almeida – 02 de julio de 2017.
En muchos pueblos de Castilla, resulta casi imposible imaginarnos unas fiestas patronales exentas del noble arte de Cúchares y en la mayoría de los pueblos siempre, el festejo taurino representa uno de los actos centrales de la fiesta y a veces el momento más álgido de las mismas.
Antiguamente, en las plazas de los pueblos, los vecinos colaboraban activamente en esta actividad y cuando se terminaban las faenas del verano en el campo, con la cosecha en los graneros o en los sobrados de cada casa, el carro necesario para el transporte de los cereales y de la paja, ya no resultaba tan necesario y se llevaba a la plaza del pueblo para que sirviera como improvisado cierre al lugar en el que el día grande de la fiesta se lidiarían unas vacas bravas o unos novillos y a la vez, solía ser utilizado para que los miembros de la familia presenciaran el espectáculo.
Los tiempos van cambiando, ya no hay carros que conformen la típica estampa de los pueblos que se encontraban en fiestas y en su lugar se montan estructuras metálicas que van conformando la circunferencia que durante unos días hace de improvisado ruedo en alguna explanada en las afueras del pueblo.
También muchos pueblos han ido perdiendo una parte de sus costumbres y unas veces por el excesivo coste que supone realizar este festejo y otras por diversos motivos, la fiesta de los toros se ha ido desterrando de los programas festivos y cada vez son más los pueblos que ya no pueden disfrutar de la emoción que las reses bravas producían cuando en un quiebro muy ajustado, alguien arriesgaba más de lo necesario y un escalofrió recorría la columna vertebral de quienes presenciaban el festejo seguido de un ¡uyyyyy! que salía de la garganta de la mayoría de los asistentes.
Tábara, mantiene esa afición taurina y en los últimos 40 años, han sido muchos los festejos que se han ido celebrando en el pueblo. Unas veces eran vacas bravas las que se lidiaban y en otras ocasiones eran novillos de las muchas ganaderías que hay en la comunidad, aunque no ha faltado algún cuatreño en alguna ocasión especial.
Generalmente los diestros que han pasado por los festejos del pueblo, eran novilleros que buscaban en estas tientas ese novillo que les hiciera sentirse a gusto y con el que cuajaran una faena redonda, aunque este mundo de la tauromaquia es muy difícil y son muchos los que se van quedando en el camino sin alcanzar las mieles de la gloria que están reservadas a unos pocos elegidos.
Pero alguno de ellos ha pasado en alguna ocasión por el ruedo de Tábara, novilleros en busca de gloria, que más tarde llegaron a la categoría de matadores y alternaron alguna tarde con los maestros como Pascual Mezquita, David Luguillano, Víctor Janeiro o el rejoneador Curro Bedoya.
Poco queda después de una tarde de toros en los que se trata de cumplir lo mejor posible un trámite, para seguir firmando contratos y esas grandes faenas que los entendidos recuerdan, se van quedando solo en la mente de aquellos que pudieron sentir un escalofrió con una media verónica de las que llevan arte en el vuelo del paño de la capa o esa chicuelina tan ajustada que puso un nudo en la garganta a más de uno. Son esos momentos que quedarán para siempre en el recuerdo de quien supo apreciarlas y es consciente que van a ser irrepetibles.
Pero lo que sí queda para siempre son los llamativos carteles que con motivo de cada uno de los festejos se confeccionaban para anunciar a los vecinos lo que ese año se les iba a ofrecer.
Desde 1977 se vienen realizando carteles que forman parte de la historia de las fiestas del pueblo y en alguna ocasión, se han confeccionado hasta dos carteles diferentes en el mismo año.
Estos carteles representan esos recuerdos que muchos conservan de cuando eran más jóvenes o incluso cuando solo eran unos niños. Se han recuperado muchos de ellos que se irán ofreciendo diariamente a través de estas páginas hasta que llegue el día de la fiesta y de esa forma iremos recordando algunos de los momentos que todavía muchos conservarán en su memoria.
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Cartel 1977 | Cartel 1977 por la noche desenjaule |