almeida – 18 de octubre de 2015.
En una casa del pueblo
se ocultaba Betegón
huía de la justicia
que lo estaba persiguiendo
por fechorías que hacía
Se esconde donde un amigo
allí se siente seguro
sabiendo que la codicia
y ese ansia de dinero
no sabe de lealtades
Allí acuden los guardias
a donde está el bandolero
que acaba de ser vendido
por ese que era su amigo
por una bolsa de dinero
Se produce una refriega
se escuchan los arcabuces
y en el medio del pajar
una bala da en el pecho
del temido bandolero
Sale de aquella encerrona
aunque ya resulta tarde
y en la esquina del corral
acaban de rematarle
Se va perdiendo en el tiempo
la memoria del bandido
solo una cruz en la piedra
nos dice donde ha caído