Aseguraba recientemente el señor vicepresidente de nuestra comunidad, que percibía el riesgo que la desafección que podían sentir los zamoranos sobre la implicación de los representantes públicos en el desarrollo de esta provincia, le preocupaba que pudiera crear situaciones impredecibles y la que más destacaba en ese momento, era esa desafección de este pueblo hacia sus representantes públicos, que le llevaba a pensar, que si no se resolvían los problemas, para algunos era mejor pensar en otras opciones que se atrevieran a afrontarlos.
Cuando uno se encuentra en cargos de poder, siempre se disponen y se manejan datos con antelación a que nos sean revelados al resto de la población y es casi seguro que ya conociera el estudio que la empresa demoscópica Electomanía estaba realizando en nuestra comunidad.
Ahora que se hecho público este estudio demoscópico, los datos que nos ofrece avalan la preocupación que manifestaba en su momento el señor vicepresidente.
Según este estudio, los zamoranos valoran al resto de las provincias de nuestra comunidad de una forma desigual siendo León con un 8,4 y Salamanca con un 7,9, las provincias mejor valoradas por los zamoranos mientras que Valladolid se encuentra como la peor valorada obteniendo tan sólo un 2,7.
Por contra los vallisoletanos valoran la provincia de Zamora con un 4,9, no llegando al aprobado, sin embargo, los leoneses con una valoración de 6 y los salmantinos con una valoración de 7,7, dan un aprobado a su provincia vecina, algo que no ocurre con la capital de la comunidad.
En el conjunto de toda España, Zamora se encuentra en la media de la valoración del resto de las provincias, obteniendo un 4,7 mientras que León con un seis y Salamanca con un 5,9, superan el aprobado en cuanto a la valoración que se tiene de estas provincias y en este caso, también Valladolid, en el ranking general de toda España obtiene una valoración raquítica de un 3,3 no llegando al aprobado en ningún caso.
Se percibe en este estudio, una desafección importante de las provincias que formaban el antiguo reino de León (León, Zamora y Salamanca), sobre el resto de las provincias de la comunidad, seguramente está motivado por el abandono que estas tres provincias están teniendo en los últimos años por parte de los responsables de nuestra comunidad, que siempre han considerado prioritario dinamizar otras provincias.
Los afectos se consiguen con gestos y la falta reiterada de estos, puede llegar a crear una situación impredecible, porque cada vez es mayor el número de voces que se alzan, reclamando una atención que en estos momentos no se está teniendo ni tan siquiera se está percibiendo.
Debemos tener memoria para evitar que situaciones no deseadas se vuelvan a repetir y tenemos numerosos casos recientes de lo que conlleva esta desafección y abandono que sólo consigue crear unas desigualdades muy significativas.
La política, debería ser como la familia en la que los padres deben querer a todos los hijos por igual pero si hay alguno cuyo desarrollo no es igual al del resto, tienen que volcarse para conseguir que no haya esas desigualdades que con el tiempo van creando situaciones irreversibles.
Cuando los estudios reflejan fidedignamente el clamor del pueblo, resulta una irresponsabilidad no tomar las medidas oportunas para solucionar los problemas que pueden derivarse de esta situación, porque llegará el momento en el que la desafección sea completa y ya no haya posibilidad de dar marcha atrás.