, los restos proceden del Monasterio de San Benito que seguía la regla benedictina y también de conventos de dominicos, franciscanos, etc…
No quería dejar pasar esta oportunidad para hacer una mención especial a modo de homenaje para dos colegas que son muy importantes para él; Antonio Matilla responsable del catalogo de los archivos de Zamora y María del Carmen Pescador por sus estudios con fondos monásticos.
También hizo alusión a la presentación de un libro en San Martín de Castañeda en el que había una cita que llamó su atención y que decía:
“Entre los tesoros documentales en letra visigótica, en lengua cortesana”
María Jesús Álvarez-Coca González, presidenta de la Asociación de Amigos del AHN celebró que nos encontramos ante una de las mayores muestras de la historia del Arte porque en un texto exegético percibimos uno de los momentos florecientes de la cuna del renacimiento de los beatos, que se rompe con las razzias que Almanzor protagonizó por estas tierras.
A pesar de que ha sufrido mutilaciones, seguramente hasta incendios e inundaciones, el Beato de Tábara conserva algunas páginas muy destacables y en muchas de ellas encontramos más hipótesis que certezas. Como la controversia presentada por Carmen Crespo cuando en su restauración planteaba que el último folio no pertenecía a este beato.
En esos momentos, el estado de la lámina de la torre era pésimo porque se encontraba engrasado con grasa animal, seguramente para reforzar su consistencia.
Ya en el año 1.906, se cita la existencia de la lámina de la torre que se encontraba en la última hoja del códice.
En cuanto al camino que ha recorrido desde que salió del Scriptorium tabarense hasta su llegada al AHN, existen muy pocos datos que puedan acreditarlo.
Hay algunos parentescos con otros beatos como la omega en el de Gerona y también se puede ver en el Beato de las Huelgas. Respecto a este Beato que es del año 1.220 presenta algunas características dispares porque se reproduce la omega y la torre como el de Tábara que se copiaba, pero tuvo tres maestros de los cuales dos eran toledanos, por lo que en alguna ocasión se ha pensado que el Beato de Tábara pudo estar durante un tiempo en el monasterio de San clemente que fue donde compró la biblioteca Morgan el Beato de las Huelgas.
Existen algunas anotaciones marginales árabes que podían haberse realizado en Toledo, pero es algo que no está contrastado, son meras hipótesis de trabajo.
En cuanto a la historia reciente, se sabe que estuvo en la Escuela Superior Diplomática y en el AHN se daban clases de Diplomacia y en el año 1872 según Carmen Crespo perteneció al Archivo y posteriormente en 1886 pasa a la Biblioteca Nacional hasta que el 20 de septiembre de 1900 es la fecha en la que se hace oficial el trasvase a través de una anotación que dice: “se le conoce como facsimil de un códice que hace comentarios al libro del Apocalipsis”
También se dice que Ramón Álvarez de la Braña lo donó según manifestó Gómez Moreno, aunque otros dicen que se trató de una transacción, pero falta ese dato importante para conocer el itinerario que algunos también lo identifican como el Beato de Guadalupe.
Son esos enigmas que forman parte de la historia y es posible que algún día los lleguemos a descifrar a través de cualquier documento que nos permita relacionarlo, lo realmente cierto e importante es que hoy celebramos que la obra se encuentre con nosotros y entre nosotros, que conserve el nombre de los artistas que la crearon, que se librara de las hordas de Almanzor, que se conserve en el archivo, que especialistas como Williams la hayan dado a conocer y que la UNESCO haya aprobado la propuesta de declararla Memoria del Mundo.
Juan Ramón Moreno Fernández, es el jefe responsable del Departamento de conservación y nos va a hablar de uno de los aspectos que más pueden interesar, el estado de conservación y el futuro que va a tener.
Nos asegura que el Beato de Tábara se encuentra en un estado razonablemente bueno después de una longeva vida de 1.047 años.
Está formado por 171 hojas con unas medidas de 255×360 mm y los dos bifolios estuvieron originalmente después de la torre y no se encuentran punteadas y presentan un corte un tanto burdo. Las genealogías se encontraban ubicadas al final del códice. El versículo “9.14 Aligator in flumine magno Eufrates” con las revelaciones de San Juan se encontraba al comienzo.
Hasta el folio 71, se reconoce la mano de Magius y a partir de la pagina 71, se aprecia un cambio en el pautado y es la mano de Emeterius y Monnius las que continuaron la redacción del códice, incluso este ultimo quiso dejar en el folio 170 que también participó en la elaboración de la obra: “Monnium Presbiter Scripter”.
Respecto a las miniaturas que se atribuyen a Emeterius, se cree que sus aportaciones a la obra son las láminas de la trompeta, la de la zorra y la de la cena de Baltasar.
También se pueden apreciar algunas glosas árabes que pueden haberse producido en la transmisión del manuscrito como una estrella de David que se aprecia en una de las láminas.
Comparando las láminas de la torre que aparecen en el Beato de Tábara y en la copia que se hizo de este en el Beato de las Huelgas, se aprecia enseguida una diferencia pictórica y la mampostería exterior que aparece en este último, mientras en el primero vemos dos pisos con un ajedrezado lateral y diagonal, unos monjes subiendo unas escaleras que podría tratarse de unas estanterías en una librería y el laberinto que se puede interpretar como un paso iniciático para acceder al conocimiento.
En opinión del Sr. Romero, el Sr. Álvarez de la Braña perteneció al cuerpo de archiveros y hay un documento fechado el 22 de enero de 1890 que dice que ha encontrado un documento y envía una copia pero no se ha encontrado ninguna documentación sobre la venta por lo que pudo tratarse de una cesión.
Sí consta en el registro, que cuando entró al archivo lo hizo en unas condiciones precarias que hizo que calificaran que se encontraba encuadernado a diente de perro.
Se tiene constancia que antiguamente los bifolios se cortaban y es posible que si esto ocurriera, alguno de ellos se le regalara a los alumnos que se distinguían como buenos discípulos.
La última restauración de la obra se realizó en el año 1974 y se hizo de una forma minuciosa tomando radiografías y analíticas de tintas para conocer el estado de lo que a simple vista no es posible observar. En estos momentos se conserva manteniendo un grado de humedad estable del 55% y a una temperatura constante entre 12 y 15º por lo que se mantiene de una forma estable sin contraerse ni dilatarse.
Después de las intervenciones de los responsables del AHN se abrió un turno de preguntas para los asistentes que resumimos a continuación.
Pregunta: ¿Qué beatos se incluyeron en la candidatura?
Respuesta: Se incluyeron todos los que existían en ese momento y se encuentran en archivos y bibliotecas de España y Portugal para cumplir con una de las condiciones que es la difusión de las obras con carácter universal y solo se garantiza con la digitalización de las mismas. No obstante se hizo un anexo presentando todas las que se encuentran fuera de este control.
P: ¿Pudo ser biblioteca la torre?
R: Según lo que se aprecia en la imagen, podía tratarse de una biblioteca, aunque también puede tratarse de paredes forradas de cuero para calentar. Pero son teorías, lo cierto es que los archivos podían conservarse en la torre por cuestiones de protección por la defensa que presentaban y las estancias de la torre nunca se habilitaron como habitaciones.
P: Es importante lo que se ha realizado estos dos días, por eso es preciso que haya más cosas como estas, que no se quede aquí y seguir promocionándolo con conferencias, estudios, etc..
R: Tomó la palabra José Ramos, alcalde de Tábara quien manifestó que se sigue trabajando para que esto tenga una continuidad y vaya en esta línea de trabajo y de difusión.
P: Se pregunta por la procedencia de los monjes que según se ha comentado venían del sur.
R: Se les responde que la procedencia más probable era del entorno cordobés teniendo en cuenta la tradición que fueron dejando en los lugares en los que se instalaron.
P: ¿Por qué el nombre de San Salvador?
R: Antiguamente se utilizaba este nombre en muchos centros monásticos y eclesiásticos en una alusión a Cristo y como advocación frecuente utilizada por los benedictinos.
La colonización de los valles al norte del Duero representa una diferenciación del grupo de Beatos que se realizaron en esta zona que se diferencian del de Liébana.
El Beato de Tábara y el Archivo Histórico Nacional: Patrimonio y Memoria del Mundo
Algunos de los responsables; técnicos y directivos del AHN, expusieron la forma en la que hacen su trabajo y cómo custodian y conservan después de clasificar todos los documentos que les van siendo asignados.
Carmen Sierra Bárcena, desde su responsabilidad en la dirección del AHN, manifestó su satisfacción por haber celebrado el 150 aniversario de la creación del archivo y sobre todo porque el colofón a los actos que se han ido desarrollándose, sea en Tábara y con unas jornadas sobre un tema que está de actualidad y hacerlo con la joya que tienen en custodia, el Beato que Magius y Emeterius supieron crear con gran talento.
El AHN dispone de un legado muy importante que lo forman cuarenta y cuatro kilómetros de documentos que se conservan en todos los soportes excepto en papiro y cada uno de ellos requiere un cuidado muy especial.
En ocasiones llegan al AHN algunos archivos de donaciones particulares que los técnicos se encargan de examinar y clasificar y hay veces que se encuentran con algunas sorpresas como fue una aportación que se recibió en el año 2.003 en la que se dice que Inglaterra abandonará la Unión Europea, algo impensable hace tan solo una docena de años.
Son muchos los documentos que se guardan, pero sin lugar a dudas, la joya para la mayoría la representa el Beato de Tábara, por eso no fue difícil elegir una imagen que conmemorara el 150 aniversario del Archivo, aunque también cuentan con otras obras de singular belleza y todas se cuidan con el mismo mimo y esmero.
Luís Miguel de la Cruz es el responsable de la sección de Clero en el archivo y fue el encargado de hablarnos de todo lo que se dispone sobre este tema en el AHN.
La mayoría de las donaciones proceden de la desamortización y para él representa un deber casi de obediencia monástica que no solo sean custodiados sino que se protejan como legado que debemos hacer a las generaciones venideras.
También es de la opinión que el más hermoso ejemplar que se conserva en el Archivo, es el Beato de Tábara y como la mayoría de los que estamos a su cuidado, se siente orgulloso de custodiar una obra tan importante.
El archivo nace como idea en el año 1850, para proteger los dispersos documentos que forman parte de nuestra historia, pero es en el año 1866 cuando con la aportación de fondos procedentes de la desamortización de los monasterios va tomando forma.
Se dictan dos reales órdenes para recoger todos los fondos de carácter histórico que procedentes de monasterios se han ido depositando en las delegaciones de hacienda y también para recoger aquellos que se encuentran dispersos por los archivos provinciales.
En el caso de Zamora, los fondos que cuenta el AHN procedentes de esta provincia no son muy numerosos comparándolos con otras provincias vecinas. Los principales provienen de los monasterios de Camarzana, San Salvador de Tábara, Moreruela y Santa Marta, pero se trata de monasterios que no son muy grandes y por consiguiente conservaron muy poca documentación.
A lo largo del siglo XVIII, se tiene constancia que el rey Felipe V realiza un viaje recorriendo todos los archivos que había en su reino, encargando hacer una copia de los documentos más importantes.
El monasterio de Cardeña contó con un beato escrito en letra visigótica por lo que se supone que debió contar con un Scriptorium de cierta relevancia.
En cuanto a los fondos que se conservan en el AHN procedentes de la provincia de Zamora, los principales centros monásticos y eclesiásticos que en su momento realizaron alguna aportación son los siguientes:
De San Martín de Castañeda cuyos primeros monjes procedían de San Cebrian de Mazote y a partir de 1.150 pasó a depender de Caracedo. Se regían por la regla de San Benito y más tarde acabó implantándose la regla cisterciense.
De Santa María de Moreruela el documento más antiguo que se conserva es uno que está datado en el año 1.042 y a partir de esa fecha proceden todos los demás.
En el caso de Tabára hay muy poca documentación y la que existe es proveniente del Convento de Santa Maria de Jesús que fundó don Bernardino de Pimentel y seguía la regla de los Jerónimos y más tarde pasó a depender de los Dominicos.
En Benavente la mayoría de los fondos proceden de Santa Colomba una mártir cordobesa, aunque hay posibles fondos más antiguos y también se conservan del Convento de Santa Clara que se fundó en el año 1278.
De Toro, se conservan fondos de los conventos dominicos, capuchinos y franciscanos y también hay bastantes documentos de la orden de Santa Sofía.
En cuanto a Zamora, los restos proceden del Monasterio de San Benito que seguía la regla benedictina y también de conventos de dominicos, franciscanos, etc…
No quería dejar pasar esta oportunidad para hacer una mención especial a modo de homenaje para dos colegas que son muy importantes para él; Antonio Matilla responsable del catalogo de los archivos de Zamora y María del Carmen Pescador por sus estudios con fondos monásticos.
También hizo alusión a la presentación de un libro en San Martín de Castañeda en el que había una cita que llamó su atención y que decía:
“Entre los tesoros documentales en letra visigótica, en lengua cortesana”
María Jesús Álvarez-Coca González, presidenta de la Asociación de Amigos del AHN celebró que nos encontramos ante una de las mayores muestras de la historia del Arte porque en un texto exegético percibimos uno de los momentos florecientes de la cuna del renacimiento de los beatos, que se rompe con las razzias que Almanzor protagonizó por estas tierras.
A pesar de que ha sufrido mutilaciones, seguramente hasta incendios e inundaciones, el Beato de Tábara conserva algunas páginas muy destacables y en muchas de ellas encontramos más hipótesis que certezas. Como la controversia presentada por Carmen Crespo cuando en su restauración planteaba que el último folio no pertenecía a este beato.
En esos momentos, el estado de la lámina de la torre era pésimo porque se encontraba engrasado con grasa animal, seguramente para reforzar su consistencia.
Ya en el año 1.906, se cita la existencia de la lámina de la torre que se encontraba en la última hoja del códice.
En cuanto al camino que ha recorrido desde que salió del Scriptorium tabarense hasta su llegada al AHN, existen muy pocos datos que puedan acreditarlo.
Hay algunos parentescos con otros beatos como la omega en el de Gerona y también se puede ver en el Beato de las Huelgas. Respecto a este Beato que es del año 1.220 presenta algunas características dispares porque se reproduce la omega y la torre como el de Tábara que se copiaba, pero tuvo tres maestros de los cuales dos eran toledanos, por lo que en alguna ocasión se ha pensado que el Beato de Tábara pudo estar durante un tiempo en el monasterio de San clemente que fue donde compró la biblioteca Morgan el Beato de las Huelgas.
Existen algunas anotaciones marginales árabes que podían haberse realizado en Toledo, pero es algo que no está contrastado, son meras hipótesis de trabajo.
En cuanto a la historia reciente, se sabe que estuvo en la Escuela Superior Diplomática y en el AHN se daban clases de Diplomacia y en el año 1872 según Carmen Crespo perteneció al Archivo y posteriormente en 1886 pasa a la Biblioteca Nacional hasta que el 20 de septiembre de 1900 es la fecha en la que se hace oficial el trasvase a través de una anotación que dice: “se le conoce como facsimil de un códice que hace comentarios al libro del Apocalipsis”
También se dice que Ramón Álvarez de la Braña lo donó según manifestó Gómez Moreno, aunque otros dicen que se trató de una transacción, pero falta ese dato importante para conocer el itinerario que algunos también lo identifican como el Beato de Guadalupe.
Son esos enigmas que forman parte de la historia y es posible que algún día los lleguemos a descifrar a través de cualquier documento que nos permita relacionarlo, lo realmente cierto e importante es que hoy celebramos que la obra se encuentre con nosotros y entre nosotros, que conserve el nombre de los artistas que la crearon, que se librara de las hordas de Almanzor, que se conserve en el archivo, que especialistas como Williams la hayan dado a conocer y que la UNESCO haya aprobado la propuesta de declararla Memoria del Mundo.
Juan Ramón Moreno Fernández, es el jefe responsable del Departamento de conservación y nos va a hablar de uno de los aspectos que más pueden interesar, el estado de conservación y el futuro que va a tener.
Nos asegura que el Beato de Tábara se encuentra en un estado razonablemente bueno después de una longeva vida de 1.047 años.
Está formado por 171 hojas con unas medidas de 255×360 mm y los dos bifolios estuvieron originalmente después de la torre y no se encuentran punteadas y presentan un corte un tanto burdo. Las genealogías se encontraban ubicadas al final del códice. El versículo “9.14 Aligator in flumine magno Eufrates” con las revelaciones de San Juan se encontraba al comienzo.
Hasta el folio 71, se reconoce la mano de Magius y a partir de la pagina 71, se aprecia un cambio en el pautado y es la mano de Emeterius y Monnius las que continuaron la redacción del códice, incluso este ultimo quiso dejar en el folio 170 que también participó en la elaboración de la obra: “Monnium Presbiter Scripter”.
Respecto a las miniaturas que se atribuyen a Emeterius, se cree que sus aportaciones a la obra son las láminas de la trompeta, la de la zorra y la de la cena de Baltasar.
También se pueden apreciar algunas glosas árabes que pueden haberse producido en la transmisión del manuscrito como una estrella de David que se aprecia en una de las láminas.
Comparando las láminas de la torre que aparecen en el Beato de Tábara y en la copia que se hizo de este en el Beato de las Huelgas, se aprecia enseguida una diferencia pictórica y la mampostería exterior que aparece en este último, mientras en el primero vemos dos pisos con un ajedrezado lateral y diagonal, unos monjes subiendo unas escaleras que podría tratarse de unas estanterías en una librería y el laberinto que se puede interpretar como un paso iniciático para acceder al conocimiento.
En opinión del Sr. Romero, el Sr. Álvarez de la Braña perteneció al cuerpo de archiveros y hay un documento fechado el 22 de enero de 1890 que dice que ha encontrado un documento y envía una copia pero no se ha encontrado ninguna documentación sobre la venta por lo que pudo tratarse de una cesión.
Sí consta en el registro, que cuando entró al archivo lo hizo en unas condiciones precarias que hizo que calificaran que se encontraba encuadernado a diente de perro.
Se tiene constancia que antiguamente los bifolios se cortaban y es posible que si esto ocurriera, alguno de ellos se le regalara a los alumnos que se distinguían como buenos discípulos.
La última restauración de la obra se realizó en el año 1974 y se hizo de una forma minuciosa tomando radiografías y analíticas de tintas para conocer el estado de lo que a simple vista no es posible observar. En estos momentos se conserva manteniendo un grado de humedad estable del 55% y a una temperatura constante entre 12 y 15º por lo que se mantiene de una forma estable sin contraerse ni dilatarse.
Después de las intervenciones de los responsables del AHN se abrió un turno de preguntas para los asistentes que resumimos a continuación.
Pregunta: ¿Qué beatos se incluyeron en la candidatura?
Respuesta: Se incluyeron todos los que existían en ese momento y se encuentran en archivos y bibliotecas de España y Portugal para cumplir con una de las condiciones que es la difusión de las obras con carácter universal y solo se garantiza con la digitalización de las mismas. No obstante se hizo un anexo presentando todas las que se encuentran fuera de este control.
P: ¿Pudo ser biblioteca la torre?
R: Según lo que se aprecia en la imagen, podía tratarse de una biblioteca, aunque también puede tratarse de paredes forradas de cuero para calentar. Pero son teorías, lo cierto es que los archivos podían conservarse en la torre por cuestiones de protección por la defensa que presentaban y las estancias de la torre nunca se habilitaron como habitaciones.
P: Es importante lo que se ha realizado estos dos días, por eso es preciso que haya más cosas como estas, que no se quede aquí y seguir promocionándolo con conferencias, estudios, etc..
R: Tomó la palabra José Ramos, alcalde de Tábara quien manifestó que se sigue trabajando para que esto tenga una continuidad y vaya en esta línea de trabajo y de difusión.
P: Se pregunta por la procedencia de los monjes que según se ha comentado venían del sur.
R: Se les responde que la procedencia más probable era del entorno cordobés teniendo en cuenta la tradición que fueron dejando en los lugares en los que se instalaron.
P: ¿Por qué el nombre de San Salvador?
R: Antiguamente se utilizaba este nombre en muchos centros monásticos y eclesiásticos en una alusión a Cristo y como advocación frecuente utilizada por los benedictinos.
La colonización de los valles al norte del Duero representa una diferenciación del grupo de Beatos que se realizaron en esta zona que se diferencian del de Liébana.