Almeida – 4 de abril de 2014.
Por el Camino a Santiago
caminaba un peregrino
lleva bordón y vieira
y una calabaza de vino
Su norte es el horizonte
su guía son las estrellas
y lo que va dejando atrás
casi, ni le interesa
A cada paso que da
en el polvoriento camino
va dejando esa huella
que miles más seguirán
La huella se irá borrando
cuando el tiempo y el viento
dejen solo ese recuerdo
en forma de sentimientos
que nunca desaparecerá
Cada horizonte que alcanza
dará paso a uno nuevo
y solo las altas torres
dirán que alcanza su sueño
Ahora solo el recuerdo
le hará volver al camino
seguirá peregrinando
con los recuerdos vividos