Siempre hemos creído, que aquellos puestos de responsabilidad, se encuentran reservados para esos pocos elegidos que han reunido los méritos suficientes para, desde ellos, dirigir y coordinar el bienestar y la prosperidad de la comunidad a la que representan.
Sin embargo, el paso del tiempo y algunos acontecimientos, nos van demostrando que en estos cargos se encuentran muchas personas que no están preparadas ni capacitadas para la responsabilidad que se les ha proporcionado.
Es posible que la excesiva centralización que estamos teniendo, seguramente por un interés de tener todo controlado en un mismo sitio, represente un problema que deberíamos analizar.
No resulta lógico, que desde un despacho en Valladolid se tomen decisiones que afectan a una población que ve las cosas completamente diferentes y con unas necesidades distintas a las de aquellos que toman estas decisiones, porque no viven directamente los problemas sobre los que tienen que decidir.
El mundo rural lo conocen la gente del campo porque lo viven día a día, lo mismo que la despoblación la sufren aquellas poblaciones que ven como año tras año, el número de sus habitantes va menguando, las necesidades de nuestros mayores por la sanidad la conocen aquellos que la padecen y carecen de los mínimos servicios y así podríamos exponer cada una de las situaciones en las que estamos viendo que las necesidades de la población, van, por un lado, y las normativas y decisiones que técnicos y políticos aplican e imponen, van, por otro lado, y son como esas vías del tren que difícilmente van a llegar a juntarse.
Los recientes incendios en la Sierra de la Culebra y en la comarca de Tábara, han asolado este territorio, dejando prácticamente en la ruina a los pueblos que lo han sufrido y, sin embargo, estamos conociendo manifestaciones de entendidos, que aseguran que podría haberse minimizado su efecto únicamente escuchando y atendiendo lo que aquellos que viven el día a día, que son los que de verdad saben y en reiteradas ocasiones las habían propuesto a los responsables, técnicos y burócratas de la junta de Castilla y León sin resultado alguno.
El secretario de uno de los pueblos de la Sierra de la Culebra manifestaba recientemente la disponibilidad de la UME para desbrozar y limpiar el terreno en las maniobras que estaban realizando y se solicitó permiso para hacerlo, siendo denegado por aquellos que nos preguntamos si sabe lo que están haciendo. Los responsables de la Dehesa de mangas solicitaron poco antes de la tragedia permiso para un desbroce y limpieza de la finca y también fue denegado por aquellos, que seguimos preguntándonos si saben lo que están haciendo.
Mientras esta centralización se siga poniendo en manos de personas que ignoran y se encuentran alejadas del medio sobre el que tiene que decidir como hasta ahora, difícilmente podremos solucionar los problemas que esta tierra parece, porque si no se escucha a los que saben, difícilmente aquellos que no saben, podrán aplicar medidas que vayan a favor del desarrollo de esta tierra.