En las últimas décadas, la provincia de Zamora no deja de acumular esos malditos récords que la están posicionando en el furgón de la cola del desarrollo que a todos nos gustaría poder disfrutar.
Contamos con la población más envejecida que hay en todo el Estado, la mayoría de nuestros pueblos se encuentran plagados de mayores, lo que en condiciones normales representaría una bendición, el problema radica en que hemos llegado a ese estado por la falta coherente de un relevo generacional.
Tenemos el peor índice de natalidad que se puede desear. Existen numerosos pueblos, que llevan demasiados años sin que una nueva vida lleve la ilusión a estas tierras tan dejadas y abandonadas.
Consecuentemente, también ostentamos el ranking con el peor crecimiento vegetativo que se puede desear para una sociedad.
La renta per cápita y el producto interior bruto están en la cola del desarrollo y cada vez que se ofrecen datos estadísticos, tenemos que mirar en el fondo de la lista para poder contrastar nuestra provincia.
Algunas de las comarcas de esta tierra, se encuentran en un grave riesgo de desierto demográfico, porque los ratios de habitantes por kilómetro cuadrado, son los peores que podamos encontrar no en España, sino en toda Europa, llegando a ser peores que en aquellos territorios que históricamente siempre se han encontrado despoblados.
Así podríamos mirar cada uno de los parámetros del desarrollo y nos encontraríamos siempre en ese puesto que nadie desea, porque en todos los rankings negativos de desarrollo, ocupamos el primer lugar.
Si los datos se confirman, también Zamora tendrá un nuevo récord, contar con el territorio más amplio que ha sido devorado por un voraz incendio porque a falta de una peritación definitiva, todo indica que va a ser de este forma.
Sería conveniente establecer ese medallero para que todos los responsables públicos competentes para nuestro desarrollo, vayan contando con esas medallas de la vergüenza, por la nefasta gestión que vienen realizando y en esto, también destacaríamos sobre el resto de Europa, porque nuestros representantes seguro que estarían en lo más alto del medallero.
Cada vez estamos más convencidos, del declive que está teniendo la política y los políticos que dicen representarnos, porque echando la vista atrás, podemos darnos cuenta perfectamente que la situación de abandono en la que tienen a esta provincia, resulta cada vez más lacerante, indigna y vergonzosa.
Sin embargo, tenemos lo que nos merecemos porque el pueblo siempre ha sido soberano para elegir a sus representantes y a pesar de que en las últimas décadas, año tras año hemos comprobado y sufrido el estado de abandono en el que van dejando a esta tierra, seguimos otorgándoles nuestra confianza.
Ya va siendo hora de contar con personas responsables que nos hagan abandonar, de una vez por todas, este triste ranking de la vergüenza.