Previamente a desarrollar el título que presento, creo es necesario hacer un breve comentario sobre la Geología de Tábara, para así conocer el origen de las “piedras”.
Geológicamente el término de Tábara se encuentra dentro del Macizo Ibérico o Hespérico, el cual alberga las rocas más antiguas de la provincia; ellas se formaron del Precámbrico al Paleozoico y fueron deformadas durante el periodo Hercínico. Las rocas fueron erosionándose y dieron lugar a sedimentaciones, las cuales sufrieron un proceso metamórfico, que dio origen a las rocas actuales; de ellas las más abundantes son los esquistos moscovíticos.
Las rocas más duras afloraron y configuraron las sierras, entre las que se encuentra la de La Culebra, con sus crestones de cuarcitas armoricanas, pero flanqueadas por rocas pizarrosas, que son más frágiles.
Los esquistos son rocas con gran cantidad de minerales laminares (mica, clorita, talco, hornblenda, grafito, cuarzo, feldespato, etc.) que favorecen su exfoliación en delgadas capas; tienen una textura escamosa. La mayoría de los esquistos proceden de la metamorfosis de arcillas y lodos.
Las cuarcitas se originaron por el metamorfismo de areniscas ricas en cuarzo; son rocas compactas y duras, que frecuentemente se encuentran tableadas o lajadas (roca plana, lisa y poco gruesa), lo que favorece su explotación.
Las pizarras son rocas metamórficas procedentes de sedimentos arcillosos, con micas, cuarzo, carbonatos, sulfuros de hierro, etc.; de grano muy fino y gran exfoliación.
Las rocas existentes en el subsuelo, sustentan el suelo. En Tábara el suelo está sobre rocas metamórficas, y se desarrolla sobre zonas pizarrosasesquistosas; tenemos dos tipos: Tierras Pardas Meridionales y Tierras Pardas con Gravas. Ambos tipos de suelos son algo ácidos y pobres en materia orgánica, nitrógeno, fosforo y calcio.
NOTA: Lo consignado sobre Geología de Tábara procede de mis conocimientos sobre Edafología como Perito Agrícola e I.T.E.A., de Páginas Web y del estudio del Libro “Geología de Zamora” por D. Oscar Fadón Loro (Doctor en Geología).
El ser humano siempre ha tenido variadas necesidades; para cubrir algunas recurrió al empleo de los materiales que le brindaba el entorno habitacional. Así para sortear regatos o para proteger fuentes, entre otras muchísimas cuestiones, no dudo en usar las rocas existentes en el lugar.
En el término de Tábara tenemos ejemplos de tal utilización; son muchos los regatos que se ven atravesados por una lonja o pasal, que permite su cruce; también son muchas las fuentes en las que se emplearon lonjas para su construcción.
Para ambas empleo las lonjas de cuarcita y a veces de pizarra, que previamente obtuvo de las correspondientes canteras que hay en el término, a las que sometió a un labrado, con objeto de darles el largo, el ancho y el grosor adecuado para el fin al que iban destinadas.
Varias de tales lonjas, tanto las de pasales, como las de fuentes, tienen inscripciones; por este motivo indico que son “Piedras Historiadas”. Parece acertado manifestar que tales inscripciones, que están hechas con cincel, fue-ron realizadas a posteriori de su colocación, posiblemente por más de un autor; el contenido de algunas grafías, indica que no fueron realizadas por los colocadores.
Los epigrafistas tienen campo para estudiar las inscripciones que hay sobre estas lonjas, pues el profano solo observa letras y algún dibujo.
Como pasales de regatos hay “Piedras Historiadas” en: Pradera de Cor–neo, La Bajura y Palomillo (Campo de Futbol). Hay un pasal, sobre unos palés, en la Calle Trasduernas.
Como cubierta de fuente hay “Piedra Historiada” en: Fuente de La Vaca, en el paraje de La Balina.
De las cinco anteriores “Piedras Historiadas”, a continuación se muestran algunas fotografías, realizadas por el autor.