almeida – 21 de julio de 2018.
Ser en la vida romero
romero solo romero……
Estas líneas, además de ser el título de uno de los poemas más hermosos del genial autor tabarés, han sido el título que se ha puesto a un Curso de Verano celebrado durante esta Semana en Tábara, donde se ha querido hacer un merecido homenaje y reconocer la figura inigualable del poeta tabarés que nació un once de abril en la localidad tabaresa y después de 84 años peregrinando por todo el mundo, fue a dar el último suspiro en México, un 18 de septiembre de 1968.
Denostado e incomprendido durante la mayor parte de su vida, casi olvidado por las generaciones posteriores, el tiempo, ese juez implacable, ha sabido poner al autor en el lugar que le corresponde y cada vez es mayor el reconocimiento a su talento y a su genio que está teniendo.
Además de Tábara; Zamora y Madrid, están conmemorando el aniversario de la desaparición del poeta con exposiciones y conferencias, que nos acercaran su recuerdo a quienes no conocían su obra ni sabían apenas nada de él.
Su villa natal, esa que algunos necios critican al autor por el vago recuerdo que de ella tenía. Es difícil acordarse de un lugar en el que solo se han pasado los primeros tres años de una vida y así el poeta lo decía en su brillante poema “que lastima”, en el que los necios y detractores, han tratado de ver el desinterés que tenía el poeta por el lugar que le vio nacer, cuando el amor por su tierra y sus orígenes era algo que ya muy pocos deben poner en tela de juicio.
Este curso de verano que se ha celebrado a lo largo de esta semana, ha sido posible gracias principalmente a:
-Centro de estudios literarios de Castilla y León (Celya)
-Universidad Pontificia de Santo Domingo (Rep. Dominicana)
-Diputación de Zamora
-Fundación Caja Rural
-Instituto de estudios Zamoranos Florián Ocampo Okapo
-Ayuntamiento de Tábara
Ha sido un curso brillante por el contenido y por la asistencia de público, que algún día como el que los actos se concentraron en el Centro de Convenciones y Congresos Leticia Rosino Andrés, reunió a unas trescientas personas, que para un pueblo de poco más de ochocientas almas, es un resultado muy aceptable.
Pero de esta programación, quedan las conferencias y las actuaciones que algunas han resultado brillantes y todas de gran interés, como lo es la figura a la que estaban dedicadas, un poeta que no encontró su sitio en vida porque estuvo siempre entre la generación del 98 y la del 27 y tampoco llegó a ser profeta en su tierra durante mucho tiempo, hasta que poco a poco con actos como el celebrado en Tábara, todos acabemos por rendirnos a su genio y a su talento.
Pero quienes han hablado o han cantado al poeta, le conocían muy bien y han compartido con todos nosotros su conocimiento sobre lo que León Felipe realizó a lo largo de su vida.
Ponencias como las de Gabriele Morelli, un hispanista catedrático de literatura en la Universidad de Milán, experto en la literatura y la poesía española de primeros de siglo; el profesor Juan Manuel Escudero Baztán, un experto en el teatro español, que disertó sobre la parte menos conocida del poeta, su labor con algunas obras teatrales en las que se aprecia las influencias que tuvo de Shakespeare y de los grandes autores españoles del siglo de oro: Cervantes, Lope de Vega,….
También fue interesante la exposición de Joan Gamper sobre la evolución de Felipe Camino a León Felipe, ese tránsito que determina casi una vida.
Jesús Losada, catedrático y gran amante del poeta, ha estado presente en todo el programa, llevando la responsabilidad de una parte importante de su realización y todo el éxito de este curso se debe en buena medida a su trabajo.
Pero además se ha contado con música relacionada con el poeta, como algunas interpretaciones de Sacudión, un original grupo que de lo tradicional realiza algunos trabajos revolucionarios y vanguardistas. El barítono Luís Santaren y el pianista Antonio López ofrecieron esa parte clásica a las palabras del poeta con unos arreglos bastante logrados.
No podía faltar la poesía del poeta y han puesto voz a sus versos Luís del Olmo, periodista y Eladio Ramos que realizó una interpretación del célebre poema “Que lastima”, que encierra en sí mismo, toda la esencia de lo que el maestro quiso plasmar como epílogo de lo que fue su vida.
Un documental sobre el poeta recogido en México, que se encuentra en el fondo bibliográfico que el ayuntamiento de Zamora adquirió recientemente, fue el colofón a esa vida en el exilio del poeta.
Pero en estos actos, no podía faltar uno que se viene celebrando en Tábara desde hace 17 años para mantener la memoria del poeta, “El premio internacional de poesía León Felipe”, que adelantó las fechas de celebración para integrarlo acertadamente en este curso de verano.
Se ofreció a los asistentes la obra ganadora de la edición pasada que recayó en Boris Rozas que con la obra “Annie Hall ya no vive aquí”, fue reconocida por el jurado como ganador de la 16 edición de este premio.
Boris Rozas, es un autor nacido en Buenos Aires, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad de Valladolid donde reside desde hace mucho tiempo.
Autor prolífico que ya cuenta con once publicaciones poéticas incluyendo la ceremonia de los miedos, poesía completa México (2017) y la antología La senda de las espigas (2016).
Pero también podemos ver entre su abundante obra literaria los siguientes títulos:
* Ragtime
* Invertebrados
* La libertad de los girasoles
Obras que le han proporcionado un importante número de premios y galardones literarios entre los que destacan:
* Manuel Garrido Chamorro de Martos
* Justas Poéticas de Laguna de Duero
* Premio Villa de Ermua
* Sarmiento de poesía
* Ha sido dos veces finalista del Jaime Gil de Biedma
* Umbral de poesía
* y un largo etcétera
La obra premiada, refleja su amor por el personaje de Woody Allen, un genio de gran talento como el autor tabarés y sobre todo por esa ciudad que es la gran urbe de nuestro planeta, Nueva Cork, en donde confluyen todo tipo de culturas y que llegó a inspirar a quienes la conocieron como fue el caso de García Lorca.
Cuando le comunicaron el año pasado, que había sido merecedor del premio de poesía León Felipe, asegura haberse quedado alucinado, porque éste era un premio al que no se había presentado habitualmente como en el caso de otros, ya que el nivel de participación era importante, pero tenía confianza en su obra y pensaba que ésta, se encontraba a la altura de ese concurso y fue para él una satisfacción la llamada del alcalde José Ramos, comunicándole que había sido el ganador del concurso.
Sin lugar a dudas, de los muchos premios y reconocimientos que el poeta ha tenido, para Boris, este es el más importante, el que marcará un punto de inflexión en su trabajo y espera que relance su trayectoria poética una vez que el público comience a conocer y a valorar el trabajo que está realizando.
Pensaba que la figura de León Felipe no estaba reconocida como se merece, pero estos días que ha profundizado un poco más en la obra y en la vida del poeta, se ha dado cuenta que no solo es respetada, también es muy valorada y actos como el de Tábara le colocan en su sitio, en ese pedestal que los elegidos tienen reservado, porque para Boris, el poeta tabarés es uno de los grandes y de los más importantes para él de su generación.
A pesar de los premios conseguidos, ahora cuenta con ese referente que va a representar un antes y un después. Es muy difícil que el poeta pueda dar a conocer su obra porque publicar cada día resulta más complicado y solo a través de premios como este, puedes ver que tu obra llega a ese público que esperas que comprenda y se entusiasme con lo que escribes y la obra ganadora de este premio, “Annie Hall ya no vive aquí”, es de las que te transmiten buenas vibraciones, porque sabes que tiene calidad para que sea reconocida por todos.
El premio consistía en una original escultura de Fernando de la Cruz que se encontraba presente y la edición de la obra ganadora y cien ejemplares de la misma para el autor.
Seguidamente se procedió a dar lectura al acta, que otorgaba el XVII premio de poesía León Felipe y entre casi medio centenar de obras presentadas ha recaído en esta ocasión, en Ángela Álvarez Sáez, una madrileña licenciada en derecho.
Con tan solo 37 años, Ángela cuenta con una producción literaria muy importante con numerosos premios de los concursos literarios en los que se ha presentado.
La obra ganadora lleva por título La casa salvaje y para el jurado representa una forma diferente de interpretar la poesía y eso es lo que han valorado a la hora de concederle el premio.